Harry es un universitario muy amante del yoga que cree que la relajación es muy importante para la salud, quién también es el compañero de habitación de un ojiazul millonario que estudia día y noche medicina. Ambos son alfas y Louis no puede evitar...
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Louis había tenido una madre cariñosa que lo amaba totalmente, mientras que su padre era algo desapegado a él y prefería pasar tiempo con sus dos hermanas.
Bien, no mentiría. Su padre no le tenía ni una pizca de aprecio, tal vez por eso su madre se apegó más a él.
El problema entre ambos es que su padre dudaba que él fuese su hijo, ya que no se parecía ni un poco a él y en ese tiempo su madre modelaba ropa interior en Milán mientras él estaba en Londres, muy estresado con la empresa para llamarla siquiera. Su madre afirma nunca haber hecho nada con ningún otro hombre.
Jay estuvo enojada con Walter tanto tiempo, hasta que se reconciliaron al hacerle un exámen de sangre a Louis y el alfa al fin confirmó que era de él.
Al parecer seguía algo resentido por eso y nunca demostró un real amor por él.
"Harás lo que yo te diga, estudiarás para y por la empresa y la mantendrás cuando yo no esté, le darás un 60% de los ingresos de las ganancias a tus hermanas y un 30% a la empresa y un 10% será para ti"
"Puedo hacer lo que se me haga la maldita gana, así que toma tus malditas palabras y metelas por- -" No pudo terminar esa frase porque su madre lo regañó, pero todo empeoró justo ese día cuando Jay afirmó estar embarazada otra vez.
" -Vamos, mi bebé. Tu padre está algo enfermo y si tienes la empresa heredarás todo su dinero. Pero si no es lo que deseas...
-Mami, yo...yo realmente no quiero esto. Yo lo odio, a él y a su estupida empresa.
-¡Lou! -lo regañó la omega.
-Solo no quiero esto para mí, pueden quedarse con el dinero si quieren, pero ambos sabemos que no tendré ni una libra de parte de mi padre, sabemos que no me colocará en su testamento o lo que sea, no me dará nada, má. Lo sé y no me interesa, pero no quiero esto -Jay lo abrazó y besó su frente.
-Está bien, cariño. Tú decides...-ella sonrió -Tal vez no estés en el testamento de tu padre, pero tendrás todo lo mío. Incluída una pequeña sorpresa, seguro te encantará -Louis jadeó.
-¿Y las chicas?
-Oh mi dulce cachorro, ellas tienen todo y más de lo que deberían. Tal vez no gane tanto dinero como tu padre, pero te crié yo misma y sé como eres. Te amo -Louis sonrió.
