Raising Octopus Juvenile

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En la iglesia solemne, la luz brilla a través de las vidrieras, reflejando las sombras moteadas.

El hombre de rostro amable se paró frente al altar sagrado, sosteniendo un libro viejo y oscuro en sus manos.

Debajo de él, estaban todos los creyentes cuidadosamente ordenados. Los creyentes inclinaron la cabeza religiosamente y murmuraron oraciones en silencio. La voz baja de la oración hizo eco en la iglesia, mirándola santa y magníficamente.

Marty se sentó en la esquina de la iglesia, con las piernas dobladas, apoyando la barbilla, mirando esta escena con una sonrisa.

Estaba escondido en la penumbra, sus ojos eran fríos y oscuros.

"¿No te unes a nosotros?" Después de un período de tiempo desconocido, el hombre frente al altar se acercó, cerró las páginas y miró a Marty.

Los creyentes siguen orando sin supervisión, esta es ya su acción espontánea.

"No, mis creencias son diferentes a las tuyas." Marty sonrió. "Hablando de eso, ¿cómo se preparan los sacrificios?"

El hombre respondió solemnemente: "Todo está listo, no pasa nada".

"Es infalible ..." Marty entrecerró los ojos levemente, golpeando suavemente con los dedos su barbilla, "No es infalible, ¿verdad?"

El hombre frunció el ceño con nerviosismo: "¿Pasa algo?"

"No se puede decir que es un problema, hay que decir que es una variable desconocida ..." murmuró Marty, como hablando consigo misma, "Aunque ya nadie puede amenazarme ... pero ella es de hecho, el más grande en este momento. Desconocido ".

El hombre guardó silencio por un rato y finalmente reaccionó: "¿Estás hablando de la chica de pelo blanco?"

Marty no respondió, pero la expresión de sus ojos lo explicaba todo.

El hombre mostró una mirada clara y miró a los creyentes que tenían delante.

"Su padre está aquí. No es difícil conseguirla".

Marty negó con la cabeza: "Ella no está cerca de ese hombre".

El hombre se rió: "¿Conoces siquiera este tipo de cosas?"

Marty lo miró, sus ojos vagando, sin hacer ningún sonido.

Todavía recordaba la noche iluminada por la luna.

Él y una niña blanca como la nieve fueron tragados por el monstruo que hizo. El olor a sangre y carroña era muy apestoso, pero él no estaba aburrido, solo interesante.

Ante este tipo de situaciones, la mayoría de la gente tiene miedo, ¿verdad? Pero Cecil no lo hizo, estaba más tranquila de lo que esperaba.

Flotó débilmente en el charco de sangre, sus extremidades estaban corroídas y pudo hablar con él en paz.

Como un espectador frío.

Marty nunca ha visto a una persona así.

Vio que ella era tan frágil, delgada y vulnerable.

Pero tan poderoso.

Pensó que en el nuevo mundo que estaba a punto de comenzar, debería haber un ser humano tan sobresaliente, que lo ayudaría y estaría a su lado.

Por lo tanto, no quería que Cecil muriera. Quería acercarse a Cecil y dejar que Cecil se uniera a él como algo natural.

El resultado superó con creces sus expectativas.

Cecil no murió, pero no de la forma que esperaba.

"Se dice que la niña fue llamada el sacramento por el mutante." El hombre dijo lentamente: "No importa qué tiene de especial ... realmente la merecemos".