Las luces de la ciudad habían llegado a su fin dándo pasó a la hermosa mañana, los pájaros revoloteaban por los aires en un suave cantó angélical.
La tenue luz entrante por la ventana despertó a Arthit, aquel joven de cabello oscuro.
- "Ring Ring" -
Logró escucharse desde su habitación, después de un pequeño suspiró de su parte se levantó y con ello apagó el despertador de su teléfono revisando varios de sus mensajes.Mensaje por parte de madre;
- "Hijo mio, no olvides tu desayuno." -
Escribió su madre en aquel mensaje de texto, una débil sonrisa se esbozó en los labios de Arthit y sin más preámbulos fue directo al servicio dándo comienzo a su día.
Trás un pequeño baño se alistó, y con ello fue hacía su universidad con el cabello ligeramente húmedo al igual que desordenado.
- "¡Arthit! ¡Más despacio!" -
Gritó su mejor amigo, Malai, quien siempre acompañaría a éste a su zona de estudios.