El adios que jamas sabre decir

𝓒𝓐𝓟𝓘𝓣𝓤𝓛𝓞 3

Los días habían pasado, la poca comunicación que había tenido con Alex en días se volvió cada vez mas lejana. Había rentado un departamento cerca del centro de la ciudad en ese entonces me encontraba desempacando varios objetos de algunas cajas traídas por la mudanza, aunque todavía faltaban muchas cajas que necesitaba que fueran entregadas.

- Ugh.. a este paso nunca voy a terminar de desempacar.

El timbre sonó, deje la caja que sostenía en mis manos en una de las sillas, me acerque a la puerta abriéndola lentamente mis ojos se sorprendieron al ver a aquella persona de pie en mi puerta, me recargue en el marco de la puerta con una mirada fría y un rostro poco amigable.

- ¿Qué es lo que quieres?

- ¿Cuál es el problema Atzu, no puedo visitar a un viejo amigo de la infancia?

- Siempre que apareces en mi vida es por dinero o para que te solucione alguno de tus problemas así que te lo repetiré de nuevo Zack. ¿Qué es lo que quieres?

El joven chico de cabello morado de color amatista soltó una leve risa, se acerco al chico de cabello castaño acariciando suavemente su mentón.

- Oh Atzu.. realmente eres frio como el hielo.

- Ahórrate tus palabras Zack.

Dijo el peli castaño apartando la mano del chico de cabello morado de su mentón acercándola nuevamente a el cuerpo de Zack.

- Siempre has sido tan frio conmigo, mientras que con las demás personas sueles ser tan radiante y amable eso me hace sentir muy herido.

Dijo en un tono dramático.

- ¿Terminaste de enviar las gráficas a personal?

- No señor, aún están en proceso.

- Avísame cuando sean enviados, ahora déjame solo necesito hacer algunas llamadas.

- Señor... su padre quiere hablar con usted además un joven llamo esta mañana preguntando por usted, se llama Kokono ¿quiere que lo comunique con el?

- Si vuelve a llamar dile que no me encuentro en estos momentos.

- Si señor.

Aquella trabajadora de Alex salió de la oficina, el joven chico rubio abrió uno de los cajones de su escritorio sacando una vieja fotografía donde se encontraba con aquel chico peli castaño en el orfanato.

- Alex necesitamos hablar.

Guardo rápidamente el cuadro nuevamente en el cajón cerrándolo lo más pronto posible, una chica de cabello café oscuro con leves mechones claros se encontraba enfrente del escritorio vestía un vestido de color rojo escarlata un anillo de bodas dorado con un diamante se encontraba en el dedo meñique de su mano izquierda donde dos guantes de color blanco los acompañaba, levanto sus lentes de sol dejándolos sobre el escritorio.

- Moon realmente no es un buen momento, me encuentro realmente ocupado y tengo una junta en veinte minutos. Ahora si me disculpas debo ir a una reunión con unos posibles inversionistas.

El joven rubio se puso de pie aquella chica tomo su brazo.

- Desde que nos casamos ni siquiera hemos hablado realmente, solo de cosas laborales y ni siquiera fuimos de luna de miel.

- ¿Realmente me molestas con esta clase de cosas Moon?

- Pensé que quizás podríamos ir a comer algo o quizás ver una película.

- Moon realmente no tengo tiempo en estos momentos, hablaremos de eso en casa ¿de acuerdo?

Antes de que pudiera decir algo el rubio acerco sus labios a la frente de la chica dándole un suave beso este se separó rápidamente dirigiéndose a la sala de juntas.

- Alex Kang eres un dolor de cabeza...

- Entonces ¿quieres que te ayude a conseguir un empleo?

- ¡Algo así! Necesito entrar en una compañía nacional, estuve pensando en... La empresa Kang diría que es la mejor opción en estos momentos tu que opina-

- No.

- Pero ¡¿Por qué?!

- Para empezar, es una empresa muy grande y necesitas una carta de recomendación, no están buscando empleados y he intentado comunicarme con ellos pero ni siquiera he tenido una respuesta.

- Wow.. no me lo esperaba.

- Pues tendras que esperarlo, creeme se por que te lo digo.

- Atzu, Alex trabaja en esa compañia ¿no es asi?

- Yo...-