Angeline

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Estaba sola en la habitación del hospital, en la misma situación, intentando escapar de mis propios demonios, aunque lo sé... Ellos me aferran a este lugar, pero a la vez necesito irme.

Los encargados me vigilan y cualquier movimiento en falso podría hacerme caer en un sufrimiento por el cual muchas personas que estuvieron en esta habitación murieron.

Me llamo Angeline, tengo 24 años. La mitad de mi adolescencia la pase encerrada por estas cuatro paredes. Obligada a esconder un secreto por el cual mi vida corre peligro cada día. No tengo aliados, amigos, mucho menos a mis padres. Ellos prefirieron confiar en las enfermeras y encargados antes que en mí.

Era la hora del almuerzo, salí de mi habitación, cansada de los mismos pasillos, atormentada por los mimos gritos de gente ahogada en su silencio.

Me senté en la mesa, la cual ocupo todos los días alejada de toda persona.

Observé una anciana que vive hace mucho años aquí, ella fue una de las primeras personas que vi al llegar. No solo la vi envejecer, si no también note como su terminal enfermedad se apoderaba de su ser.

Se acercó a mi con su deteriorado andador, se sentó con ánimos de hablar.

-Hola.-le dije al ver como se sentaba,ella no respondió. Se limitó a correr mi bandeja a la otra punta de la mesa.-

-Ayer vi a todos mis espectros juntos. Gritaban y celebraban. Al fin se dieron cuenta que eras vos.- dijo la señora de golpe. Me asusté así que levante mi bandeja y salí de la cafetería.

Me dirigí a mi habitación, pensando en lo que habría querido decir la señora. Decidí volver a dormir para despejarme, dejar de pensar un rato.

Entre sueños tuve un presentimiento. Algo iba a cambiar, acabar. Iba a dejar una marca en nuestras vidas.

Cuando finalmente desperté, me dirigí a hablar con la señora. Pensé que quizás tendría algo que ver con lo que trato de decirme, ademas le debía una disculpa.

Llegue a su habitación, la vi observando por la ventana, ya que la puerta estaba abierta. Sin tocar noto mi presencia. Aún de espaldas exclamó:

-Sabía que vendrías.

-Venía a pedirle disculpas por como actué en la cafetería.- dije

-No pasa nada. Yo en tu lugar también me asustaría.

Le conté sobre mi sueño, el presentimiento que ahora vivía en mi, las ganas de que ocurriera. Ese cambio, lo necesitaba urgente.

Ella terminó de contarme su encuentro, que era lo que tenían planeado sus espectros. Mientras más rápido se lleve a cabo, mejor para todos. Venían con una propuesta de libertad.

Esta misma noche sucedería. Todos, incluyendo fantasmas, nos armaríamos de valor y dejaríamos salir lo que sentimos a la luz, ¿a que me refiero? A cortar las cadenas, lo que me aferra a este lugar. Dejaría salir mi pesado secreto. Pesado para mi, para mi única aliada, y para todos los demás que sufren a causa de él, de lo que guardan las paredes de este hospital.

La noche se hacia presente, había otro tipo de ambiente.

Recibí la señal de mi compañera anciana, proponiendo abrir las puertas hacia nuestra libertad.

Y así fue, sus ojos se tornaron de azul a un negro muy intenso. Abrió sus brazos e inmensos vientos se desplegaron de ella. Estos se convirtieron en sombras que arrasaban con la sala. Todos miraban asombrados. Los guardias, por miedo, ni se acercaron. Enfermos salieron de sus habitaciones a admirar el suceso sin saber que este sería lo último que su pobre vista apreciaría.

Las sombras con cada vez más fuerza azotaban los objetos, cuadros e incluso a las personas del lugar.

El suelo comenzó a temblar, las paredes a derrumbarse, en ese preciso instante todos entraron en pánico. El mismo terror que sentíamos nosotros al verlos acercarse.

Poco a poco el techo caía sobre nosotros, los muros ya descansaban en el suelo, junto a las personas que no llegaron a salvarse.

Cuando el odiado hospital ya era una simple ruina, noté que mi única aliada en la vida yacía junto a los restos. Nadie más estaba vivo.

Con mi cuerpo apoyado en algunos ladrillos, pensé en que después de tantas eternidades anhelando este día, finalmente sucedió. Abrí mis ojos.

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⏰ Última actualización: Jun 20, 2015 ⏰

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Abrí mis Ojos©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora