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Humano y Pokémon caminaban por el bosque, el joven peliblanco siendo guiado por la Vaporeon mientras lo llevaba a su hogar.

Por el camino se habían topado con varios Pokémon, por suerte, Jota logro razonar con la mayoría y aclararles que solo estaban de paso y que no buscaba atraparlos. De todas maneras no tenía ningún método para capturarlos, sin embargo, hubieron unos que otros con los que discutió de más y terminó recibiendo uno que otro ataque que tuvo que regresar.

Jota no sabía cómo lo activaba, pero cada vez que los Pokémon lo amenazaban o lo atacaban, de su cuerpo brotaba ese poder desconocido que lo volvía fuerte y resistente contra los ataques.

"Puedes llegar a dar miedo a veces" confiesa la Pokémon mientras seguían avanzando entre el bosque.

"Me lo decían a menudo, pero bueno... Falta mucho?" Cuestiona el humano algo cansado por el tiempo de caminata.

"Un poco más... Es casi volteando por esta colina" advierte la pequeña.

"Cómo que casi?!" Reclama Jota.

"Shhh, no sé queje y camine" Ordena Vaporeon mientras se apoyaba en su cabeza y señalaba con su patita.

Jota rodó los ojos antes de continuar. "No sé porque sigo aquí..."

Tardaron unos minutos más antes de llegar a un árbol mas grande que los demás del bosque, distinguió ventanas y una puerta bien tallada hecha de madera como todo lo demás.

"Aquí... Vives?" Pregunta Jota asombrado por el aspecto del hogar.

"Sip, aquí vivimos mis hermanas y yo" aclara la Pokémon mientras caminaba por el patio.

El joven se sintió inseguro y miró nuevamente a la Pokémon. "Estás segura que... Puedo entrar?... Osea... Si hay más... Pokémon viviendo.. no deberías pedirles permiso?" Cuestiona el peliblanco.

La Vaporeon movió su pata derecha restándole importancia. "No pasa nada"

La Pokémon entró a la casa y luego de mirar a ambos lados en la sala le dijo a Jota que entrara. El chico se metió detrás de ella, agachándose para no golpearse la cabeza con el bajo marco de la puerta, y luego miro el ambiente.

La casa tenía un ambiente rústico, las paredes se veían claramente talladas en el tronco robusto del árbol, habían cuadros colgados en esas paredes de madera y también objetos que encontrarás en cualquier hogar convencional.

"Vaya... Es mejor que mi antigua casa..." Murmura el joven peliblanco mientras apreciaba todo. "Co-como es posible que un montón de mascotas tengas mejor casa que yo?!" Exclama confundido.

"Oye!, no somos mascotas!... Somos Pokémon!" Exclama enfadada.

"Ok ok ok.." murmura el joven tratando de calmar la creciente furia de la Pokémon azul.

"Más te vale... Ahora... Dónde estarán las demás..." Murmura la pequeña antes de llegar a ver un par de colas moradas menearse detrás de la cocina. "Espeon!" Exclama alegre.

De detrás de la alacena, salió una cabeza de una especie de gato morado con un especie de piedra preciosa en la frente que le daba una estética indú, la felina miró a la pez y luego enfocó su mirada en el humano a su lado, se encogió de hombros un momento y siguió con lo que hacía.

"Em... Se supone que sea tan..." Murmura el peliblanco.

"Distante?, sip, así es ella. Es la sabionda de la familia y... También cocina rico!" Informa sonriente antes de sentarse en el sofá de la sala.

El chico miró a la ventana y notó que los rayos del sol se mostraban por el horizonte.

"Eran las 4 cuando comenzamos a caminar o que?" Pregunta el chico mientras se sentaba al lado de la chica pez.

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⏰ Última actualización: Sep 28 ⏰

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