El Número 1 Siempre Gana 🌫️ [Max Verstappen]

Cap 11. Confusión ☄️

3 de Septiembre en la noche, después de lo que ocurrió tuve que ir al hotel a cambiarme la ropa para después irme al hospital a que me indicaran si estaba realmente lastimada, lo curioso de todo es que no recibí ninguna llamada de Pato, era extraño por que me hablaba a todas horas pero posiblemente se encontraba arreglando algo, para mi fue algo bueno ya que si me hablaba me soltaría a llorar y le diría todo, y seguramente ahora si mataría a Verstappen.

-No paso nada Señorita, solo fue un pequeño golpe en la nuca qué le causó confusión, en su espalda si tiene un moretón, pero con un medicamento que le recetare le sanará lo más pronto posible, no hay nada de que preocuparse- comento el doctor Italiano que me atendió.

-Perfecto doctor, muchas gracias por su ayuda- le regale una sonrisa en lo que el anotaba algo en su computadora para darme la receta.

-Disculpe la indiscreción, se que no es el mejor momento pero, ¿puedo hacerle una pregunta?- menciono el doctor.

-No se preocupe, claro, le escucho- dije poniendo atención a lo que me tenia que decir.

-¿Usted es la piloto de Red Bull, Sinai Sorní Gaxiola?- puso cara de emoción.

Sonreí y conteste -Si, soy yo-

Sonrió ampliamente y me dijo que su hija llamada Isela qué tenía 10 años era una muy fan mía, qué cada que me veía tenía esperanza de poder entrar un día al automovilismo y que le encantaría tomarse una foto conmigo, a lo que accedí, tan pronto como acepte llamo a su hija, eran altas horas de la noche pero al escuchar que me encontraba con su padre, la pequeñita comenzó a gritar por el teléfono y le pidió a su mamá si la podia traer.

-Señorita Sorní, mi hija estará aquí en 30 minutos, ¿será posible que la pueda esperar?, si no puede no hay ningún problema, se que la vida de un piloto es bastante ocupada-

-Oh para nada, acabamos de tener carrera y por lo pronto no tengo nada que hacer- le dedique una sonrisa y me dio mi receta, salí a la sala de espera.

La verdad es que estaba muy cansada y no estaba en mi mejor momento pero saber que inspiraba tanto a una pequeñita me dio muchos ánimos y claro que no iba a desperdiciar la oportunidad de conocer a una fan tan pequeñita, además de que desde que tengo uso de razón a mi me encantan los niños.

Salí a la sala de espera, pasaron un poco menos de 20 minutos y entro una pequeñita por la puerta del hospital, toco rápido la puerta del consultorio y supuse que era ella, pero no me acerque, después el doctor salió y le señalo el lugar donde estaba, tan pronto me vio corrió hacia mi y se aventó para darme un abrazo, la cargue con la poca fuerza que me quedaba y le di un gran abrazo.

-Sinai, Sinai, un gusto conocerte, eres mi favorita- susurro a mi oído.

-Oh pequeña, que gusto saber eso- la abrace aún más fuerte, no quería bajarla.