Todo lo que no brillo

Capítulo 1

Jannie

Llamaron a la puerta dos veces seguidas, la verdad que me sorprendió bastante. Nadie solía venir a verme, además era un viernes por la noche y nadie se quedaba en la residencia. Bueno nadie, salvo yo.

"TOC TOC TOC "

Me levanté dejando los apuntes encima de la cama y tras echarme una corta mirada en el espejo y ver que no iba tan mal abrí la puerta.
Subí mi mirada y encontré a un chico alto y delgado, de ojos azules oscuros y con pecas. Su pelo marrón estaba desorganizado y le caían bucles por la frente.
-¿Lia, eres tú?- Preguntó antes de ver quién le había abierto.
Al ver quién era, negó con la cabeza y me sonrió, admito que me puse nerviosa.
-Lia es mi compañera de habitación -Abrí un poco la puerta y le señalé la cama de ella- Si quieres puedes quedarte y esperarla, está a punto de
-Salir del trabajo, lo sé -Terminó por mí.
Entró y se sentó en la cama de Lia, mientras que yo volví a los apuntes de lengua.

Hacía menos de una semana que me había mudado a esta residencia, ya que la pasada residencia no me había acabo de convencer. A Lia la había conocido el primer día, era una chica bajita de espesos rulos negros y de claros ojos verdes. Había sido muy amable conmigo y no me extrañaba que el chico que acababa de llegar fuera su novio o su lío.

-Tu eres Jannie, ¿no?- Me preguntó el chico atrayendo mi atención.
-Si, ¿cómo lo sabes?
-Lia me habló de ti.
- Ah - Sinceramente me hizo bastante ilusión saber que mi compañera de habitación había hablado de mí con su novio.

Tras unos tranquilos y un poco incómodos minutos, la puerta chirrió un poco y apareció Lia.

- Holaaaa Jann, tengo muchísimas cosas que contarte, no te vas a creer que me ha pasado con el chico del que te hablé anoche- Empezó sin darse cuenta de la presencia del chico.
-Emmm, ahora me lo cuentas Lia. Tienes vistas - Dije señalando a él chico de cabello rizado que seguía tumbado en la cama de ella como si nada.
Lia se giró y su expresión fue de aburrimiento total.
-¿Matt? ¿Qué haces aquí? - Pregunto echando a Matt de su cama a empujones.
-Pues quería hablar contigo y como sabía que no contestarías a los mensajes ni me abrirás la puerta, decidí venir antes y entrar por tu compañera de piso, que por cierto no esta nada mal.
No pude contenerme y me puse roja como un tomate.
Lia le puso una cara de asco y le señaló con un dedo mientras me miraba.
-Jann, te presento a mi hermano mayor, Matt o Mattimati para los amigos- Dijo presentándonos.
Espero, ¿hermanos? Ahora que me fijaba mejor si que se parecían y los dos tenían un lunar bajo el ojo derecho. Que curioso.
-Vuelve a llamarme Mattimati y no lo cuentas Lia - Dijo Matt mirándola desafiante.
-Argh

Matt y Lia se metieron tras la puerta del cuarto de baño y se llevaron hablando más de una hora, yo pasé de ellos hasta que oí mi nombre.
-¡NO VAS A METER A JANNIE EN ESTO! - Gritaba Lia.
-Es solo un favor - Replicó Matt.
Me acerqué, cansada de los gritos y con cara de querer una explicación. Me planté frente a ellos y les di un toquecito a cada uno en el hombro para que me miraron.
Mentiría si no dijiera que se me pusieron los pelos de punta al tocar a Matt.
-Ejem - Me aclaré la voz - ¿qué pasa?
Los dos se miraron entre ellos, Matt suplicándole algo a Lia, cuando esta bufó y subió y bajo los hombros, Matt se volvió a girar hacia mí.
-A ver, resulta que me le he dicho a mis amigos que tengo novia porque no paraban de presionarme para que saliera con una chica y pues me acordé de que Lia tenía una compañera de habitación y me preguntaba que si podrías hacerme ese favor- Lo dijo todo a carrerilla como si creyera que iba a salir corriendo.
Lo pensé varios segundos antes de hablar.
-¿Que ganaría a cambio y cuánto tiempo sería?
-Lo primero lo que quieras y lo segundo un mes o así, depende - Dijo encogiéndose de hombros.
Se me encendió la bombilla.
-¿Tienes coche? -Pregunté.
-Si, ¿por?-Preguntó extrañado.
Necesitaba ir a la universidad que estaba a media hora andando y el transporte está muy caro, por lo que si el me acercaba...
-Si me llevas a la universidad todo el semestre - Dije más segura de lo que lo estaba.
-¿Todo?
-Todito.
Pareció pensárselo, antes de ponerme su mano delante para que la se la estrechara.
-Trato hecho.
-Trato hecho - Dije sonriendo, esto sería divertido.
-No me lo puedo creer- Dijo Lia mirándome.
Me encogí de hombros, la verdad que estaría bastante bien porque además de llevarme a la universidad todo el semestre tendría un novio falso y la verdad que eso no era tan guay como uno de verdad pero algo es algo.
Me fui a sentar a mi silla cuando una mano me agarró del brazo, un escalofrío me recorrió por todo el cuerpo y supe que era Matt el que me había agarrado.
-Vistete, que nos vamos - Dijo sonriéndome.
Me fijé que cuando sonreía le salían dos oyuelos chiquitos en cada mejilla.
-¿Ahora?- Pregunte extrañada.
-Sí, he quedado con mis amigos y querrán conocerte.
Me encerré en el cuarto de baño, me duche y vestí lo más rápido posible. Una falda negra y un top blanco que pocas veces había utilizado y cuando iba a salir me acordé del maquillaje, como no queria maquillarme mucho pero tampoco quería ir así, me eché un poco de rímel negro, pintalabios rojo, colorete y un poco de corrector en las ojeras.
Me miré en el espejo y la verdad que no me desagradaba mi aspecto de hoy.
-Ya estoy -Anuncie abriendo la puerta del cuarto de baño.
Matt que ahora miraba curioso por la habitación se giró y se quedó un rato dándome un repaso o eso supuse, me puse muy nerviosa, más de lo que debería.
-Estas....-Matt carraspeó - Muy bien - Dijo finalmente sonriendo, haciendo que volvieran a salirle los dos oyuelos.
Sonreí yo también.
-Gracias, tú también.
¿TU TAMBIÉN? ¿ERA LO MEJOR QUE SE ME HABÍA OCURRIDO? VAYA DESASTRE.
Eso pareció hacerle gracia porque su sonrisa se ensanchó.