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Matthew Gellert Grindelwald el heredero del mago de la muerte se une a Hogwarts. ¿Por qué Grindelwald tendría un heredero? ¿Cómo es siquiera posible? ¿Acaso planea algo este mago? ¿Cambiará el futuro de Harry Potter?
Solo puedo decir que nadie es...
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La mañana de Navidad en la mansión Grindelwald se podría decir que era silenciosa, si no ponías atención a los ronquidos en cada habitación y los cascabeles del árbol en la planta baja.
Extrañamente Deimos era el primero en despertar en su habitación, soñoliento se tallaba los ojos antes de salir de la cama. No era el tipo de chico que se levantaba temprano para Navidad pero si era el tipo de chico que se levantaba para ir al baño.
Por otro lado mientras Deimos entraba al baño, Matthew despertaba y no por desición propia. El Bowtruckle había estado curioseando la habitación desde hacía un día, escondiéndose cada que podía de Hades y Matthew pero siempre a la vista. Ahora que había despertado había subido hasta la cama del castaño, curioso se acerco a ver que sonido emitía (pequeños ronquidos) molestando lo suficiente como para despertarlo.
Matthew se removió en sus sábanas antes de estirarse hasta que escucho los chirridos de la criatura en su cama.
—¿Qué haces aquí arriba? —cuestionó con alarma no din antes pedirle que se calmará — ¿Quieres desayunar ya?
La criatura negó dando saltos a la cama y corriendo bajo las sábanas. Matt ciertamente no sabía como interpretar aquello por lo que solo suspiro y salió de la cama.
Deimos terminaba por salir del baño pensativo en volver a la cama o dar comienzo a su día en aquel instante. Reviso el pasillo sin señal alguna de que alguien más estuviera despierto y pensó en que quizá podría dar un vistazo antes que todos a los regalos de aquel año.
Descalzo y con solo su pijama bajo las escaleras con una sonrisa traviesa. Mientras que Matt se terminaba de poner sus calcetines, no que hiciera frío pero no era fan de estar descalzo por la mansión.
Con la intención de primero pasar al baño abrió la puerta de su habitación, cerrando la detrás suyo pero el ruido en la planta baja le hicieron detenerse a dar un vistazo encontrando a su amigo bastante curioso por los regalos.
Recordando lo que debía hacer paso a tocar en las puertas de sus amigos, cerciorandose de que siguieran dormidos y luego deslizo un pergamino con un mensaje para su padre cuando se despertase, en seguida comenzo a bajar las escaleras algo nervioso cuando escucho un chirrido en su bolsillo. En el segundo escalón hacía abajo notó el bulto en su pijama y al asomarse notó al Bowtruckle hecho un ovillo y bastante asustado.
—Por segunda vez ¿Qué haces aquí? —susurro Matt con susto —. No puede verte nadie
La criatura dio un chirrido y comenzó a escalar por la pijama, queriendo conocer más del lugar dónde se encontraba y dejando atrás su temor.
—Volverás a la nieve —dijo amenazador para asustar le pero el Bowtruckle parecia tranquilo ante la idea del frío —. Vuelve a mi habitación
Un chirrido más fuerte salió de la criatura y Matt con pánico le siseo guardase silencio —Papá sigue dormido —declaró regresando a la habitación —¿Quieres morir?
