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Su semana comenzó muy normal, los días pasaban como autos de carreras a su vista, demasiado veloces.

Era un día miércoles de su tercera semana en el trabajo que por fin se iba a dar su cena de bienvenida.

Él realmente no quería asistir, era media semana y estaba hasta el cuello ocupado pero la tal Suni así lo decidió y a nadie pareció importarle.

La verdad era que le caía pésimo, con los días avanzados su verdadera personalidad quedó al descubierto y él parecía el único viendo como realmente era.

Tan solo ayer la encontró humillando a uno de sus compañeros, le tiro los papeles en la cara y lo hizo hincarse. Ni siquiera llevaba tantos años como para ceerse la jefa de la empresa, como la odiaba.

Agregando a su mal humor Yunmi había faltado por su celo.

Los omegas eran fértiles solo en los días de celo por lo cual Tae siempre fue muy cuidadoso en ese aspecto, solo había pasado un celo en compañía de alguien y ese alguien fue Jungkook hace muchos años, Aún con la protección adecuada era posible que un omega quedará en cinta entonces él prefería quedarse solo y darse placer el mismo.

Su celo no llegaría hasta el mes siguiente así que estaba a salvo.

Prefirió tomar un café en el área de comedor pequeña que tenía el piso donde trabajaba, no quería ver a nadie.

"Tae, ¿no bajaste a comer?"

Jungkook y sus apariciones.

"No tengo hambre gracias" Respondió lo más amable que pudo, no se estaba sintiendo bien.

"Pero debes comer, no es bueno que te quedes sin nada, vamos, hoy hay un excelente menú" Lo ánimo pero Tae no quería.

"Enserio Jungkook, gracias por la preocupación pero quiero quedarme aquí" Bebió más café la soledad a veces era su mejor compañía

"¿Y si me quedó contigo?" Dijo.

El omega paró de beber y lo miró.

"Si, eso haré, ahora vuelvo iré por comida"

"No Jungkook..." Intentó llamarlo pero era demasiado tarde.

Minutos después Jungkook regresó con dos manejas de comida y las colocó en la pequeña mesa que había ahí, dejó también sobre ella dos botellas de jugo de naranja.

"Anda, come, te traje postre de fresa porque sé que es tu favorito"

"¿Aún recuerdas eso?" Él dijo algo sorprendido.

"Solo lo se y ya, ahora come"

La compañía de Jungkook siempre fue y será para él la más linda. Conversar de todo y a la vez nada era una sensación que no sentía hace mucho tiempo.

Su mal humor se esfumó y el lugar quedó lleno de risas y risas.

Risas que llamaron la atención de una omega más.

Y eso no le gusto para nada.











"Brindemos por Tae y Yunmi donde quiera que esté"
Minho inicio el brindis y todos los demás lo siguieron.

Taehyung estaba enojado.

Era la bienvenida de Yunmi y él y ella ni siquiera estaba.

Se sentó junto a Hoseok por qué era quien más le caía luego de estas semanas, era alguien bastante parlanchín y risueño. Jungkook estaba frente a él con Suni y Minho a los lados.

Bebió un poco porque no quería amanecer con un dolor de cabeza y así trabajar pero todos insistían así que aplicó su mejor tantica.

Comer para estar demasiado ocupado para beber.

Pasando las horas todos comenzaron a estar borrachos, unos cuantos se fueron yendo y cuando el se despidió para irse Jungkook también se puso de pie.

"Yo iré con Tae, ahora vivimos juntos" Dijo algo borracho.

Todos abrieron los ojos impresionados.

"No, no vivimos juntos, somos vecinos eso es todo" Dijo para evitar problemas.

"Noooo Jungkookie prometiste llevarme a mi casa" Suni hizo un berrinche que le dio asco tan solo verlo.

"Lo siento pero debo irme con Tae, adiós" Con decisión tomó su brazo y lo jalo fuera de ahí.

"Okay, ahora lo ideal será que tomemos un taxi, estás muy borracho Jungkook" Se quejó cuando el contrario empezó a jugar con su brazo como niño pequeño.

En realidad el comportamiento de Jungkook en las pasadas semanas era sospechoso.

Solía llevarle café todas las mañanas, decirle siempre por mensaje que si tenía una duda ni dudara en preguntarle. Incluso luego de mudarse por completo a su casa, solía salir al mismo tiempo que él para el trabajo, también lo acompañaba a la salida por qué según él vivían prácticamente juntos y a Tae no le vendría mal una compañía.

Pero Taehyung se sentía sofocado.

Por qué Jungkook estaba reviviendo sentimientos que creyó muertos.

No seas amable conmigo, ódiame, no me hables, ni me sonrías más por qué mi alma sigue sufriendo.

"Es chistoso como Jungkook es contigo, eres su ex, el cual le rompió el corazón debería tratarte mal" Le había dicho Jimin una vez mientras hablaban por teléfono.

"Ya se pero parece tan amable y lindo que me lastima"

Subieron a un taxi que los dejó justo en su hogar media hora después.

"Okay Jungkook, estamos frente a tu casa, ahora entra" Le dijo dejandolo de pie pero estaba tan borracho que cayó al suelo.

"No encuentro mis lalves lavecitas, ¿donde estan?" Cantó riendo al hacerlo.

"Mierda" Maldijo antes de buscar entre su abrigo sus llaves.

Al encontrarlas se planteó no entrar pero tampoco lo dejaría tirado, abrio y entró sosteniéndolo del torso.

Lo tiro al primer sofá que vió pero Jungkook rodó y cayó al suelo. Intentó levantarlo pero pesaba bastante y él no tenía tanta fuerza. Decidido a dejarlo ahí lo soltó pero Jungkook sostuvo su mano en un rapido movimiento.

"No, no te vayas"

"Debo irme, mañana trabajamos y .."

"No, no me dejes como lo hiciste hace 5 años" Dijo mirándolo directo a los ojos.

"Intente comprenderte, pero mi corazón dolió meses tu ausencia, ¿sabes?, al principio creí que te había olvidado pero cuando te volví a ver supe que jamás podría sacarte de mi corazón y me reuse enserio me reuse pero falle en ser amable y bueno solo por compromiso, aún haces que mi corazón palpite tan rápido que siento que se saldrá en cualquier momento, no te vayas y quédate conmigo está vez" Continúo.

El omega se congeló, Jungkook aún lo quería y Taehyung en el fondo sabía que también él aún lo amaba.

"Yo..."

Se asustó cuando Jungkook lo jalo, su peso quedó encima de el alfa que apreso su cintura con un brazo y acaricio su mejilla con la otra.

"Mi osito de peluche, mi hermoso Tae, déjame amarte una vez más" Y con valentía beso sus labios.

Acaricio lentamente sus labios porque estaba bajo los efectos del alcohol pero Taehyung correspondió a los segundos por qué no, aprovechándose de la situación ya que no sabía si todo sería real al amanecer. Si Jungkook no olvidaría todo y volvería a convencerse de que  entre ellos no podía haber nada.

Sus besos siempre fueron mágicos, lentos, suaves, torpes pero apasionados, todo al mismo tiempo.

Volviéndolos únicos en el mundo.

Cuando Jungkook se separó lo miró tan tierno, mejillas rojas y labios hinchados por besarse.

Y luego cayó dormido.









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EX de verdad (Kooktae) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora