𝗦𝗪𝗘𝗘𝗧 𝗟𝗢𝗩𝗘, kylian mbappé.

𝟬𝟰𝟭.

Juliana

Habían pasado ya dos días desde que Amín, el hijo de Sophie y Achraf nació. Le dieron el alta a mi prima al siguiente día y le recomendaron obviamente quedarse en casa.

Lógicamente ni Achraf ni Kylian podían estar debido a que estaban ocupados entrenando, pero claro que apenas tenían tiempo venían a visitarnos, porque ahora prácticamente vivo en la habitación de Sophie.

El pequeño Amín se encontraba durmiendo en mis brazos, tan tranquilo que se ve, que ni parece que llora y caga como la puta madre.

─ Mira como duerme, boluda es un muñequito ─ le susurré a mi prima, no quería que el pequeño comenzara a llorar, además la madre me daría una trompada sino.

Al no obtener respuesta giré mi vista hacia mi lado derecho, encontrandome con una Sophie media zombie, la cual se habia dormido sentada. Era obvio que estaba muy cansada, en definitiva no tenía planeado dar a luz acá y sin la compañía de Achraf. Supongo que ahora va a volver a pensar si es buena idea irse a vivir a Londres ella sola junto al bebé.

Sin hacer mucho movimiento, agarré una manta que había sobre nuestros pies, para ahora taparla. Estábamos con el aire prendido, pero como duerme esta es capaz de enfermarse incluso asi con el aire y dormida.

Tenía al pequeño Amín durmiendo sobre mi pecho, se ve tan tierno y adorable, como un muñequito. Aúnque es super chiquito, hay ciertos rasgos que logra distinguir, su nariz es más parecida a la de su mami, y sus minis labios se parecen más a los de Achraf, o eso me dijo mi prima.

Estuve un largo tiempo acostada en una posición que me dejó acalambrada, fue asi hasta que escuche como abrían la puerta sin hacer mucho ruido.

Veo como lentamente se asoma por la puerta de la habitación, Achraf. Este me mira con un gesto amigable, me saluda asi nomas y luego se da cuenta de la presencia de Sophie.

─ Esta cansada ─ susurré. El marroquí asintió para luego acomodarla en la cama.

─ Es entendible ─ terminó por decir una vez que la tapó por completo ─ Juli, si quieres puedes irte ya, me han dado dos días libre de entrenamiento y pienso quedarme aquí.

─ Claro, no hay problema ─ asentí.

Él se acercó hacía mi para poder darle en brazos a su hijo, tratamos de hacer el menos movimiento posible, y parece que funcionó porque ahora se encontraban los tres juntos en la cama, claro que Achraf estaba sosteniendo al pequeño Amín.

─ Me parece que hay alguien que te espera en tu habitación ─ agregó el marroquí, mientras me guiñaba el ojo con una media sonrisa.

Le devolví la sonrisa y me fui de ahí, para dirigirme hacía lo que viene siendo mi habitación temporalmente.

Me inquietaba que haya una cierta oscuridad en la habitación, quise prender la luz, pero una voz me detuvo, o más bien fue el morocho quien lo hizo.

─ ¿Como estas cielo? ─ habló el francés mientras dejaba un corto beso en mis labios, provocando que sonría.