Capítulo 10.

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No dejes que la obscenidad me trague por completo.





























Con un grito desesperado lucha por la justicia.































Levántate.














La peliazul tardó un par de segundos en familiarizarse con el sitio en el que estaba, un trozo de tierra que aún tenía pasto verde, pero a su alrededor solo había plantas secas y muertas, árboles caídos y destrozados en los alrededores, casi parecía como si una sequía hubiera azotado el lugar.

Notó que ya no tenía clavada esa extraña lanza en el cuerpo, gracias a eso su herida se había cerrado, pero no le tomó demasiada importancia a eso, se puso de pie con cuidado y escuchó con atención los intensos ruidos que parecían venir de un cráter más adelante.

Peligrosos choques de energía y trozos de tierra parecían salir del mismo, al igual que alguna que otra salpicadura de sangre, la peliazul se asustó ante eso y se puso a correr hacia allá lo más rápido que podía.

Lisa: ¡Vamos, Baek! ¿¡Eso es lo mejor que tienes!?

Minji: ¡TE MATARÉ!

La furia y tristeza eran palpables en la voz de Minji, Yoohyeon logró llegar hasta el borde del cráter, percatándose de que era mucho más grande de lo que esperaba, en el medio veía a la pelinegra atacando sin parar a Manoban, quien bloqueaba algunos de estos ataques con la misma lanza que usó para matar a Yoohyeon, la peliazul podía notar que a Lisa se le dificultaba seguirle el ritmo a Jiu, a duras penas conseguía bloquear ataques, otros le hacían mucho daño y la obligaban a retroceder, entonces eso significaba que las salpicaduras de sangre no eran de Minji.

Pero la misma Minji estaba cegada por el dolor que le causó perder a Yoohyeon, se lanzó contra la pelinaranja de forma errática y casi suicida, sus ataques no eran elegantes ni premeditados, eran impredecibles y llenos de fuerza bruta, dificultando así que Lalisa contraatacara. Los ojos de Jiu estaban comenzando a adoptar un brillo peculiar, la hoja de su espada estaba algo dañada después de tantos golpes desmedidos, y su cuerpo fue rodeado de un aura azulada que potenciaba sus movimientos.

La pelinegra soltó un intenso grito desde lo más profundo de sus pulmones, lleno de desesperación y determinación, logró derribar a Manoban con una patada lateral directo en su rostro, haciendo que el cuerpo de la pelinaranja se estrellara con fuerza en el suelo y lo agrietara aún más, Lisa tuvo un flashback de la misma situación, cuando se enfrentó a la pelinegra en la mansión Baek hace unos años.

Minji dió más y más golpes con sus puños sin importar mancharse de sangre, cada impacto era más fuerte que el anterior, el rostro de la pelinaranja quedó desfigurado debido a la hinchazón, las heridas abiertas y la sangre, pero Jiu no había terminado con ella, se alejó y tomó su espada, apretando con tanta fuerza la empuñadura que logró agrietarla.

La tailandesa dejó escapar un quejido y observó con horror como Jiu alzaba su espada para asesinarla, la decisión en su expresión le decía que estaba acabada, los ojos de Minji empezaron a brillar en un intenso celeste y vapor salía de su boca, todo ese poder acumulado era inestable, si Jiu seguía así se haría daño a si misma, pero no le importó.

Con el agua que había extraído de las plantas a su alrededor formó numerosos picos de hielo, y todos apuntaban a Manoban, iba a matarla, eso era seguro.

Spikes//JiyooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora