the Sound of the Knowledge

CAPÍTULO 2: DESCUBRIENDO PASIONES

El sol se filtraba a través de las cortinas de la habitación de Oliver mientras él se despertaba con un nuevo día lleno de posibilidades. Se levantó de la cama con renovada energía, sabiendo que hoy sería un día especial. Se encontró con Leah en el patio de la escuela, donde intercambiaron una mirada llena de emoción y determinación.

Mientras caminaban juntos hacia la clase de música, Leah confesó: "Anoche, escribí una nueva canción. Estoy nerviosa por compartirla, pero siento que es el momento adecuado".

Oliver la animó con una sonrisa: "Estoy seguro de que será increíble. Tu música es poderosa, Leah, y tienes el talento para tocar los corazones de las personas".

En la clase de música, la profesora, la Sra. Johnson, asignó a los estudiantes la tarea de presentar una composición original. Oliver y Leah intercambiaron una mirada emocionada, sabiendo que era su oportunidad de brillar.

Cuando llegó el momento de que Leah se presentara, su voz resonó en la sala de música mientras tocaba su guitarra con destreza. Las palabras de su canción hablaban de la lucha por la libertad de expresión y la importancia de ser auténtico. El aula quedó en silencio, cautivado por la sinceridad y la pasión que emanaban de Leah.

Mientras salían de la clase de música, Leah y Oliver se encontraron con Max y Sofía en el pasillo. Max llevaba un guion en la mano, mientras Sofía tenía una nueva lata de aerosol y una mirada determinada en su rostro.

Max les explicó emocionado: "He conseguido una audición para el papel principal en la obra de teatro de la escuela. Será mi oportunidad de demostrar que puedo hacer mucho más que papeles secundarios".

Sofía asintió y agregó: "Y yo tengo un plan para una nueva pieza de arte callejero. Quiero utilizarlo para expresar nuestra lucha contra la gentrificación y dar voz a los que no pueden ser escuchados".

El grupo de amigos se miró con determinación, compartiendo una conexión profunda basada en su deseo común de desafiar las normas y luchar por sus pasiones. Sabían que tenían un camino difícil por delante, pero juntos eran invencibles.

Sin embargo, a medida que avanzaba el día, los demás estudiantes no parecían tan entusiasmados con sus expresiones artísticas. Algunos los miraban con indiferencia, mientras que otros los ridiculizaban.

Leah sintió un nudo en el estómago mientras escuchaba los comentarios despectivos a su alrededor. Se preguntaba si algún día sería aceptada por los demás, si alguna vez entenderían su amor por la música.

Oliver notó la tristeza en los ojos de Leah y la abrazó suavemente. "No dejes que sus palabras te desanimen, Leah. Lo que importa es que estás siguiendo tu pasión y siendo fiel a ti misma. El resto vendrá con el tiempo".

Leah asintió, encontrando consuelo en las palabras de Oliver. Sabía que debían seguir adelante, perseverar en su búsqueda de la libertad y la autoexpresión, incluso si eso significaba enfrentar la desaprobación de los demás.

Juntos, el grupo de amigos decidió que no permitirían que las opiniones negativas los detuvieran. Estaban dispuestos a enfrentar los desafíos y luchar por lo que creían. Sabían que, aunque el camino no sería fácil, valdría la pena en última instancia

Más tarde, en la hora del almuerzo, los jóvenes se encontraban en el concurrido comedor de la escuela. Las mesas estaban llenas de estudiantes charlando y disfrutando de sus alimentos, pero Leah no podía apartar la mirada de Maya. Su rostro se teñía de un suave rubor cada vez que sus ojos se encontraban.

Leah se encontraba sentada en una mesa junto a Oliver, Max y Sofía, pero su mente y su atención estaban completamente centradas en Maya, quien estaba en una mesa cercana con sus amigos. Su corazón latía aceleradamente mientras observaba cada movimiento y sonrisa de Maya.