Odio

2/3

Luego de mucho salí de mi trance.

Hice las cosas que hago cada mañana y otras pocas más pues tenía tiempo de sobra hasta para irme caminando a la escuela a paso lento.

Una desesperación entró en mí y tenía que mantener mi mente ocupada para no pensar en lo sucedido esa mañana pues eso desencadenaba más pensamientos sucios que me traerían problemas.

-Estas actividades son...

Desde que llegué a la escuela evité todo contacto en él, ni siquiera miré si se encontraba en el salón.

-Y por eso se le dará una a cada pareja...

Esa sensación extraña seguía en mí y no sabía cómo apagarla o controlarla, quería tocarme.

No, no quería eso, quería que él me tocara.

-Iida y ____. -fue lo único que escuché fuerte y claro en todo lo que va del día.

Rápidamente me levanté para hablar con el profesor y me cambiara la pareja, ni siquiera sabía que era lo que pidió, pero lo último que quiero es estar emparejada con Iida.

Nonono, no van a arruinar mis planes de mantenerme alejada de él.

-No acepto comentarios, las parejas son definitivas, así que no molesten que ya terminó mi horario laboral.

Sin decir una sola palabra volví a sentarme en mi asiento, derrotada.

Uno a uno de mis compañeros fueron saliendo del salón hasta que solo quedamos nosotros dos.

-Yo me largo -dije agarrando mis cosas.

-No puedes irte, eso va en contra a lo dijo el profesor -soltó tomándome de la mano para detenerme.

-¡No me toques! -grité y al momento me arrepentí, me estaba volviendo loca.

-Lo siento, sé que lo que pasó esta mañana no ha sido de tu agrado y tal vez pienses lo peor de mí en este momento.

-No lo entiendes Tenya...

-Sé que por más que pida disculpas no será suficiente por tal comportamiento. -quise volver hablar, pero él siguió con su discurso- por ello dejaré que me pidas lo que quieras para remediar mi acto.

-¿Qué? -mi mente se había quedado en blanco.

-Tu solo pídelo y yo haré lo que quieras. -miles de escenarios se me vinieron a la mente, cada uno peor que el anterior.

Soy una maldita pervertida.

Una parte de mi me decía que debía dejarlo pasar y decirle que no se preocupara.

Otra, esa que estaba en lo más profundo de mi ser me decía que saciara mis deseos.

Otra oportunidad como esta no la tendría.

¿Cuál elijo?

Lo peor es que sé cuál escogería sin dudarlo.

-¿Lo que sea? -dije soltando mi mochila.

-Lo que sea. -dijo con mucha seguridad.

Realmente estoy estúpidamente loca, pero...

A la mierda todo.

-Solo dime algo antes Tenya -comencé a caminar al frente- ¿Me deseas?

Llegando al escritorio me senté sobre el mirando frente a mí a un Iida muy sorprendido.

-¿Qué? N-no, no sé a qué se refie...

-La pregunta es simple -levanté mi mano para hacerle una seña para que se acerque- es solo un sí o no -él tragó grueso y poco a poco se fue acercando a mí.