Spells And Hearts ♡︎

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Maddy Malfoy

Hoy es primero de septiembre, lo que significa que es mi primer día en la escuela de magia Hogwarts, los nervios que me provoca pensar que por los próximos 7 años estaré en ese lugar. El analizar que aquí se formará mi nueva vida, veré quienes serán mis amigos, tendré que pasar por varias pruebas mentales para ver el estatus de mi escuela y, además, convertirme en la mejor bruja de mi generación. Solo dejaré que las cosas fluyan y conspiren a mi favor.

Mientras analizaba toda esta situación, me estaba terminando de arreglar mi cabello. Hasta que Draco me interrumpió entrando de golpe a la habitación

—Hey, Maddy! Nos retrasaremos todos por culpa de tu estúpido cabello, deja eso y ven de una buena vez. Los demás están por llegar.— Dijo mi hermano estresado.

—Si, claro, solo dame un momento y voy.— Respondí un poco fastidiada y volví a mirarme en el espejo, cuando de pronto sentí un peluche golpearme en la cara, me voltee incrédula y para mí sorpresa era Theo atrás de Draco —Maldita sea, Niña Malfoy. Nos va a dejar ese estúpido tren por tu culpa y de tu maldito cabello, quieres apurarte?— Espeto Theo dándome una mirada de impaciencia.

—Carajo! Ya estoy lista, malditos impacientes. Por lo menos podrían esperar abajo?— Hable y los dos salieron de mi habitación, me levanté de mi tocador para ir de una vez a la planta baja. Pero antes busque mi celular y mi bolso de mano, cuando estaba a punto de agarrar mi cajón, entro a la habitación Enzo; mi mejor amigo.

—Por Merlin! Llegaste en el momento indicado, ahora, carga mi cajón.— Suspiré aliviada para luego empujar el cajón hacia sus pies

Enzo me miró, luego miro el cajón y me volvió a mirar —Buenos días, Mad. Yo también me alegro de verte, si quieres que sea tu esclavo, al menos, trátame educadamente.— Soltó sarcásticamente mientras alzaba mi cajón

Teníamos que irnos lo más pronto posible, ya que antes debíamos ir al Callejón Diagon y luego comprar algunos materiales que nos faltaban. Eran las 13:30pm y el tren salía a las 16:00pm, así que debíamos irnos ya, pero había un problema, faltaba alguien; Regulus.

El maldito no daba señales de vida y éramos vecinos. Desde pequeña Enzo, Theo, y mi hermano han sido mi grupo de amigos ya que nuestras familias siempre han sido muy amigas. Excepto con Reg, mi familia no tenía ningún vínculo con la suya, además, lo conocimos hace 5 años cuando se mudo cerca.

—Merlin, Regulus. Dónde carajos estabas?— Soltó Draco un poco molesto por la demora de Reg —Lo siento, lo importante es que estoy aquí. Tenemos que irnos.—

[...]

Ya estábamos en el callejón Diagon, por lo que teníamos que separarnos para así poder comprar las cosas faltantes. En mi caso y en el de Enzo habíamos planeado adoptar algún animal, así que empezamos a comprar de una vez. Empezando por “Varitas Ollivanders” empezamos a probar diferentes varitas hasta que por fin yo encontré la indicada.

—Excelente elección, señorita Malfoy!— Dijo el Señor Ollivander para luego explicarme los detalles de la varita escogida.— Varita Plateada de la Luna, está esculpida en madera de abeto plateado, detalles lilas entrelazados en su empuñadura. Es de 28 centímetros, su núcleo alberga fragmentos de La Roca Lunar, otorgándole así una conexión especial con la magia lunar. Al utilizarla, la varita emana un resplandor plateado y deja estelas de luz color lilas en el rastro de los hechizos. Conocida por su afinidad con encantamientos de ilusión y la manipulación de sueños, una poderosa varita Señorita Malfoy, única.—