Bob Esponja x Calamardo One Shot

gogogo

Allí estaban, sentados sobre la cama de Calamardo, completamente en silencio. Ambos querían hacerlo, pero el nudo en sus gargantas impedia cualquier intento de interactuar el uno con el otro.
Calamardo siempre fue un fiel practicante de todo lo relacionado al BDSM (su usuario en Twitter es @/DomDaddy69), pero ya que esta era la primera vez de Bob, quería que fuera especial para la esponja.
Una vez tuvo el valor suficiente, Calamardo se dispuso a dar el primer paso. Lentamente se acercó a Bob, quien tímidamente cerró los ojos esperando a que sus labios hicieran contacto con los de su enamorado. Se besaron por varios minutos, hasta que Calamardo no pudo resistir sus impulsos carnales y se quito la camisa, dejando al descubierto sus grandes pectorales y su marcado abdomen. El menor quedó embobado por el físico de su amante, quien al ver su cara sonrojada le preguntó:
- Te gusta lo que ves?
Torpemente, Bob asintió con la cabeza para luego ser besado agresivamente por el semidesnudo.
Sin pensarlo dos veces, Calamardo con ayuda de sus fuertes manos, abrió la camisa de Bob, rompiendo los botones y exponiendo su frágil torso en el proceso. Su piel era cremosa y suave, además de tener unos cuantos lunares esparcidos por todo su cuerpo. Avergonzado, intento cubrirse con sus brazos. Calamardo río y dijo:
- No tienes de que avergonzarte, chiquito.
Gentilmente aparto sus extremidades y comenzó a besar todo su cuerpo, provocando que Bob soltara pequeños gemidos que solo enloquecian cada vez más al mayor.
Bruscamente volteó al rubio 180°, le quito la camisa y besó su cuello mientras frotaba su hombría contra el trasero del pasivo.
Bob tenía miedo, no quería salir lastimado, pero estaba dispuesto a correr el riesgo. Además, ya no había marcha atrás, estaba tan necesitado que no podía pensar con claridad, lo único que sabía era que necesitaba a Calamardo dentro de él.
El más alto se termino de quitar lo que le quedaba de ropa, al igual que a Bob, y así comenzó a lamer su orificio. Una vez el pasivo estaba listo, luego de colocarse un condón y con ayuda de lubricantes, se disputó a entrar dentro de él.
- Ve despacio ¿Ok? - Suplico Bob.
- Si, cariño. Sabes que nunca haría nada para lastimarte - Respondió Calamardo, tranquilizando al pequeño.
Unos pequeños momentos después, el activo empezó a embestir lentamente, causando que ambos sintieran un gran placer, uno que nunca en sus vidas habían sentido hasta ese momento.

me canse hasta acá llegue