¿Cómo debería empezar esto? No lo sé, nunca he sido muy social, no se me da bien hablar... Me gustaría decir que soy un chico mediocre que no destaca, pero es lo contrario, destaco, solo que en el mal sentido. Sí, soy el típico pringado que no solo no consigue nada en la vida, sino que es incapaz de intentarlo. Así es, soy vago y poco dedicado. No solo eso: No tengo amigos, mucho menos novia o siquiera alguien con quien hablar cara a cara, mis notas son lo peor de lo peor y mi vida se resume en las 4 paredes llenas de telarañas y algún pringue verde extraño pegado.
Pero a pesar de todas las palabras malas que tengo para mí mismo, soy feliz. Aunque no lo parezca, lo soy... Más o menos. Mira, los humanos somos simples, sobre todo los hombres (sin ofender a ningún género). He visto hombres reír como locos por encontrar un palo suficientemente gordo y largo como para parecer una espada, sorprendente, ¿verdad? En mi caso, mi palo-espada es mi ordenador. Y no, no es que sea un friki o algún tipo de obsesionado con los videojuegos, es solo que ahí tengo mi mundo entero, mi vida. Tengo un grupo de amigos online a los cuales quiero mucho. Sin duda, sin ellos, yo ya me habría suicidado, literalmente.
Bien, esta es la parte complicada... La verdad es que desconozco realmente quienes son, a pesar que llevo desde los 10 años, es decir, desde hace 7 años, hablando con ellos... Somos un grupo de asociales con problemas de muchos tipos, y nuestro grupo de amigos en línea es nuestra zona de confort. Realmente, somos nuestros salvadores, pero el caso es que, debido a nuestras condiciones, preferimos no mostrar nada sobre nosotros. Solo conocemos nuestros nombres de usuario y lo que nos contamos sobre nuestras vidas, pero información personal como la edad, la nacionalidad o incluso el nombre son privados, y ya ni hablemos de conocer nuestras caras o físicos. Es cierto que a mí no me importaría mostrar todo de mí e incluso me gustaría quedar con ellos, pero la mayoría son tímidos o por distintas circunstancias no se les permite mostrar nada. Por lo que los que sí queremos hacernos conocer más somos una minoría y da algo de corte.
Es gracioso que realmente esté diciendo todo esto teniendo en cuenta la situación en la que estoy ahora mismo. Me alegro mucho de nunca haber mostrado nada de mí. Será mejor que os introduzca poco a poco a porqué digo esto. Para eso, deberemos ir unos días atrás.
Un lunes, sonando las campanas del infierno en mi caja oscura y llena de basura, es la hora de levantarse y sufrir las peores horas de mi vida escolar. Apagué la dichosa alarma que tanto detesto y me levanté de golpe, ya que si voy lentamente, me duermo de nuevo, aunque no sería mala idea. Voy al cuarto de baño que, sorpresa, no está mucho más limpio que mi habitación, y me lavo la cara con agua que parecía sacada de las alcantarillas. Miro mi reflejo en el espejo, lo primero que veo es una gran grieta en él y un trozo de espejo cayendo al suelo, como de costumbre. Mis ojos morados miran con atención a mi aspecto, dándome cuenta de que mi pelo oscuro como la noche estaba creciendo más de lo que me esperaba y la falta de duchas y un peine que pase por él hizo que se rizara un poco y se desordenara por completo. Pasé mi dedo pulgar e índice derechos para frotar mis ojos y ojeras para luego soltar un gran suspiro.
Salí rápidamente del baño para no deprimirme más de lo que ya estaba y me puse mi conjunto de ropa de siempre: una chaqueta negra con patrones morados y cremalleras, una camiseta negra con bastantes cremalleras por todo los lugares y unos pantalones negros también con, otra sorpresa, adivina, cremalleras por todos lados.
Vamos a saltarnos el horario escolar, pues fueron 7 horas donde no prestaba atención y la gente me miraba mal. Al fin llegué a casa, un cuchitril, pero mi hogar. Saludé a mi compañero de piso, es decir, a mi planta de plástico hecha un asco, y corrí hacia mi preciosa pero no tan preciosa habitación. Encendí el ordenador con mucha prisa y me senté en la silla de oficina llena de agujeros para mirar a la pantalla con poca iluminación, ahí saludé a mis mejores y únicos amigos y una sonrisa por fin se dibujó en mi cara. Ahí estaba yo, Nero, ese es mi nombre de usuario. Saludé a todos como de costumbre, y ahí recibí los saludos de algunos, como New, Cosmo, Luvi... Entre otros.
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Trust Hotel
Misterio / SuspensoUn grupo de amigos se conocen en línea, pero no saben nada saben mucho los unos de los otros, aceptan una solicitud misteriosa a la participación de un "evento". Se encuentran todos encerrados en lo que parece ser un hotel, el Hope Hotel. Tendrán qu...