Han pasado 3 semanas desde que Samatha recupero la conciencia después del coma, a pesar de la recuperación rápida que obtuvo sigue en observación, sin embargo la familia de Samantha decide llevársela por la tarde.
Mientras Samantha se alista para irse con su madre
Samantha se centra tanto en sus pensamientos que no se ha dado cuenta que una enfermera la esta llamando
Samantha.......Samantha.......Samantha.
Samantha: Disculpe, estaba en otro mundo, ¿ocurre algo?, ya llego mi...
-No, discúlpeme a mí, si fui algo tosca, solo quería preguntar si todo esta bien, te vi algo perdida que entre un poco en pánico
Samantha: No es nada, solo pensaba en que fue lo que ha pasado en estos años, como es que realmente soy, mi familia, no lo se...
-Mira, no te preocupes por lo que paso, eso ya esta en el pasado pon los pies en la tierra en el presente, tu presente, entiendo tu inquietud pero a veces es mejor dejar que el destino te guie, solo no hay que perder la paciencia, en cuanto a tu familia, se que todo va a estar bien, por cierto lindo vestido
-Muchas gracias, señorita...
Pamela, ya nos habíamos conocido jaj, aunque tenia semanas que no te veía.
-Mira nuevamente al vestido de Samantha
Pamela: En verdad es un vestido muy llamativo, resalta con el color de tus ojos
Samantha: Gracias, es ...lindo, me lo trajo mi .....
- Tu madre?
Samatha: Si, ayer para que me cambiara esta tarde
Pamela: Entonces hoy es tu ultimo día aquí?
Samantha: Así es, espero y todo salga bien
Pamela: Ten fe, veras que saldrá mejor de lo que piensas
- Mira nuevamente, el vestido
Samantha: Emmm,
-Ahh perdona, es que por el estilo creo que tiene, mis flores favoritas
Samantha: enserio, cuales son?
Pamela: Son estas, los pensamientos, me recuerdan mucho a...... (dio una pausa rápida), amm bueno solíamos plantar muchos en su jardín, era todo un espectáculo, lleno de cientos de colores y tamaños de aquellas bellas flores, me recorba a la película del Gran Pez, cuando Edward lleno todo el lugar de Narcisos, solo que eran pensamientos
- Di un gran suspiro al ver nuevamente el vestido
Samantha: Wow que precioso recuerdo, realmente lo imagine tal cual como en la película
-Miro hacia Pamela y de regreso al vestido
Samatha: Sabes, pensándolo bien, prefiero dejarme esta ropa, es mucho mas cómoda, en cuanto al vestido, quiero dártelo, como agradecimiento por cuidarme el día que desperté
Pamela: Ohhh, no,no, señorita Samantha, disculpe no era mi intensión, es un vertido muy bello y no quiero meterla en problemas por mis comentarios, además es un regalo de su madre
Samantha: Precisamente como es mío, quiero dártelo, además se te vera mejor que a mi
Por favor quiero dártelo
-Pamela la abrazo y le agradeció
Pamela: Nunca me habían dado un vestido tan hermoso como este, en verdad se lo agradezco, pero que le dirá a su madre
Samantha: Le diré que lo olvide en algún pasillo ajaj.
Pamela: Jaja, ay, dios
Samantha: por lo mientras mejor escóndelo
Pamela: Muchas gracias Samantha
Samantha caminaba por los pasillos, en lo que pasaba el tiempo, Pamela tuvo que irse minutos después del vestido, a pesar de ser un hospital pequeño, parecía todo un laberinto, ahora entendia lo que Pamela le platico, pasaron 10 minutos y decido sentarse en la sala de espera un rato, quizo reposar sus parpados y los cerro lentamente
Al poco tiempo escucho un susurro, al principio no entendió, ni le dio importancia hasta que al poco rato nuevamente lo escucho pero ahora mas profundo
Samantha.........
SAMANTHAAA....................
Abrió los ojos y rápidamente se levanto, sintió las miradas de confusión de los demás y se fue de ahí, camino hasta encontrar un pasillo solitario y reposo en la pared, nuevamente al cerrar los ojos, paso un flashblack en donde sintió como iba cayendo en una inmensa oscuridad
Otra vez abrió rápido los ojos y escuchaba el palpitar de su corazón, trato de controlarse, y al querer regresar a su cuarto, miro el reloj que se encontraba arriba del pasillo noto que ya habían pasado 2 horas desde entonces, apresuro el paso y al llegar al elevador una mano toco el hombro de Samantha
-Vaya que inquieta eres, en donde te habías metido
Era Alice, su madre y por su expresión no estaba de humor
-Mírate nada mas, sigues todavía con esa ropa, con usa blusa verde y esos pantalones viejos
-Señora Witwicky, esta todo en orden
Si doctor, es solo que mi querida hija no se ha cambiado
Sam, que es peras, ve a cambiarte linda
Samantha: Ammmm, con respecto a eso, lo perdí
Alice: Que tu ,que
Samantha: Por eso estaba recorriendo el lugar, no recuerdo exactamente en que habitación lo deje
Samantha actuó con preocupación
-Alice frunció el seño, aunque trataba de ocultarlo, se le notaba, dejo de sostenerle el brazo con sus enormes uñas a Samantha, mientras sonreía
Señora Witwicky acompáñeme a firmar estos últimos papeles para darla finalmente de alta
-Mientras el doctor estaba por delante Alice le susurro con frialdad a Samantha,
Alice: Tienes suerte que traigo ropa extra, en el auto te cambias niña
No le tomo importancia las palabras de Alice, esta feliz de que Pamela tuviera su vestido.
Después de unos minutos finalmente pudieron salir del hospital, se dirigieron al estacionamiento, Alice abrió la puerta de su carro rojo color cereza y al entrar, di un suspiro y hablo
Alice: En el bolso de al lado, ponte ese vestido, las zapatillas que te deje en la mochila no las perdiste cierto?
Samantha: No, aquí las tengo
Eran de color carne, tenían unos brillitos que resaltaban con el charol de las zapatillas, mientras que el vestido era rojo encendido tenia dos moños grandes en los hombros.
Alice: Cámbiate de una vez antes de salir del estacionamiento, aprovechando que esta oscuro aquí
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Samantha se cambio tan rápido como pudo, al terminar Alice condujo hacia la salida. Samantha abría los ojos como nunca, como si fuera la primera vez que veía el mundo, aunque estaba rodeado de edificios y autos, tenia mucho follaje de areas verdes y arboles.
Durante el camino, no hablo ninguna de las dos, a pesar de que Samantha tenia su vista en el vidrio, no podía dejar de recordar el recuerdo que le paso al momento de cerrar sus ojos. Dirigió la mirada en el cristal y vio como se aleaban de la ciudad, dirigiéndose a otra.
