Estaban los dos acostados en la cama, él con la cabeza sobre la almohada observando las cortinas del ventanal de la habitación principal moverse con la brisa de la tardecita mientras que Darwin tenía su rostro descansando sobre su panza cubierta por una fina remera de algodón, alternando entre mimos sin apuro y besos cortos a su vientre. Edinson a veces cierra los ojos como cayendo en un corto sueño pero el tacto del más joven en su -todavía- plano estómago continuaba despertandolo. Él duda por un momento, pero luego decide posar su mano sobre sus cabellos largos y sueltos y acariciarlos. Siente como este hunde más la punta de su nariz sobre su piel y los escalofríos que recorren cada nervio del cuerpo de Edinson se encienden como chispas.
"Mmm, me encanta cuando me acaricias la cabeza. Me hace acordar a cuando era pequeño y me lo hacías para que me duerma"
Darwin está acostado en la cama usando solamente una corta malla negra, todo su torso y piernas al desnudo dejando ver todos los tatuajes y músculos que posee en su cuerpo, sus brazos largos y algo torpes rodeando su cintura.
Edinson cierra los ojos y le reza a Dios que lo perdone, que no lo considere un pecador; pero en el fondo sabe que no podrá evitar el Infierno porque al final del día si lo es, ya que nadie normal mantendría relaciones con su propio hijo y contendría en sus entrañas a la criatura de semejante acto.
Pero nada de lo que sucede en este momento es planeado. Edinson en realidad no deseaba mantener ninguna nueva relación, ni amorosa ni carnal, dado lo tumultuosa que todas ellas fueron a lo largo de su vida (todas excepto una, pero de esa no hablará en este momento) así que la situación mantenida con su hijo en este momento es caótica y muy superficial, por lo menos de su parte.
Darwin es su primogénito, el único bebé biológico de la relación con su ex-esposo, fruto del caos y la avaricia de quien fue su compañero de selección y de vida por muchos años. Y como tal, no fue planeado, y en su inconsciente Edinson nunca estuvo preparado para tenerlo en ese momento, pero entre la manipulación psicológica de Suarez y que el solo hecho de pensar en deshacerse de algo mitad suyo lo aborreciera decidió tenerlo y cuidarlo. Pero así y todo jamás pudo sentirlo realmente suyo.
Luis siempre fue el más autoritario de los dos, el de la mano dura. Recuerda tardes en que Edinson observaba por la ventana de su quinta como Luis le enseñaba a jugar a la pelota a un pequeño Darwin hasta altas horas de la tarde y como luego él solo era capaz de secar las lágrimas y curar los raspones en sus rodillas y codos, con el niño enterrando su cabecita entre el hombro y cuello de su madre, sin poder tener el coraje suficiente para decirle a su marido en ese entonces que se detuviera.
Y luego los años fueron pasando, así como la relación entre ellos. Cuando Facundo nació fue cuando la relación con su ex-pareja comenzó a desarmarse del todo, y cuando él sintió también que la relación con su hijo cambiaba.
El menor de sus hijos sí fue deseado, además de ser concebido con alguien que él sí quería. Martín siempre fue una persona amable y cariñosa con él, y jamás le negó nada de lo que pidió, incluso cuando Edinson le dijo que no estaba interesado en formar una relación con él más allá del vínculo alrededor de su bebé, si es que él quería formar parte de esta.
Y él siente -y con razón- que Darwin un poco creció con recelo sobre la relación con su hermano, a quien su madre demostraba más afecto sin razón, y Edinson lo puede entender, lo entiende.
Así que con el pasar de los años todo en la familia fue decayendo, porque en donde no hay vínculos verdaderos no se puede esperar demasiado, y eso lleva a lo que sucede en la actualidad.
Desde hace alrededor de un año y unos meses, notó un cambio en la actitud de su hijo mayor alrededor suyo, pero al principio pensó que era una cuestión de que ambos por fin jugaban juntos en la selección uruguaya y había una mayor cercanía profesionalmente; pero luego notó que con su padre no existía tal vínculo o cercanía así que no omitió ninguna opinión y dejó que Darwin se acercara cada vez más a él con el propósito de que quizás podían arreglar su relación...Pero nunca estuvo más lejos de eso.
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El Huracán {EDINSON CAVANIXDARWIN NÚÑEZ}
FanfictionEstaban los dos acostados en la cama, él con la cabeza sobre la almohada observando las cortinas del ventanal de la habitación principal moverse con la brisa de la tardecita mientras que Darwin tenía su rostro descansando sobre su panza cubierta por...