Spellbound desires

pero yo a ti sí.

"Tengo ganas de ser aire y que me respires para siempre".

Harry, una bruja seductora que se siente irremediablemente atraída por Louis, un poderoso vampiro.

Octubre es un mes lleno de terror y Magia.

Su amor será un encanto que ninguno de los dos vió venir pero es un lazo que no se puede negar.

Gracias a mi amiguilla issyfeelings por ayudarme en la edición.

En lo profundo de aquel bosque mítico viven las más atroces leyendas.

La más desgarradoras historia provienen de ahí, los cuentos nocturnos, el pánico y la sangre.

No voltees. No entres. No veas.

Escucha la suplica de todas esa almas que alguna vez llegaron a ese bosque. Ese lugar tan cruen en el cual rondan mil historias de terror, lamentos, súplicas, almas vagantes...

Nadie lograba creer que ahí existían la más hermosas brujas que aún coexistente con lo más precioso vampiro.

Era obvio que esa brujita tenía su vampiro favorito, pero ese es otro tema.

Hoy era una noche preciosa. La bruja más aclamada de todo el clan demostraría lo que mejor sabe hacer.

Un vestido color champán con corset apretaba su delicada cintura, resaltando su pecho blanquecino y grande, sus grandes ojos verdes  tenían rastros de máscara de pestañas, sus labios gruesos y pomposos tenía algo de gloss rosado en ellos, en su escote se veía un collar plateado con una cruz inversa; collar que sólo usaban los más poderosos de aquel clan. Harry asegura poder haber besado su reflejo. Estaba irremediablemente perfecto.

Antes de hallowen o mejor conocida como noche de brujas. Un nombre bastante irónico si a Harry le preguntas. Recibían a nuevos aspirantes en aquel bosque para ser guiados en nuevos hechizos, preparándose para todo el mal que en cualquier momento se desatará sin razón aparente.

Se acercaba la hora para conocer acerca de todos los nuevos chicos ahí y Harry aún estaba revisando algunos detalles de lo que tendría que enseñar hoy.

Era jodido y cansado lo que debía hacer, a veces  cuando estaba solo pensaba profundamente en todo eso que ha tenido que vivir y solo sentía que su consciencia se iba, lastimosamente hoy no pudo see así porque unos leves toques en la puerta lo hicieron estar alerta, iba a intentar defenderse cuando su amigo rubio habló.

—Harry, sal de ahí. Ya es hora, no creo poder soportar a todos esos niños un rato más.—El rubio se quejó. Niall, era otro brujo de ese aquelarre místico y lo más cercano que tenía Harry de un amigo.

—Ya voy Nii, sabes que me gusta estar perfecto.

Con muchísima cautela arregló sus rizos e hizo eso de ponerse algo de labial y máscara de pestañas, no sin antes decirle al rubio que podía entrar. Se puso unas lindas botas de tacón con leve plataforma que no se podían apreciar muy bien por el tipo de vestido que llevaba... en fin, terminó de ponerse algo de loción en su cuello y muñecas para poder voltearse finalmente hacia donde estaba aquel rubio.