Especial parte 2

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Por la madrugada no pudo evitarlo, su mente no dejaba de darle vueltas al mismo problema.

¿Y si no le permitían estar con su destinado?

Ya estaba marcado, ahora era imposible separarlos sin consecuencias graves.

Tocó delicadamente su marca la cual aún dolía, todavía estaba abierta y le punzaba, sabía que tendría que curarla por su cuenta pues Fede al no ser un alfa común su saliva no servía para curar ese tipo de heridas. Tenía muchos sentimientos encontrados en ese momento, tanto alegría como miedo, estaba contento por dejarse llevar por sus sentimientos, que haya decidido ser feliz junto al hombre que amaba, sin embargo tenía miedo de que eso se termine, de que por alguna u otra razón no puedan estar juntos, aunque estaba completamente decidido a luchar por su libertad y sabía que tenía aliados que podrían ayudarlo a salir adelante, aunque aún así no le gustaba tener esa incertidumbre de que todo saldrá bien.

Sintió cómo era abrazado por la cintura y un aroma a café lo envolvió de forma protectora, era Fede quien lo fue a buscar casi sonámbulo, recargó su cabeza en el hombro de Ian teniendo los ojos cerrados mientras gruñía despacio.

-Tu aroma está amargo ¿Qué es lo que te preocupa?-

Ian suspiró cansado de siempre tener lo mismo en la mente desde hace días, no quería terminar abrumando a Fede por no olvidarse del tema que tanto le traía conflicto. Pero tenía qué decirle, es su omega de todas formas, ya no era sólo Ian, ahora eran Ian y Fede.

-¿Qué querés que te diga? Lo mismo de últimamente, mi imagen, los contratos, las demandas...-
-¿Qué dijimos cuando llegamos aquí?-
-Que me olvidara de todo unos días, por un rato-
-Ajá-
-Es que es difícil boludo-

Se abrazó a sí mismo alejándose un poco de su alfa, observando el cielo despejado que se reflejaba en el mar, la luna brillaba frente a ellos, era una vista hermosa, Fede lo siguió recargándose en el barandal también disfrutando de la vista, no presionando a Ian para desahogarse aunque el omega después de un rato en silencio volvió a hablar.

-¿Por qué tiene que pasarme esto a mí?...Me frustra no poder hacer algo ahora mismo, tener que esperar, yo no puedo esperar Fede-
-Tenés que hacerlo mi amor, las cosas así no pueden apresurarse, yo sé que los temas legales suelen ser muy tardados y entiendo cómo te estás sintiendo-

Percibió que el aroma de Ian se volvió picante indicando que estaba enojado, no quería verlo así, mucho menos cuando estaban en su viaje de cortejo, sabía que la marca era muy reciente pero podía sentir el malestar de Ian como si fuera el suyo. Se acercó al omega prime de nuevo, lo tomó de la mano acariciándola suavemente con su pulgar, le hizo saber que ahora está ahí para él y que no se apartará de su lado pase lo que pase. Ian sonrió y suspiró sintiendo el amor de Fede llenándole el corazón.

-No entiendo cómo lo haces-
-¿Qué?-
-Siempre sabes qué decir alfa, cómo calmarme, amo eso de vos-
-Sos mi omega lobito, sé que tengo que estar ahí para vos y que somos un equipo, más ahora que tenés mi marca ahí-
-Nuestra marca, nuestra...-
-Eso, nuestra-

Se dieron varios picos antes de volver a la cama para descansar, Ian esperaba no tener otro episodio de "ansiedad" durante los próximos días, aunque algunas veces al ser tan impulsivo se le hacía difícil no volver a pensar en eso. No sabía qué tipo de problemas vendrían y la incertidumbre algunas veces le hacía ponerse de nervios, pero sabía que Fede lo ayudaría con eso, se sentía bendecido por haberse encontrado a una persona tan maravillosa y que esa persona sea justamente su destinado.

Al día siguiente Fede despertó antes con la intención de preparar la siguiente sorpresa que tenía para Ian, se levantó con cuidado de no despertarlo esperando que no se diera cuenta de su ausencia, cuando pudo ponerse de pie se dirigió inmediatamente a la recepción del hotel, buscó a las personas que había contratado días atrás y ahí estaban puntuales, los saludó con un apretón de manos, les explicó el plan que tenía, se pusieron de acuerdo y finalmente comenzó el plan.

-Yo les doy la señal para que comiencen, los veo en mi balcón-
-Si, está bien joven-
-Gracias-

Volvió a subir a su habitación, abrió la puerta despacio encontrando a Ian aún dormido, celebró en silencio y caminó hacia su balcón esperando al grupo que contrató, cuando los hombres estuvieron listos Fede les hizo una seña para que comenzaran, fue por Ian para que escuchara al trío musical, se le acercó dejando suaves besos por su mejilla y hablándole despacio.

-Iani...Lobito...Levántate...-

Se revolvió entre las sábanas y se cubrió con ellas, quería seguir durmiendo pero su alfa no se lo iba a permitir, poco a poco jaló las sábanas descubriendo a Ian obligándolo a levantarse aunque de mal humor por haber interrumpido su placentero sueño.

-Fede es muy temprano...-
-Dale mi amor, te tengo una sorpresa-
-Si es una de tus bromas te corro del cuarto boludo-
-Pará no es una broma te lo juro-

Lo guió hacia el balcón y en cuanto salió lo primero que escuchó fue un romántico bolero.

Como un rayito de luna
Entre la selva dormida
Así la luz de tus ojos ha iluminado
Mi pobre vida

A Ian le tomó por sorpresa la serenata, miró a Fede con una sonrisa llena de asombro y alegría.

-Pará ¿Es para mí?-
-Obvio lobito, los contraté para vos-
-Gracias, no entendí nada boludo-

Se abrazaron e Ian besó la mejilla de su alfa como agradecimiento, escucharon al trío por un rato disfrutando de la bella música que estaban tocando meciéndose de un lado a otro, bailaban abrazados escuchando el bolero pensando que este día no podría mejorar más.

Que se quede el infinito sin estrellas
O que pierda el ancho mar su inmensidad
Pero el negro de tus ojos que no muera
Y el canela de tu piel se quede igual

Ian tomó la mano de su alfa, observó el anillo de zafiro que le había regalado días atrás sabiendo que Fede ahora lo usaba sin falta, besó el dorso cerca de su dedo anular que es dónde estaba puesto el anillo, ya que él al ser omega no puede hacer marcas de lazo su regalo representaba esa mordida que ahora portaba con orgullo, sintió cómo Fede como respuesta besó esa marca en el cuello, aún estaba fresca y aún le dolía un poco pero eso no importaba.

Ojos negros piel canela
Que me llegan a desesperar
Me importas tú
Y tú y tú

-No te dí ni los buenos días-
-Lo noté, no entendí nada me despertaste muy de repente-
-¿Pero te gustó la sorpresa?-
-Me encantó alfa-

Se dieron un piquito para continuar hablando mientras el trío seguía tocando.

-¿Cómo amaneciste?-
-Perfectamente, ayer estuviste increíble-
-Pará *risa* en público no chiquito-
-Yo no dije en qué-
-Vos sabés en qué-

No tocaron el tema del que hablaron en la madrugada, aunque el pensamiento se hizo presente lo ignoraron sin decir nada más, mejor disfrutaron de la serenata que probablemente despertó a todo el hotel sin querer.

-¿Crees que los vecinos se quejen?-
-Que lo hagan, no es como si me importara mucho-
-Entonces no importa-

Y no importó nada por esa fresca mañana en la playa junto al amor de su vida, sin embargo no eran conscientes de lo que ocurriría más adelante, del escándalo en el que ambos estarían involucrados sin querer.

Quizás debieron ser más precavidos, quizás no, pero con lo que no contaron era que la vida les jugaría una mala pasada.

LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora