Reunión -COMPLETO-

Capítulo 11: No es lo mismo que el Viejo Jefe

Descargo de responsabilidad: Conoce al Nuevo Jefe,

No es lo mismo que el Viejo Jefe

Amelia estaba leyendo informes de días cuando el floo se volvió loco. Las llamadas comenzaron a estudiar detenidamente y sonaba como si cien personas estuvieran tratando de hablar al mismo tiempo.

"Cálmate", ladró. Era la primera vez que veía a una docena de personas tratar de llamar a la vez. "Ahora bien, Auror Thomas primero, ¿de qué se trata esto?"

"La ministra está muerta, Madame Bones", dijo la mujer sin aliento.

"De qué?" varios escenarios pasaron por su mente. Sería una perra si resultara ser un asesinato. Simplemente reunir a todos los que tenían un motivo paralizaría al gobierno mágico y a la mayoría de las empresas locales, y... realmente sería más simple tratar de reunir a alguien sin un motivo para matarlo, si existieran. 'Probablemente encuentre un snorcack con cuernos arrugados con la mitad de esfuerzo que eso requeriría.'

"Los curanderos dicen que parece una úlcera reventada."

"Veo." Ya sea natural o lo suficientemente natural como para ignorarlo de manera segura. Ella dio un suspiro de alivio. "Alguien tiene algo diferente que llamar mi atención?" Quedaban seis caras. "Auror Hawtstuf."

"Los duendes amenazan a la señora de la guerra", dijo el Auror con calma, "algo sobre que Fudge los traicionó."

"Envíe la alerta y cancele la licencia", suspiró Amelia, "cualquier otra cosa?"

IIIIIIIIII

Dumbledore se horrorizó cuando finalmente salió de su ataque y Minerva le informó de todo lo que había sucedido.

"Esto es horrible", dijo Dumbledore, "la estabilidad de nuestra propia sociedad se ha visto amenazada por la información impresa por el Quibbler." El gato estaba fuera de la bolsa, ¿cómo iban a evitar que estallara la violencia?

"Como dices Director," Minerva dijo rotundamente, "pero dudo que la Nación Goblin sea demasiado efectiva."

"Oh?"

"Varias familias se han aprovechado de la situación y han utilizado el scrip del Ministerio para pagar sus préstamos e impuestos." Una sonrisa se deslizó por la cara de la anciana mientras contemplaba el saldo de su nueva cuenta suiza. "Me atrevo a decir que los duendes tendrán problemas para hacer cualquier cosa sin oro para financiar sus planes, sus bóvedas están vacías y no tienen deudas para llamar."

"Eso es algo de todos modos", admitió Dumbledore.

"Perdiste mucho Director?" Minerva preguntó con simpatía. "Desde que no pudiste retirar tu oro antes de que Gringotts cerrara."

"Mantengo la mayor parte de mi oro en las bóvedas de Hogwarts", respondió Dumbledore. "Está mucho mejor protegido que Gringotts." Sin mencionar que es más conveniente.

"Hay alguna razón por la que eligió no ofrecer esta opción al personal?" Minerva preguntó con solo un toque de escarcha en su tono.

"Entonces todos habrían deseado usar las bóvedas", explicó Dumbledore, "es mejor mantenerlo restringido. La misma razón por la que nos mantenemos separados de los muggles, si usamos magia para ayudar a uno, entonces muy pronto todos esperarían que los ayudemos." Realmente, fue como si la mujer nunca hubiera pensado en el panorama general.

"Ya veo." Su cara podría haber sido tallada en granito. "Por qué no pusimos la piedra de los filósofos en las bóvedas?"

"Me temo que no puedo entrar en eso ahora mismo", dijo Dumbledore rápidamente, "no con todo el papeleo que se ha estado acumulando en mi escritorio durante mi convalecencia."