Antes de empezar a sumergirnos en este capítulo, tengo que dejar en claro algunas cosas.
Esta idea nació después de acordarme/leer varias fakeconversations que Katsura-Sunoichi hizo a lo largo de los años desde 2016 aproximadamente. Muchas de estas ideas nacieron en los últimos meses y, la verdad, toda esta cosa nació solo por una idea que me apareció para mi idea principal (O'im/Dawnus). Aunque Zed no era el personaje que apareció en mi cabeza, sino que era algo con otro personaje, la verdad es que necesitaba utilizarlo.
Por otro lado, esto está ubicado en el mundo de Yu-Gi-Oh! Duel Monsters, sin embargo, en mi cabeza, los chicos no se llegan a conocer hasta que ellos están entre sus 20 quizás. Un poco más, un poco menos. Más allá, quise poner esto porque NECESITABA algo que resumiera lo que, en mi cabeza, se volvería lo que OTROS ven de ellos dos.
Y, de verdad, solo diré esto, no creo poner perspectivas de otros personajes más allá de mis originales, aún cuando mencione a los demás debido a que, en esencia, NO sé cómo voy a manejar esto y, en especial, porque tengo miedo del momento en que Yura sepa y se va a vengar de Daniel por esconder su matrimonio (aunque él está férreo a que no hizo nada debido a que, en esencia, no es un "matrimonio legal" a causa de que no hubo idea al registro civil).
--
Zed no creía en el amor, no en aquel amor de cuento de hadas que había quedado plasmado desde la publicación de Romeo y Julieta desde lo que Wallace hizo con él a los quince años. Lo había destruido al grado de desear con tanta fuerza ser más como Zenda: ser un ser arromántico total para no volver a sufrir de entregar su corazón a nadie. Ese pensamiento era únicamente algo personal.
Porque, si lo relacionaba a sus amigos, la historia era muy diferente.
Odiaba la palabra destino. Odiaba decir que un romance estaba predestinado. Odiaba la sola idea de pensar que algo podría existir solo porque alguna fuerza superior así lo dictaba. Tenía fuertes problemas con la idea de un Dios todopoderoso, sin embargo, con Jezel bien podía hacer una especie de excepción, porque no entraba en la regla. Y todo desde que Daniel había llegado al curso en primavera cuando Jezel y Daniel iban a cumplir ocho años.
Cuando pensaba en ese momento —incluso sin haber estado presente— podía escuchar una extraña voz de sirena enredando sus almas al momento en que ambos se conocieron.
Zed no se consideraba alguien chismoso, sin embargo, podía considerarse alguien bastante observador con pequeños gestos y, ciertamente, tenía más de diez años observando el comportamiento de Jezel y Daniel. Jezel, quien había sufrido bastante antes de llegar a Ciudad Domino, tenía un lenguaje del amor bastante complejo, por no decir extraño y era que, en un principio no podría tocar a las personas al considerarse alguien inferior al resto. El vivir en Japón ciertamente ayudaba a tener un contacto humano limitado, sin embargo, aquello iba cambiando con el paso del tiempo y la confianza que desarrollara.
No tenía idea de qué relación había entre ellos desde los catorce años, momento en el que Jezel cambió por completo a volver a tratar a Daniel más como un desconocido que alguien a quien conocía desde hacía casi cinco años. No era capaz de tocar más allá de su ropa.
Jezel había pasado de ser un niño curioso y retraído a un adolescente muchísimo más retraído y cerrado. Se había cerrado a cal y canto en sus emociones al grado de serle imposible mostrar cualquier sentimiento que no fuera curiosidad con aquel movimiento de cabeza que recordaba a la curiosidad de las aves. Incluso su ropa tuvo un cambio tan enorme a causa de lo delgado y menudo que era, vistiendo ropa hasta cuatro tallas más grande de las que necesitaba.
ESTÁS LEYENDO
Because
FanfictionPorque, sin importar el mundo, Jezel y Daniel siempre terminan conociéndose. O, al menos, la perspectiva de diversos personajes al cómo estos dos terminan enamorándose y cómo esa relación va funcionando poco a poco.