Capítulo 06

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Georgina Rodríguez.

Seguía en shock por la clase de propuesta que le había dado a mi acompañante de asiento, por un segundo me había arrepentido, pero de verdad fue como una urgente necesidad de que tales palabras salieron de mi boca. Obviamente ella no me miraba muy convencida, estaba incómoda al igual que yo supongo.

-Disculpe de verdad señorita, no quiero ser imprudente o algo parecido— me disculpe de mi anterior impulso—

-Nada de que preocuparse. Mi nombre es Antonella, pero dígame Anto. —me parecío algo raro su presentación repentina, pero decidí devolver el gesto—

-Mi nombre es Georgina, un gusto. —no me gusta que las personas que recién conozco me llamen por algún apodo, me gusta la coordialidad, no el exceso de confianza—

Ambas compartimos un par de sonrisas y yo decidí colocarme el parche para mis ojos, el sueño me estaba matando y mis ojos ardían después del aperitivo que me había traido la azafata. Al cerrar los ojos apareció esa figura, la que no me dejaba dormir y producía lágrimas en mis ojos, al igual que una sensación agria en mi corazón... era él, Lionel asqueroso Messi. Sé que mi ruptura con Cris ascendía cada vez más en el calendario, pero no dejaba de doler. 

¿Cómo me lo pudo quitar tan fácil? Me lo robó, a él y a mi felicidad. De todos los hombres gays posibles en el mundo debía de quitarme al mío.. ¿Por qué? ¿Por qué a mi todo esto? No soportaba estar sin él, pero sabía que mi amado no sentía los mismo, estaba tan feliz con su nuevo amante que incluso me robaba poco a poco a mi hijo, sí, mi mayor miedo estaba sucediendo.

¿Por qué este juego sin compasión? si yo se lo había dado todo... todo. Fui la única que lo apoyo cuando lo dejaban de lado, la única en su corazón, la única que quiso verdaderamente a su hijo ¡Tan siquiera su verdadera mandre lo hizo! y yo sí, porque era el hijo del que yo creí que era el amor de mi vida, la única, la única, la única ¡Por Dios, pobre estúpida! Me ocultó todo esto durante un año, todavía duele de solo pensar en todas esas noches en donde lloraba desconsolada en silencio, porque tan siquiera mis queridas lo sabían, me calle tanto sufrimiento porque ciegamente creí que terminaría y todo volvería a ser como antes.

¿Qué tanto me lo había quitado como para que mi Cris no sintiera ni un poco de dolor por confesarse y dejarme? ya era un estorbo en su vida, uno que rogaba de rodillas desechar. Yo deseaba ser todo en la vida de él, así como lo fue para mí, deseaba ser la mujer por la cual suspirara todos los días de su vida, ahora no soy más que una extraña que utilizó para esconder su felicidad.

De un pronto a otro el "tú y yo" ya no existía o tal vez nunca existió y fueron solo clichés y tonterías pertenecientes a mis tontas fantasías, tratando de aparentar una mujer perfecta, para el hombre perfecto.

¿Por qué no supo entender a mi enamorado corazón? es probable que merezca todo esto, quizás por aparentar ser "perfecta" o lo "mejor" despertó el monstruo dentro de sí. 

[...]

-Queridos tripulantes, es de mi agrado informarles que estamos apunto de despegar hacia su destino. Cari membri dell'equipaggio, sono lieto di informarvi che stiamo per decollare verso la vostra destinazione. —el capitán hablaba y yo no quería abrir mis ojos, deseaba seguir durmiendo plácidamente como lo estaba haciendo, sin embargo nada bueno dura mucho—

No pude contener mi bostezo, claramente lo tape con mi mano pero mi sueño era casi insaciable. 

-Antonella, disculpe... Anto. Mi propuesta sigue en pie, las puertas de de mi casa estan abiertas para acojerla. —Aclaré para complementar con una cálida sonrisa—

-Muchas gracias Georgina, pero no me gustaría molestarla; pero no me vendría mal recibir algún tour de esta ciudad, claro, si usted lo desea. —Dijo devolviéndome la sonrisa, la chica me transmitía tanta paz, que no me molestaría la idea de ser guía turística por un día—

-Me encanta la idea, si quiere facilíteme su correo o... si se siente cómoda sus redes sociales para coordinar. —Dije abirendo mi aplicación "notas" para que ella me lo diera ahí—.

Me pidió el respectivo permiso y comenzó a teclear su correo "antoanto@gmailcom" y añadió su instagram "antonellarocuzzo_".

-Ese es mi correo personal, si desea puede escribirme por ese medio o por mi instagram.

-Así será, ojalá y le guste mucho Milán, y quien sabe... tal vez nos veamos por ahí. —Adquirí un poco sarcástica—

-Créame que hay algunas posibilidades Georgina, pero eso será una sorpresa. —Debo admitir que eso me desconcertó un poco, pero seguro estaba siendo igual de sarcástica—

[...]

Luego de llegar a mi tan deseado lugar de descanso me dispuse a abrir mis maletas y organizar los conjuntos, vestidos, etc que usaría cada día para la pasarela. Debía admitir que esto me emocionaba, la moda es algo que adoro. Claro, debo respetar las desiciones de mi asesora de imagen, Maritza, ella ha sido una gran maestra de la moda para mí y no me arrepiento de haberla conocido.

Decidí hacerle una video llamada enseñando todo lo que había organizado para que ella lo aprobara, sabía que la pasarela sería en dos días pero mi emoción no aguantaba por salir, mi niña interior revive siempre que se trata de algo de esto. 

Y todo iba bien, hasta que de nuevo ese constante pensamiento volvio a mí.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oir la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el ultimo dolor que ella me causa,
y estos sean los últimos versos que yo le escribo.

Pablo Neruda, de Veinte poemas de amor y una canción desesperada (1924)



OMGGGGGGGGGGG AMORESSS, les gusto??

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⏰ Última actualización: Dec 10, 2023 ⏰

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This side of love | Antonella Rocuzzo - Georgina RodríguezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora