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Ir al centro, de compras, era una de las más gratificantes y entretenidas actividades que Green solía hacer los fines de semana

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Ir al centro, de compras, era una de las más gratificantes y entretenidas actividades que Green solía hacer los fines de semana. Le agradaba merodear por los pasillos y poner en el carrito que, con dificultad llevaba, un sinfín de cajas o bolsas de dispares colores o tamaños, al punto de armar un pequeño — gran — cúmulo de cosas que ni el menor sabía para qué servían.

— Green — alzaba la voz un joven mayor, con su habitual dicción aletargada y cansada que tenía cuando ir de compras se trataba — Ya te dije que galletas no, mucho dulce te hace mal.

Y como es de esperarse, el menor solo puede fruncir el entrecejo con una irritación notoria tiñéndose en sus mejillas — Tú dijiste que si sacaba buena nota en el examen me comprarías galletas — amenaza con creciente coraje, no era alguien muy apacible.

— Solo una … — murmuró nuevamente el mayor, agarrando un gran paquete de galletas del carrito de compras, y volviéndolo a dejar en un estante cercano — … No una docena — agregó, refiriéndose al paquete que había dejado segundos antes.

Green chasqueó la lengua con desaprobación, volviendo a aferrar sus pequeñas manos sobre el mango del carro y evitando la mirada extenuante del rubio — Estos padres de hoy en día, en mis tiempos...

— Eres menor que yo.

— ¿Y? Como soy menor que tú, deberías de comprarme muchas galletas, muchos dulces, muchos refrescos, muchos... eeh... muchos pasteles. Sí, eso — comenzó a asentir con la cabeza una y otra vez mientras hablaba.

— No, solo una galleta — repitió sin cambiar de opinión el otro. Cuando notó que Green suspiró derrotado, se acercó a él y le despeinó los cabellos con cierta suavidad — Te la compro llegando a casa, ¿Te parece?, luego si quieres vemos una peli o algo — como respuesta, Green asintió con una emoción notoria.

Yellow le volvió a desordenar el cabello antes de incorporarse y acomodarse los lentes — Ve yendo a la registradora, yo en unos momentos te alcanzo — murmuró tranquilo, dándole unas suaves palmadas a su espalda. Conocía muy bien la lentitud que Green tenia para caminar con el carrito por delante, en especial si llevaba un montón de cosas con un considerable tamaño y peso.

— Ujum.

El de orbes ámbar no se sorprendió al notar el jadeo dificultosos que soltó el menor al empujar el carro. Mas, apoyando firmemente sus pequeños pies en el suelo, avanzó a ritmo pausado por el pasillo. Las cajas registradoras no quedaban muy lejos, por lo que el esfuerzo sería mínimo. El rubio no le despegó la mirada hasta tiempo después, donde algo confiado, volvió a enfocarse en otros asuntos.

Irónicamente, apenas desvió su mirada, Green chocó de forma estrepitosa contra uno de los estantes que había cerca; Yellow no había visto nada. El menor, consumido por una terrible vergüenza no hizo más que soltar el carrito y alejarse un poco. Observó algunos productos tirados en el suelo, y como no había nadie cerca, ninguna persona le reprochó que los ordenara nuevamente. Sus nervios mermaron cuando fue consciente de que nadie lo había visto, y algo más tranquilo, volvió a tomar el mango del carro para retroceder un poco.

start over | 𝗮𝗹𝗮𝗻 𝗯𝗲𝗰𝗸𝗲𝗿 | fanfic de mier-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora