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- ¿Aun crees que todo va a ir bien después de esta noche?

Dijo aquel chico de cabello castaño claro el cual miraba las estrellas encima del tejado del viejo orfanato.

- Yo diría que sí... al final de cuentas te adoptaran mañana y tendrás una familia nueva junto con un nuevo hogar.

Le respondió el chico de cabello rubio de ojos azules el cual dirigió su mirada a el chico de cabello castaño.

- Tengo miedo Alex... ¿y si ellos me detestan después de algunos días?

Pregunto con preocupación el chico de cabello castaño que dejo de observar las estrellas del bello cielo nocturno para ver a su amigo con una mirada preocupante.

- No lo creo, eres un chico gentil y amable además de ser bastante inteligente, ¡de seguro les agradaras sin ningún problema!

- Espero que tengas razón...

- Créeme que sí.

¡Salud!

Las copas de varios invitados chocaron entre si mientras los aplausos sonaban por todo el salón de fiestas.

- Queremos darles las gracias a todos ustedes por asistir en este día tan especial para nosotros dos, sé que no es fácil poder estar aquí esta noche, pero nos alegra verlos aquí, ¡brindemos!

Varios invitados levantaron sus copas.

- <<Que patéticos.>>

Dijo el chico de cabello castaño el cual le dio un ligero sorbo a su copa de vino.

- Vaya, nunca pensé que vendrías a mi boda.

Se escucho una voz detrás suya, se dio la vuelta lentamente para notar a su viejo amigo el cual se vestía un smoking negro con leves toques griseados a su alrededor.

- No iba a dejarte un desairé.

El chico sonrió de una manera forzada.

- ¡Ja! Se nota mucho que quieres estar aquí.

- ¿Por qué no me gustaría estar aquí?

- No sé, la última vez que nos vimos no quedamos en buenos términos.

El chico rubio se cruzo de brazos con una leve sonrisa dibujada en su rostro.

- ¿Por qué no vamos a la playa?

- ¿A la playa?

Pregunto el chico de cabello castaño el cual dejo su copa de vino sobre la mesa.

- Si! Hay una playa cerca de aquí, podríamos ir si gustas como en los viejos tiempos, ¿Qué opinas?

- De... acuerdo supongo que ¿estaría bien?

- ¡Genial, entonces vamos!

El adios que jamas sabre decirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora