One-shots [Shadowpeach] Lmk

•Te necesito en la cama•

Wukong estaba entrenando a Mk, un entrenamiento muy duro, el joven no habia podido ni siquiera golpear o tocar a Wukong. Estaba siendo muy rudo. Pero todo por decisión de Mk, queria ser más fuerte y por eso necesitaba de un entrenamiento mucho más avanzado

El chico cayó agotado al suelo, su pecho subia y bajaba rápidamente, tenia sus ojos cerrados mientras trataba de concentrarse en los ruidos de su alrededor como le había dicho Wukong. Este se lanzó para atacarlo pero fue esquivado por Mk que dió una pirueta rapida para levantarse de ahi y alejarse lo más que podía. Tomó su bastón que tiempo antes habia sido lanzado lejos de su alcance y lo posicionó como un escudo cuando una patada de Wukong intentó atacarlo. Pero esa suerte no duró mucho, un clon de Wukong tomó a Mk y lo lanzó lejos, chocando contra una montaña

—tienes que mantenerte alerta con tu alrededor— dijo Wukong con una mano en la cintura. Estaba a punto de ir hacia donde estaba el joven cuando empezó a sentir mas calor en su cuerpo. El día estaba algo gris y el viento era un poco helado como para que sea normal ese cambio de temperatura. Se sintió más debil con solo moverse de lugar al ver que Mk se lanzó con fuerza hacia el. Sus movimientos eran más lentos, mostrando desventaja

El entrenamiento que en un comienzo era un reto imposible para Mk ahora era más facil y relajado para sus músculos que estaban sufriendo por la fuerza que estaba ejerciendo en cada defensa. Se asombró de si mismo lograr derribar a Wukong patenadolo y haciendolo caer

El rey cayó de cara contra la tierra, escupió tierra y se limpió la cara con la manga, notó que estaba sudando excesivamente sin haber realizado mucho ejercicio, de hecho, el nunca sudaba si no era oara enfrentarse contra todo el ejercito del reino celestial —Dame un momento, chico— se sentó en el suelo, ahora el era quién estaba agotado, su respiración era cortada y la ropa que tenia puesta le incomodaba demasiado, se quitó la bufanda dejando libre su cuello y luego se quitó la armadura

—ya te cansaste con este "pequeño" combate?— se rió al ver la expresión enojada de Wukong —Parece que te he ganado— movió hábilmente su bastón antes de guardarlo en su oreja, luego se sentó al lado de su mentor, este sintió una gran necesidad en su parte baja que habia estado ignorando todo el día, se miró discimuladamente tal parte, para luego mirar a Mk con una sonrisa nerviosa

—Parece que si me ganaste, pero no oara la próxima! Que te parece descansar el resto de la tarde, te ves agotado— sugirió

—no soy el único— dijo orgulloso —Esta bien, tal vez pueda jugar con Mei el juego de Monkey Mech— se levantó volviendo a sacar su bastón —Nos vemos mañana Monkey king!— se despidió y se fue de alli. Wukong corrió rápidamente a su casa, cerrando la puerta y las ventanas, tapó todo lugar que dejara ver desde afuera el interior, y cuando ya se sintió seguro y solo en la cabaña se fue hacia el baño decidido a lo que tenia que hacer

—Por que tenia que pasarme esto a mi— se quejó, cerró la puerta del baño para darse más privacidad de la que ya tenia, respiro ondo, aun no muy seguro de lo que estaba a punto de hacer —Sera rapido— mientras se quitaba la ropa y entraba a la bañera una idea se le vino a la mente, su cara se puso roja por solo pensar en el guerrero, se cacheteo fuerte y se sentó lentamente

No sabia muy bien como empezar, en toda la temporada de celo siempre habia sido acompañado por Macaque, quien lo mimaba hasta que esa necesidad de ser tocado se acabara. Después de que lo matara, cada vez que necesitaba caricias duraba un gran tiempo encerrado y alejado de sus monitos, intentando calmar esa necesidad

Pero ya estaba harto, si quería acabar con esa situación de una vez tenia que masturbarse hasta quedar satisfecho

Asi que procedió a atender su pene flagido, moviendo su mano de arriba a abajo y abajo a arriba en un vaiven lento pero seguro, sentia incomodidad hacerselo el mismo pero no tenia otra opción. Después de un buen tiempo decidió parar, pero esa necesidad de volverlo a hacer regresó en segundos, pero esta vez necesitaba más. Volvió a lo que hacia antes pero más rápido y desesperado, la habitación comenzó a sentirse más caliente y solo se escuchaban gemidos de Wukong en la bañera. Cada vez iba más rapido, su pene ahora erecto era saciado por los movimientos de la mano de Wukong, no duró mucho hasta que se corriera en la bañera, pero aun no era suficiente