love story

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El primer día de clases para Fyodor en la Universidad de Yokohama fue emocionante. Siendo uno de los mejores estudiantes en Rusia, nadie era un digno oponente para él. Sus cuentos eran admirados por muchos, y a pesar de su corta edad, tenía un gran futuro como escritor.

Sin embargo, todo eso cambió cuando se convirtió en estudiante de intercambio. Afortunadamente, no tuvo dificultades para encontrar un departamento gracias a su mejor amigo Iván Goncharov, quien estudiaba Filosofía y le ofreció asilo en su departamento. Fyodor se encontraba sentado en los asientos de las primeras filas, tomando notas de todo lo que decía Natsume Soseki. Se sentía halagado de recibir una clase de alguien a quien consideraba un ejemplo a seguir. Estaba a mitad de la clase cuando...

De repente, se escuchó una voz masculina.

- ¿Puedo pasar? - preguntó un chico castaño que se encontraba en la puerta con una sonrisa en sus labios.

Fyodor pensó para sí mismo: "Es lindo". Al darse cuenta de que el castaño lo miraba, volteó la cabeza hacia otro lado, ocultando el pequeño sonrojo que se formó en sus mejillas. Natsume pareció tomarlo con gracia, como si fuera algo habitual entre ellos.

- Adelante, Dazai - comentó Natsume. Y como un imán magnético, Dazai caminó tomando asiento al lado de Fyodor. No tomó notas, simplemente se quedó escuchando la clase en silencio. Mientras tanto, Fyodor lo analizaba de cerca... Mentiría si dijera que no sentía atracción hacia él. Había algo en Dazai, algo indescriptible, que llamaba la atención. Apostaba a que muchas chicas estaban tras él y probablemente tenía pareja.

Perdido en sus pensamientos, no se dio cuenta de que la clase había terminado hasta que vio a todos retirándose del salón. Rápidamente recogió sus cosas cuando la voz de Natsume lo sacó de su trance.

- Fyodor.

- Dígame, maestro.

- Bienvenido a Yokohama.

- Gracias, maestro - respondió, tomando sus cosas. Fyodor solía ser un poco frío y seco con las personas.

- Si necesitas ayuda, Dazai podría ayudarte.

- ¿El chico castaño que llegó tarde a la clase? - preguntó, haciéndose el desentendido, aunque en realidad había observado a Dazai la mayor parte de la clase, deslumbrado por su enigmática, fantástica y mágica energía. Natsume asintió, dedicándole una sonrisa de boca cerrada.

- Disfruta tu estancia aquí - finalizó, empezando a recoger sus cosas. Fyodor pasó junto al asiento de Dazai y notó un lápiz olvidado. Lo guardó consigo y salió del salón. Quizás al día siguiente, si volvían a compartir clase, se lo devolvería como excusa para acercarse a él. Tal vez era un cliché y una tontería, pero al menos quería entablar una pequeña conversación con él.

Pasaron dos semanas y Dazai no regresaba a clases. Era extraño. Fyodor seguía guardando el lápiz entre sus cosas, como lo hacía todas las semanas al terminar la clase de Natsume.

- ¿Sería tonto si preguntara? - pensó Fyodor para sí mismo. En un arranque de valentía, se levantó y llevó sus cosas al escritorio del profesor.

- Maestro Natsume.

- Fyodor, dime, ¿necesitas algo? - cuestionó Natsume, sorprendido de que el ruso estuviera haciendo una pregunta, ya que nunca lo había hecho en todas sus clases, a diferencia de los demás alumnos.

- Quería saber si... sabía algo de Dazai - preguntó, sintiéndose un poco tonto. - La última vez me dijo que si tenía alguna duda, le preguntara a él, pero hace días que no se presenta.

- Hmm - Natsume hizo un gesto. - Tienes mala suerte, muchacho. Yo tampoco sé nada de Dazai, probablemente regrese la próxima semana. Nunca se sabe con él. Pero si necesitas ayuda, puedes ir a la biblioteca de la escuela.

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⏰ Última actualización: Apr 28 ⏰

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