Harry Potter y el Ritual del Matrimonio Mágico -COMPLETO-

Capítulo 6: Wand Woes

Varita Woes

La oficina del sanador estuvo en silencio durante unos segundos. Entonces Hermione saltó y comenzó a caminar desde su silla hasta la puerta y de regreso. Se volvió hacia Healer Brown, respiró hondo, abrió la boca y se congeló.

Regresó a su asiento y volvió a caer en él.

"Quiero gritar y gritar. Quiero destruir cosas. Quiero despotricar. No puedo porque usé mi varita unas veinte veces hoy y la lealtad a Albus Dumbledore me abruma."

Hermione resopló. "Todavía estoy loco."

Se paró y miró a la puerta. "Necesito una varita nueva. No puedo soportar separarme de mi vieja varita."

Caminó en círculo y miró la puerta de nuevo. "Por qué no recuerdo haber dejado que Snape y Dumbledore pusieran esas runas en mi varita? Debo haber sido olvidado. No puedo creer que Albus Dumbledore lo permita."

Hermione miró a Healer Brown. "Necesito una varita nueva."

Hermione caminó hacia la puerta y se volvió. "Todavía estoy loco."

Ella abrió la puerta y salió. La puerta se cerró.

El curandero Brown escribió una nota y se la envió a George Weasley.

-ooOOo-

George condujo a Healer Brown a su oficina en la parte trasera de la tienda Weasley's Wizard Wheezes.

Después de veinte años, todavía usaba la pequeña oficina de hoyos en la pared que el W.W.W. La potencia comercial comenzó desde.

"Conociste a Hermione otra vez?" George preguntó.

"Si! Ella es un desastre. Alguien necesita tomar alguna acción directa. Si estoy conectado a él de alguna manera, me sorprenderán." El sanador Brown miró a su alrededor. "Es seguro aquí?"

"Estás tan seguro como yo. Los humanos como yo siempre serán el eslabón débil en cualquier medida de seguridad que tome." George sonrió.

"Hmm! ¡Bueno! Esto es lo que debe suceder. Alguien debe quitarle la varita de la señora Hermione Weasley y destruirla. Ella no se rendirá voluntariamente. Si va a ser liberada de la prisión mental en la que se encuentra en este momento, debe ver su varita destruida, quemada y aplastada al polvo."

George miró fijamente al sanador," Eso es directo, ¿no es así, no hay otra manera?"

El sanador Brown se levantó para irse. "La varita es el primer problema que debe ser tratado. No voy a explicar el cómo y el por qué. Se necesitará una campaña larga y difícil para convencer a la señora Weasley de que abandone su varita. Cualquier campaña de este tipo ciertamente fracasará."

George se puso de pie y abrió la puerta. Caminaron hacia la puerta principal de la tienda. George tarareó y se dio la vuelta.

"Sí, eso hará bien."

"Qué será?" Preguntó el sanador Brown.

"No me hagas preguntas y no te diré mentiras. La respuesta a nuestro pequeño problema está en algún lugar de esta tienda. Déjalo conmigo." George sonrió.

El curandero Brown miró a su alrededor la vasta y deslumbrante colección de mercancía de W.W.W. "Oh, ya veo. Gracias, George. Adiós."

-ooOOoo—

Necesitaba aliados. George tenía un plan, pero necesitaba a alguien que no levantara sospechas para poner el plan en acción. Wizard Wheezes de George y Weasley tenía una reputación merecida cuando se trataba de regalos de aspecto inocente que de repente se convertirían en otra cosa; algo maloliente, fuerte y vergonzoso, a menudo todo esto.