(🇪🇸) Shot by Martina - Ingrid Engen

1.

He decidido hacer la historia sobre Ingrid finalmente, porqué hay pocas historias de ella y todas son con Mapi. Cuando pueda empezaré una sobre Alessia Russo.

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Martina López, de 22 años, había soñado con este momento durante años. Con su cámara y acreditación en mano, finalmente tenía la oportunidad de capturar los partidos del FC Barcelona femenino. La pasión por el fútbol y la fotografía se mezclaban en cada clic de su cámara, y Martina se sentía en la cima del mundo.

En el estadi Johan Cruyff, entre el bullicio de los aficionados y la energía palpable en el aire, Martina movía su cámara hábilmente desde el corner para encontrar los ángulos perfectos. Cada expresión, cada gol, cada instante de victoria quedaba inmortalizado a través de su lente. Era su propio sueño hecho realidad.

Mientras Martina se enfocaba en su trabajo, ajena a la atención que generaba entre las jugadoras, Ingrid Engen la miraba. La centrocampista noruega había luchado muy duro para llegar a este punto, y finalmente, su esfuerzo estaba dando sus frutos, era titular indiscutible.

Los meses pasaban e Ingrid notaba la presencia constante de la joven fotógrafa en cada partido. Martina se convertía en una figura familiar en las gradas, su cámara siempre lista para capturar la próxima jugada destacada.

A medida que los partidos avanzaban, las imágenes de Martina se volvían una parte integral de la narrativa de los éxitos del equipo. Sus fotos aparecían en periódicos, revistas deportivas y redes sociales, inmortalizando la determinación y el triunfo del FC Barcelona femenino.

Martina, por su parte, estaba completamente inmersa en su hobby, sin darse cuenta de que sus instantáneas estaban comenzando a llamar la atención de una jugadora en particular: Ingrid Engen. La jugadora se encontraba intrigada por la persistencia y la pasión de la joven fotógrafa.

En una soleada tarde después de un emocionante partido, Ingrid y sus compañeras se dirigieron hacia la zona de prensa para las entrevistas post-partido. Mientras caminaban, las compañeras de Ingrid notaron la forma en que sus ojos seguían la dirección de Martina.

—¿Ingrid, quién es esa chica a la que no dejas de mirar? —preguntó Claudia con una sonrisa juguetona.

Ingrid, algo sorprendida por la observación, rió nerviosamente. —Oh, es solo una fotógrafa que siempre está en los partidos. Hace fotos muy buenas.

Mapi, otra compañera, la miró con una ceja alzada. —No parece que estés admirando solo sus fotos. ¿Hay algo que no nos estás contando?

Ingrid se puso ligeramente colorada, intentando restar importancia al asunto. —No, en serio. Solo aprecio su trabajo. Tiene talento.

Las risas entre las compañeras aumentaron mientras continuaban su camino hacia la zona de prensa. Ingrid, consciente de las bromas, intentó mantener la compostura. Sin embargo, la idea de que sus compañeras la vieran de manera diferente por la presencia de Martina la intrigaba.

Una semana después, al acabar un emocionante partido, Alexia se acercó a Martina mientras recogía su equipo.

—Hola, Martina. ¿Te gustaría unirte a nosotras para tomar algo? Nos encantaría que te unas.

Martina, sorprendida y emocionada por la invitación, aceptó con gusto. Se dirigieron a un café cercano donde las jugadoras y Martina compartieron risas y anécdotas.

Durante la charla animada, Ingrid buscó la oportunidad de hablar más con Martina. Alexia, notando la situación, le guiñó un ojo y le hizo una señal de que ellas se encargaban. Avisó a Mapi y Claudia y le empezaron a hablar a Martina.