Randal Ivory / 𝙍𝙖𝙣𝙛𝙧𝙚𝙣 🄾🄽🄴 🅂🄷🄾🅃🅂

Embarazada p.2

Este no fue un pedido, tenía pensado hace rato escribir una segunda parte

Qué lo disfruten♡

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Randal suspiró, cansado y a un punto de perder la paciencia con su hija adolescente de 16 años, la muchacha estaba pasando por su etapa de rebeldía

-Pero papá, ¡Tú no lo conoces!- exclamó la adolescente _____ (el nombre de tu hija) de estatura media, de cabello pelirrojo y ondulado, quién vestía una camisa blanca mangas cortas, shorts y zapatillas

-No me interesa- la miró serio, poniéndose en pie -Además no te permitiré salir con él hasta que saques una buena calificación en tu próximo exámen en Matemáticas- el hombre se levantó del sillón, la chica bufó

-¡Puta madre!- gritó enojada, dirigiéndose a su cuarto y dando un portazo

-Mhm cariño- murmuraste saliendo de la cocina trayendo dos tazas de café -¿No te parece que estas exagerando un poco?- le pasaste una de las tazas, el hombre la tomó

-_______, preciosa mía. ¿Exagerar en qué?- te miró con el ceño fruncido -La niña tiene muy malas calificaciones, es su de…- lo interrumpiste

-No es eso a lo que me refiero- le diste un sorbo a tu café -Es decir, desde que _____(t/h) nos ha dicho que está saliendo con ese chico Mochi, tú te enojas por todo con ella y ante cualquier cosa, evitas que ella tenga citas con él- lo miraste preocupada -De nada sirve que hagas eso, ella terminará odiandote…- susurraste

Randal no sabía qué decir porque tenías razón, al hombre no le asintió bien en saber que su hija, la luz de sus ojos, cómo él le decía, este en la etapa de salir con muchachos y más ahora que oficializó su noviazgo con un chico llamado Mochi

-Te olvidaste decir que ese chico es hijo de Satoru- murmuró un poco malhumorado -Tienes razón… no es que no quiero que mi hija no sea feliz, solo es que tengo miedo de que este chico no sea bueno para ella…- le dio un sorbo a su café

-Entiendo eso, Randal, pero la hemos criado lo suficientemente bien cómo para saber que no todos los hombres son buenos y que ante cualquier cosa, ella puede confiar en nosotros- te acercaste más hacía él

-Solo espero que no sea igual a Satoru a su edad- suspiró, poniendo ambas manos a su cara

-Que sea su hijo no significa que sea igual a él- bufaste cansada -Se qué la niña tiene malas calificaciones en matemáticas pero dale el permiso de que hoy vaya a esa fiesta- lo miraste con sinceridad -Solo por hoy, luego debe subir sus notas-

El pelirrojo no pudo contenerse ante esa mirada tuya, que siempre haces para convencerlo ante cualquier cosa, por lo cuál, siempre funciona

-Okey- suspiró dirigiéndose hacia el cuarto de su hija para hablarle y darle su permiso

Randal y ______ ahora eran adultos de unos 36 años, quiénes aún seguían manteniendo su juventud, vivían en un cómodo departamento, dónde gracias a los empleos de ambos podían mantenerse allí.

El pelirrojo era otra persona actualmente, ya no era ese chico raro que le “costaba” relacionarse de forma normal con los demás cómo tú lo habías conocido, luego del nacimiento de su niña y ahora con un empleo fijo, era un hombre tranquilo, inteligente, trabajador, muy cariñoso con su familia y sacaba una que otra risa a los demás

Tú ya eras toda una mujer madura, comprometida con su trabajo y con el bienestar de tu familia, eras una madre amorosa y atenta con _____(t/h) tenían una buena relación, ella confiaba en ti porque sabe que tú no la juzgarías y si tenía algún problema, iba directo hacia ti.