capitulo 18

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Mire su cara, parecía triste, tenía su mirada en el suelo mientras apretaba sus dientes se manera algo enfadada

— q-que? No....solo es que...tengo que volver a casa y recuperarme de la perdida...ya sabes - voltee mi mirada a un costado

— se que es algo tonto y un poco dramático pero al saber que cuando vuelva a casa no podré encontrarla/o allí en casa, jugando con sus juguetes...me hace sentir mal, porque se que nunca mas la/o volveré a ver

— solo necesito .....terminarlo con - siento como una de las manos de Mychael me frota la espalda como mientras de ....consuelo?

Me sonrió suavemente mientras me veía a los ojos, su mirada era gentil, y ese color azul volvió a su rostro

— está bien.... entiendo, pero tal vez este lugar pueda ayudar a que te sientas mejor, es un buen momento para tomar una siesta¿verdad? Lo e escogí solo para ti. Porqué no te acuestas

Sus palabras extrañamente me hacían que mi cuerpo se calmara, mi cabeza se sentía pesada y mi visión se comenzaba a nublar

Porqué tenía tanta prisa en irme...?

Me recuesto en el césped para luego cerrar los ojos y descansar mi cuerpo

Sentía que poco a poco todas mis preocupaciones se marchaban...y mi deseo de....cuál era mi deseo? Ah...no lo recuerdo

Por favor...solo...quédate un poco más

Un poco más por favor

— .... o-oh aquí tengo algo más aqui que mostrarte - Metió su mano en la cartera, y saco una cajita de madera - se llama Kalimba

Parpadee varias veces y la claridad a mi mente volvió por un segundo, sacudí mi cabeza para poder prestarle atención

La caja encargaba perfectamente en sus manos, Mychael la sostenía como si estuviera escribiendo en un teléfono

Puede notar que tenía un agujero en medio con finas tiras de metal dispuestas en forma triangular encima

— oh...q-que hace? - una sonrisa algo orgullosa se dibujo en su rostro

— te lo mostrare, luciérnaga - comenzó a tirar de las puntas metálicas. Un suave sonido resonaba con cada movimiento en su pulgares

No pude reconocer la canción en mi memoria, puede que el mismo la haya echo

Cerré mis ojos y disfrute la dulce melodía, me acosté en el césped mientras eschiba aún la melodía

Mychael soltó una suave risita

— relájate y escucha todo el tiempo que quieras, luciérnaga

...

Me debí a ver quedado dormida cuando lo último que sentí fue que alguien tocó mi hombro

— Hmmm...- le di un empujón levemente a su mano, el soltó una suave risita al ver que me negaba a despertar

— está bien. Quiero decir si prefieres quedarte...

Abrí mis ojos de golpe y sacudí mi cuerpo por instinto

Mychael se asustó un poco a mi repentino moviendo, me miró con la Kalimba en su regazo y media cadena de nomeolvides en sus manos

— ¿Q-qué?... - el me miró sorprendido, aún con las flores en sus manos

— no puedo creer que me quedé dormida, E-yo solo necesito...

— está bien - Mychael me interrumpe, sus manos bajan hasta su regazo con un suspiro pesado - E-esperaba que....n-no importa

Me dió una palmadita en el hombro, aunque su sonrisa no llego a sus ojos

— gracias.... por estar aquí conmigo, quizás podamos hacer esto de nuevo algún día. Si, si alguna vez te vuelvo a ver

— vamos a llevarte a casa - me sonrió de vuelta

Se puso de pie y me ayudó a levantarme, sacudió la suciedad de sus pantalones y tomo su bolso

— vamos

Los Hongos Dulces Del Bosque (Mychael y lectora) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora