Capítulo III

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"Aprendiendo"

El canino satisfecho entró a la habitación de su madre quien se encontraba sentada viendo la ventana - ¿tienes algo? - pregunto Rubi sin despejar la vista de la ventana.

- los rehenes por fin hablaron - se acerco a ella sentándose a su lado

- ¿¡enserió!? - se dio la vuelta muy alegre y emocionada tal como una niña chiquita - ¿que dijeron?

- bueno, dijeron que la anterior Reina de este lugar tuvo un hijo  - dijo algo feliz por que su madre ya estaba de mejor humor.

- ¿hijo? Seguro que lo escondio cuando supieron que íbamos a atacar - se dio una pequeña palmada en su frente. - ya tendré tiempo de pensar en el, total ya pasaron un buen de años, parece que no le interesa recuperar su reino - se alivio al saber que no tendrá que pelear con alguien.

- Bueno hijo mio, es hora de entrenar, te espero en el campo de entrenamiento - dijo con una sonrisa, acaricio la cabeza de su hijo y se fue del lugar en dirección al campo de entrenamiento.

Cuando la mayor se fue por completo el can pensó en su cabeza "No te entiendo madre, aveces siento que te odio pero cuando me demuestras la más mínima muestra de cariño me siento mal por odiarte" suspiro frustrado y se fue a entrenamiento.

【🎯】

Ya en el campo vio ya para el las típicas Dianas para arcos (🎯) que se encontraban en la pared más lejos de el, estas Dianas se movían haciéndolo más difícil, pero este no debía darle al blanco con flechas el debía darle con sus poderes de fuego.

Se paso intentándolo un montón de eveces, pero ese no era su fuerte, su fuerte era el combate cara a cara.

『🐈‍⬛💚』

Por otra lado tenemos a acenix en la escuela en la hora del recreo en un rincón jugando con sus poderes nocturnos, se divertía creando figuras con las manos haciéndolo en diferentes formas, hasta que un chico se le acercó haciendo que el contrario parara de inmediato asustado.

- ¿Que haces? - pregunto extrañado al verlo reír durante unos 15 minutos escondiendo algo entre las manos

Estaba tan nervioso como si hubiera cometido un delito - ¡nada! - escondia su mano derecha detras de su espalda sin saber que hacer con la magia creada.

El otro queriendo respuestas jaló su mano haciendo que la esfera de agua se cayera y solo viera su mano vacía - eres raro... - soltó su mano y se fue.

Acenix podía respirar, por suerte el chico no noto la pequeña magia desprendida, regreso a su salón y se dispuso a dormir el resto del recreo, no podía evitar usar sus poderes además por hacer magia durante el día se había cansado demasiado, Cintia le había advertido de no usar sus poderes durante el día porque podría dormirse con facilidad.

Despertó sonmiolento cuando sonó el timbre indicando que ya haba acabado el recreo, el resto del día fue muy aburrido.

🌙

En la noche volvió a los entrenamientos con Cintia - ok acenix, hoy vas a aprender a hacer tormentas nocturnas - hablo Cintia con un libro en mano.

Enemigos AmantesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora