"Te vas a divertir" le había dicho su mejor amiga cuando Alma decidió aceptar aquel viaje a las costas irlandesas. En realidad no había sido una decisión difícil de tomar, puesto que toda su vida había anhelado el mar, el sol y la arena, cosas que su ciudad no tenía.
Cuando le comentó la idea a sus padres, se lo negaron por completo, ¿Cómo sobrevivirían dos adolescentes solas en la capital de Irlanda? pero si había algo que Alma sabía hacer a la perfección era convencer gente. A demás tenía el dinero suficiente ahorrado, el lugar estaba a menos de tres horas de viaje y no serían mas que un par de semanas. Por lo que la negación de ambos no duro mas que un par de días, lo suficiente para que Alma y Cleo, consiguieran reservación en un pintoresco hotel, casa de familia, a un par de metros del mar.
Cloe, había viajado varias veces a Dublín, de hecho, se había hecho un par de amigos en sus últimas vacaciones al lugar y habían sido esas mismas personas las que les recomendaron el hotel cerca de la playa. Sin embargo, aún teniendo la seguridad de no estar solas y ser unas desconocidas en la ciudad, Alma jamás había viajado a Dublín y mucho menos había realizado un viaje sin sus padres. De hecho, por muy segura que se mostrara de sus decisiones frente a sus tutores, una vez dentro del colectivo y con la cabeza de Cloe apoyada en su hombro, comenzó a dudar de que tan buena idea había sido aceptar un viaje con menos de un mes de planeación. Decidió no darle muchas vueltas mas al asunto. De todas formas ya era tarde para arrepentimientos, por lo que la única opción que tenía era imitar a su amiga y dormir.
Alma despertó debido al chirrido que provocaron los frenos del colectivo. Sus rizos castaños estaban por todo su rostro y la bolsa de gomitas vacía daban el indicio de que Cloe se había despertado antes que ella. Cuando volteo a ver a la rubia, la joven ya estaba lista para levantarse y salir del lugar; Alma la imitó.
-¿Cómo has dormido? -Le preguntó Cloe
-Bien, aunque no entiendo como tu pelo sigue intacto despues de estar encerrada con tantas personas en un colectivo -comentó la castaña
Cloe solto una pequeña risa.
-El truco es despertar media hora antes que tu acompañante para poder arreglarte antes de llegar a destino- explicó la rubia y Alma devolvió la sonrisa.
Bajaron del colectivo y el viento salado azotó sus rostros, la temperatura afuera era ideal, mucho mejor que la del colectivo. Ambas recogieron su equipaje y tomaron uno de los taxis que se encontraba fuera de la estación.
Dublin era muy bonito, la ciudad lucía muy pintorezca y sus habitantes tenían un tono un tanto bronceado que el cuerpo de Alma jamás había adquirido. Las viejas construcciones y los canales de agua parecían sacados de uno de los libros de Harry Potter y la cantidad de negocios y personas no se comparaban con Mullingar.
Minutos mas tarde, el taxi frenó frente a un hotel de paderes blancas que daba al mar. Las chicas se bajaron y con ayuda del conductor entraron las maletas al lugar. Alma pensó que era uno de los lugares mas lindos en donde se había hospedado, el piso de cerámica era de un tono naranjo cerca del rojo y de las ventanas y paredes colgaban macetas con flores muy coloridas.
-¡Bienvenidas! -las saludó un hombre de cabello rubio y mejillas rojas con una gran sonrisa. El hombre vestía de forma muy informal con una camiseta celeste un short de jean y unas ojotas azules y tenía un gesto cariñoso y amable para con las chicas -¿Qué tal el viaje? -
-Muy bi...-intentó responder Alma, justo cuando un border collie se abalanzó sobre ella, la joven gritó, puesto que tardó un par de segundos en darse cuenta que lo que la estaba lamiendo era un perro y no un monstruo que trataba de devorarla.
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Sol, amor y mar
FanfictionCuando Alma viaja junto a su amiga Cloe a las costas de Dublin, conoce a Niall, hijo del dueño del hotel a donde se están hospedando y el chico que hará que Alma se enamore por completo del mar, el sol y la arena...