número cuatro.

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la cara que puso danielle después de escuchar la puerta cerrarse fue digna de una foto, o quizás un cuadro. ¿qué mierda acababa de pasar? osea, haerin se fue, dejándola sola en el departamento y volverá en tres días. definitivamente estaba perdida, otra vez.

tomó sus cosas y partió a la universidad, no sin antes meter su laptop en la mochila y llevarse una manzana en manos. caminó rápidamente, con la intención de ver a haerin caminando, quizás acompañarla a donde debía ir, pero no encontró rastro de ella, ni siquiera pudo ver su oscura cabellera por sobre las personas.

ignoró el incómodo sentimiento que se implantó en su pecho y siguió caminando hasta llegar a la universidad, donde entró y se dirigió al aula donde tendría su clase. al llegar se sentó en una mesa alejada, ignorando cuando llegó hanni a preguntarle dónde estuvo toda la mañana. no tenía ganas de hablar y se sentía desconocidamente irritada, sólo quería volver a casa.

[...]

por otro lado, haerin se dirigía en taxi a la casa de yunjin. no quería ver a danielle, necesitaba recapacitar un poco, además hace tiempo no veía a su amiga. se sentía algo mal por mentirle así a dani, pero necesitaba un tiempo. aquél rechazo inconciente que le dió danielle la dejó dudando si valdría la pena declararse o no, porque danielle no parecía sentir nada por ella.

después de unos veinte minutos conduciendo, el taxi llegó a la puerta de un condominio privado, por lo que haerin bajó la ventana y le anunció al guardia de la entrada que iba como visita y que el taxi se iría en unos minutos, cuando lo deje en la casa de su amiga. el guardia verificó aquello en su teléfono y la dejó pasar.

la casa de yunjin era grande, demasiado para vivir sola. el taxista condujo un par de cuadras, hasta que haerin le dijo que se detenga. le entregó el dinero al hombre y se bajó, esperando a que el vehículo diera la vuelta para comenzar a caminar. si no se equivocaba le quedaban dos cuadras para llegar a la casa de huh.

se dio cuenta de que todas las casas tenían un pequeño cartel cerca de la vereda, con el número de casa, así que se guío con eso. y cuando llegó a la casa de yunjin se sintió aliviada, había creído que tomó la calle equivocada.

pasó por una pequeña reja y entró al jardín frontal, bastante minimalista y prolijo, para luego comenzar a caminar por el camino de cemento que se extendía hasta la puerta principal. tocó el timbre y esperó a que su amiga abra la puerta. a los pocos minutos la puerta se abrió, dejando ver a una chica bajita de cabellos oscuros y labios pequeños.

-hola, ¿quién eres?- preguntó la chica mientras se rascaba la nuca, su voz era algo grave.

-¡haerin! ¡llegaste!- se oyó la voz de yunjin desde atrás de aquella chica.

-deja que pase chaewon, es la amiga de la que te hablé -dijo yunjin a la otra chica.

𝗕𝗢𝗥𝗥𝗢𝗪 𝗔 𝗞𝗜𝗦𝗦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora