Love Yourself, Emma.

Capítulo 26

Killian.

—¿Entonces, la llamarás? — pregunto Laila frente a mí con una cerveza en la mano.

Aún seguíamos en el punto, ya era pasada la media noche, pero ninguno de nosotros quería irse a casa.

Habíamos comprado un Sixpack de cervezas y estábamos sentados en mi auto, fumando y hablando.

—No lo creo Laila, después de todo lo que le dije creo que lo mejor es que la deje tranquila, Emma no merece algo así, ya ha pasado por mucho y hoy fui una completa mierda con ella... — dije sin mirarla — no diré que no sigo molesto por lo que hizo, pero tampoco puedo negar que mi acción no fue la mejor de todas.

—Creo que debes llamarla — mencionó ella.

—¿Y si no contesta? — pregunté volteandome hacia ella.

—Se que lo hará — comentó segura — confía en mí, solo hazlo.

Lo pensé por varios minutos antes de hacerlo y al final terminé por aceptar, ¿Qué podía perder?

Si contestaba, podía hablar con ella.

Y si no lo hacía, solo perdería una llamada.

Tomé mi celular buscando su número entre mis contactos, le di a llamar y el repicar de mi celular sonó por los altavoces de mi auto, lo había conectado para escuchar música con Laila mientras hablábamos.

Repico 1

2

3

4 veces y no contestó, mire a Laila y la escuché decirme que esperara.

Mi celular dejo de repicar y me gire de nuevo para mirarla.

—Te dije que no contestaría.

—Llámala de nuevo, sé que lo hará — repitió ella — confía en mí.

—No lo hará Laila, está molesta y se que no lo hará, ni siquiera yo lo haría después de lo que hablamos.

—Solo, hazlo y ya — me pidió — Algo me dice que debes hacerlo.

Volví a llamar y el repicar de mi celular volvió a sonar por los altavoces.

Escuché el celular de Laila sonar y vi como lo miraba extrañada antes de contestar la llamada. Mientras yo seguía mirando la pantalla de mi celular, esperando a que ella me respondiera.

Pero...

¿Que le diría si me respondía?

Hola Emma, perdón por ser un idiota contigo, ¿Podemos hablar?

No, la verdad no lo había pensado.

—¡¿Qué?! — dijo Laila preocupada, sacándome de mis pensamientos.

—¿Sucedió algo?.

—Es sobre Emma — dijo, y de inmediato colgué la llamada que aún seguía esperando a ser contestada.

—¿Qué sucede? — pregunté comenzando a preocuparme.

—Espera, estoy con Killian, te pondré en altavoz — dijo ella, separando el celular de su oído.

Pensé que sería Emma la que estaba llamando, pero mi decepción se hizo presente al ver que era Leidy.

—Ahora sí, dime, te escucho — dijo Laila.

—No sé dónde está Emma, ¿Ustedes la han visto? — pregunto Leidy, pude reconocer ese tono de voz, estaba ebria.

—Debe estar en su casa — dije seguro.