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-Solo era una broma

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-Solo era una broma. Ven y ayúdame a salir de la bañera- solicitó, pidiendo ser escuchado.

-Está bien, solo necesito aguantar un par de horas y luego podré regresar a mi casa-
respondió, esforzándose al máximo para levantar el cuerpo de Gojō y colocarlo en su silla de ruedas.

-Prefiero que me seque el pelo con la secadora, y desearía llevar ropa cómoda-dijo, sonriendo mientras daba instrucciones.

El enfermero, en su labor, primero se ocupa de secar el cuerpo del paciente con una toalla.

-¿Necesita algo más?-preguntó mientras lo guiaba hacia la habitación.

-Déjame pensarlo un momento-respondió, posando su mano en la barbilla en un gesto reflexivo.
-Sí, me gustaría un helado y algunos otros dulces.

-¿Cuándo realizarás los tratamientos?-preguntó, levantando una ceja, ya que parecía que su paciente solo estaba buscando una excusa para no hacer nada.

-Después de comer los dulces. Primero, vísteme; al menos no querrás que muera de hipotermia.

Megumi inició el proceso pidiendo al paciente que levantara los brazos, mientras le colocaba una camiseta negra y un suéter blanco. La parte inferior del cuerpo representa un desafío debido a la limitación de movimiento del paciente.

Seguidamente, lo coloca de pie, sosteniéndose por los costados de la silla de ruedas. Con mucho cuidado, separa las piernas del paciente y se pone en cuclillas para poder ponerle el slip. Una vez logrado esto, procede a colocarle un pantalón de algodón, repitiendo las acciones anteriores.


Cuando Gojō se tambalea, su repentino peso recaer en él. Se escucha un estruendo, y al darse cuenta, siente el cuerpo del paciente sobre el suyo, con su rostro enterrado en su cuello. Justo lo que le faltaba en el día: una caída.

-¿Estás bien? -se preocupa, imaginando que podría haberse lastimado en otra parte del cuerpo.

-¡Qué agradable perfume! ¿Cuál es? -aprovecha la ocasión para inhalar nuevamente el aroma del pelinegro, antes de mirarlo a los ojos.

-¿Te encuentras bien? Debí haberlo supuesto-suspiró con fuerza.

-¿Puedes mover tus brazos y apartarte un poco? Me duele el cuerpo-se quejó, a pesar de que Gojō es un adolescente, su peso es comparable al de un adulto. A diferencia de Megumi, que es delgado y de constitución más frágil.

-Tienes que salir de debajo de mí. ¿Y si decido no hacerlo? -
bromeó.

-Deja las bromas a un lado; mejor gritaré pidiendo ayuda a los otros enfermeros -puede sentir la respiración cálida del paciente; no comprende por qué lo observa con tanta fijación, sonriendo de esa manera.

𝘛𝘳𝘢𝘵𝘢𝘮𝘪𝘦𝘯𝘵𝘰୭ৎ 𝑮𝒐𝑭𝒖𝒔𝒉𝒊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora