NO TE VAYAS

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Era una tarde de abril cuando comenzó el día más trágico de la vida Dulce María Guevara Saviñón, hija de un acaudalado empresario inmobiliario multimillonario, dueño de una de las inmobiliarias de bienes y raíces más importantes de la ciudad de México.

Hace algunos años atrás.

-Dulce, mi amor se nos hace tarde para irnos al final de la ruta por donde vamos a subir a la colina Tenemos que ir a reencontrarnos con Alfonso y Cecilia. -Se le oyó decir a Julio Cesar cuando se acercó a Dulce María, para que los dos se subieran a una motocicleta de carreras que venía comenzándola a encender.-

-Julio Cesar, esperemos entonces a que llegue mi hermano Alfonso con Cecilia, para irnos todos la colina antes de que anochezca, él dijo que estaría aquí antes de esa hora -Dulce se voltea y ve a lo lejos como su hermano y su mejor amiga se iban aproximando a pie y su hermano traía su motocicleta empujándola, ella se dirigió nuevamente a su novio, para atraer nuevamente su atención.- Mi amor, allí viene Alfonso. Mira parece que algo les paso a él y a Cecilia. Viene empujando su motocicleta.

-Alfonso, ¿Qué les ha pasado con la moto?

-Nada, Julio Cesar, se le ha acabado el combustible a esta chatarra a medio kilómetro de aquí. -Confirmo Alfonso al cuestionamiento que el novio de su hermana le hizo con enfundo por el esfuerzo realizado al traer ese vehículo en ese estado inservible.-

-Pero, ¿Están bien? -Cuestiono Dulce al instante.-

-Sí, amiga. Por suerte al percatarnos que la motocicleta se quedó sin combustible, pudimos caminar hasta aquí.-

-Qué bueno que han corrido con esa suerte, amiga. Julio Cesar y yo estábamos por irlos a buscar. Ya está casi por anochecer y por este lado de la colina, es peligro seguir explorando en motocicleta este lugar.

-Debemos irnos entonces para alcanzar a subir la colina y regresar a la cabaña antes de que anochezca. –Razono Julio Cesar y se dirige a su cuñado.- Alfonso debemos de ir al pueblo que está a media hora de aquí para cargar combustible.

-Está bien, Julio Cesar. Pero como lo haremos, no podemos dejar solas a Dulce y a Cecilia en medio de la nada.

-Por nosotras no se preocupen, Alfonso. Podemos esperarlos aquí cerca en el tejaban que está a unos pasos de aquí, para que ustedes vayan a cargar combustible al pueblo más cercano. No es así, Dulce.

-Bueno, Cecilia. También podremos quedarnos en parejas para que sea todo más rápido. -Razono Dulce María con conciencia.- Mientras tú y mi hermano van en la motocicleta de Julio Cesar al pueblo más cercano a cargar combustible él y yo podremos esperarlos, hasta que vuelvan.

-No, mi amor lo haremos de esta manera. -Julio Cesar atrajo la atención de su novia con ese dialogo.- Yo iré solo al pueblo para realizar esta labor de la carga del combustible, -Pero, mi amor. Esta casi anocheciendo, para que andes tú solo por estos lugares. Es peligroso -Un miedo invadió el comentario que Dulce María expreso.-

-Sí, cuñado. Hazle caso a mi hermana.-Intervino Alfonso en esa conversación.-

-No, pasara nada, Alfonso. Yo iré solo al pueblo, mientras tú te quedas aquí a cuidar a Cecilia y a mi linda novia, para que todos estemos más tranquilos, -Bromeo Julio Cesar abrazando a su linda novia que no estaba muy a gusto por su decisión y siguió con el tema de conversación.-

-Alfonso, cuida a las chavas no tardare, cargare combustible y me regresare con ustedes para irnos a la cabaña.

-De acuerdo, cuñado. Tú ganas, me quedare con las chavas.-Se resignó Alfonso con un apretón de mano que le dio al novio de su hermana ya se había decidido todo. Todos se disponían a llevar acabo sus actividades, para poder regresar a la cabaña, cuando Julio Cesar encendió de nuevo su motocicleta, para ir a cargar combustible al pueblo más cercano Dulce María se acerca a él.-

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⏰ Última actualización: Dec 11, 2023 ⏰

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