Elementos

El Infierno.

Después de arreglar el refugio, los elementos en compañía de Ryusei se dirigieron al Infierno para rescatar a Ahiko. Contrario a lo que muchos pensarán, las puertas del Infierno eran en realidad un lugar hermoso al que por desgracia muchos solían llegar, y cayendo en la tentación de conocer aquel hermoso lugar, aquellas almas que se aventuraban entrar lamentablemente jamás lograban salir.

Ryusei se acercó para abrir la hermosa puerta de madera, la cual estaba cubierta con hierba y flores, al instante fauna lo detuvo

-una regla: no toques nada- sentenció.

- ¿Qué? ¿por qué?

-tú no perteneces al mundo divino, eres especial por pertenecer al mundo mágico, pero las cosas divinas son mucho más poderosas... si tocas algo del cielo o del Infierno serás juzgado y pueden eliminar tu alma-contestó Universum.

- ¿y cómo puedo atravesar?

-puedes... siempre y cuando te mantengas alejado de cualquier objeto o comida.

-entiendo ¿crees que Ahiko sepa de esto? -preguntó Ryusei preocupado.

-ella es la Mishoku Kitsune... es la excepción a la regla-contestó Fuerza.

- ¿Y cómo entraremos?

-tenemos que esperar-dijo Tierra.

- ¿esperar a que? -preguntó Ryusei, sin embargo, su respuesta se presentó en forma de una serpiente que se paró frente a ellos para después transformarse en un hermoso joven.

-hola Elementos, ha pasado mucho tiempo

- ¿cómo estás Lucifer? -pregunto Fuerza.

-muy amable por preguntar... algo cansado en realidad, no había tenido tanta actividad desde lo de Jesús-soltó una risita-ya conocen el protocolo, si quieren entrar deben pagar.

- ¿pagar? ¿con que demon...?

La pregunta de Rysei fue interrumpida cuando Lucifer tomo la mano de Fuerza y esta empezó lentamente a perder el liquido de su cuerpo, poco a poco se fue secando hasta deshacerse en polvo y desaparecer.

Ryusei se preparó para atacar, pero Tierra lo detuvo -tranquilo, es el protocolo, la única forma de entrar, es perder el agua de nuestro cuerpo-le explicó Tierra.

-Lucifer siguió quitando el líquido de los cuerpos mortales de cada uno de los elementos

Lucifer sonrió amablemente a Ryusei-tranquilo, no morirás, sólo que tenemos que transformar tu cuerpo para que pueda soportar el calor del infierno, en cuanto salgas de aquí podrás recuperar tu forma-lucifer extendió la mano a Ryusei invitándolo a tomarla.

Ryusei, confiando en la sabiduría de los elementos y en el amable extraño, tomó la mano de Lucifer, después reapareció junto a los demás frente a un lago.

- ¿quitaron el agua de mi cuerpo para hacerme cruzar un lago de agua?

Tierra río estrepitosamente-te equivocas, esa no es agua, aunque intentarás nadar, no lograrías cruzar... aunque tampoco te ahogarías...-respondió

- ¿y cómo cruzaremos entonces?

-seremos guiados por Lucifer...

- ¿podemos confiar en él?

-Lucifer es un ser bondadoso y honorable, solo que gracias a su enorme capacidad de amar... amo a la equivocada...-contestó Aire.

Lucifer apareció frente a ellos con un bote, y un hombre, sí es que se podía llamar así, de aspecto cadavérico-pueden subir-indicó él.

Todos abordaron el bote y al principio navegaron entre una oscuridad absoluta, después de unos minutos se vislumbró una luz al final del río, el cual se conectaba a un mar de lava. Todo se ilumino, y notaron que aquel lugar se parecía mucho al mundo normal, pero al contrario de este, todo ardía en llamas, se oían lamentos y gritos de dolor por todas partes, todo estaba en ruinas, sucio y podrido, el olor a azufre era insoportable; aquel era un panorama desgarrador. Continuaron por ese camino hasta llegar a un portón gigante de piedra. Una vez tocaron tierra, todos descendieron del bote, Lucifer le arrojó unas monedas de oro al barquero y se colocó frente a todos-por aquí por favor-dijo, invitándolos a seguirlo.

Llegaron a la entrada de un salón gigantesco, oscuro y lúgubre, pero con estilo elegante; mientras los elementos pasaban, Lucifer detuvo un momento a Ryusei-sé lo que es estar enamorado, y sé cuánto debes estar sufriendo en este momento... pero la necesitamos, lamento que tengas que sufrir un poco más.

Ryusei miró con odio a Lucifer y se preparó para golpearlo. Sin embargo, Lucifer se adelantó a advertirle-la regla de no tocar nada me incluye a mí...

Ryusei se contuvo y replicó-acabas de tocarme...

-lo hice... pero tú a mí no-respondió.

Ryusei soltó un quejido de resignación y prosiguió su camino.

Una vez en el salón vislumbraron a Lilith, quién se encontraba jugando muy animada con una criatura de aspecto extraño, ella les dirigió una mirada y sonrió alegremente- ¡ya están aquí! ¡Mis apreciables invitados!, preparé un banquete para ustedes...

-no nos apetece-contestó Fuerza con desdén.

-solo venimos por Ahiko-prosiguió Aire.

-oh... rechazaron mi invitación-contestó Lilith con decepción, sin embargo, su semblante cambio de inmediato y grito con furia- ¿¡es que nadie les enseñó modales?!-de repente un hoyo se abrió bajo los pies de los elementos y cayeron, aterrizando sentados cada uno en sus respectivos asientos en el comedor, el cual estaba preparado con un banquete sustancioso y apetecible. Segundos después, Lilith llegó con tranquilidad al comedor y tomó su lugar-como decía... preparé un banquete para ustedes- esbozo una sonrisa y prosiguió- no se preocupen, coman o no... no dejaré que salgan de aquí con mi Mishoku kitsune.

-no pedimos tu permiso, dijimos que hemos venido por ella-contestó Universum.

Lilith miro seriamente a Univesum-no serían tan idiotas como para intentar desafiarme en mis dominios...

-pruébanos...-desafío Fuerza.

-vete... -Ryusei escuchó sutilmente la voz de Aire antes de que, a forma de distracción, Aire mandara a volar el banquete que Lilith había preparado para ellos hacia ella. Ryusei aprovecho esa distracción para obedecer la orden de Aire e ir en busca de Ahiko a la cual no tuvo que buscar demasiado ya que ella lo encontró primero, aunque el recibimiento no era lo que él esperaba...