Fui Llenas Aybar
Ante la luz de un infante la oscuridad brillaba, no obstante su luz fue apagada.
Hola mi nombre es Jose Rafael Llenas Aybar, te voy a contar la historia de mi muerte, la historia que hizo desaparecer mi sonrisa bajo mis finos labios que de alegría saltaban, si saltaban, hoy en día solo duermen tristemente en un sueño del cual jamás despertarán.
Todo empezó como la luz que viene sin avisar y se va en un simple pestañear de ojos, esa luz fijo mi doloroso, triste y ahogador destino, solo de contarte mi historia siento, siento el nudo que nadie pudo desatar, siento como mi no aire se agota, recordando el adiós de la luz en manos de sangre. Mi muerte no fue rápida, fue lenta, llena de cicatrices que solo el tiempo sumergido en tierra devoró.
Así como un cazador devora su presa, mi cuerpo fue devorado junto a madera que ahogaba mi no respirar.
Si, mi ataúd, al cual fui destinado a vivir todo el resto de mi no vida.
Aun recuerdo como si hubiese sido ayer, aunque para mi siempre será hoy. Cada 4 de mayo cumplo un año más de muerto en vida, nunca veré el pastel que diga mi edad, nunca sentiré el abrazo de mamá.
La muerte me abrazó tan fuerte como aquellas cintas pegantes llenas de culpa y falso sentimiento que rodeaba mi tembloroso cuerpo, ahogándose en tinieblas de miedo, en tinieblas que me robaron mi ser. Quiero llorar, pero mis lágrimas se quedaron fijadas en aquel día como si el tiempo en reloj tuviese congelado, como si de rebobinar ese dia fuese un simple adios, un adios que mamá no pudo escuchar, un adiós que destruyó su corazón, un adiós en pedazos de frágiles pétalos de dolor, un adiós sin labios, un adiós sin respuesta, el adiós, que marco mi último respirar.
Tan solo marque los números, esos que contaban cada punzón de dolor, esos que me hacían notar como el color rojo abandonaba mi cuerpo, como un latido de melodía me señalaba mi ultimo dia, fue doloroso para mi, en cambio fue satisfactorio para las manos sin arte que cortaban mi cuerpo, tan solo fue, si, fue.
Aquellas lágrimas de no alegría, que se desplazaban sobre un árbol, que sufría por las manos de un carpintero, aquellas que besaban mis labios, aquellas no fueron comprendidas, aquellas que a pesar de su dolor no fueron salvadas.
Tan solo, solo tan solo, si pudiera volver a vivir, miraría a la rosa que me dio vida, la miraría a los ojos, y le diría -adiós mamá.
Es lo único que mi corazón no latiente puede añorar, porque mi madre me vio nacer, pero no escucho mi último adiós.
-adios mama, adios...
Primavera, otoño, invierno, yo.
Tan solo yo.
Fui condenado a ser un niño por la eternidad, sólo, navegando en un bumerang de mi no vida, donde el sol brilla por unas horas y se duerme lentamente, mientras el cactus pierde sus espinas, y muere.
Fui obligado a ser un cactus con espinas internas, manchadas de tinta color rojo, subrayando mi cuerpo entre treinta y cuatro pinceladas.Recuerdo, aquel que murió, aquel que me fue arrebatado.
Llore de alegría con lágrimas de aire, el día que mi cuerpo sin vida fue encontrado, ese día supe que la flor podía ver la verdad, y que tan solo en unos años volvería a abrir sus pétalos.Esos pétalos que durmieron en un triste te extraño.
Esos que me abrazaron en frío y me liberaron en calor.
Esos que quedaron como hojas de papel sin tinta de alegría.
Eso que una vez...Erase una vez
una mañana de alegre sol, la flor y la espina salieron a cosechar frutos para el bien de su hogar y de su pequeña oruga.La oruga quedó en casa, acompañada de un árbol al que se le fue asignada por parte de la flor y la espina. La pequeña oruga jugaba y se divertía dentro de su pequeño hogar, unas horas más tarde, una hormiga llegó a casa de la oruga .Toc Toc, toco la puerta y el árbol abrió, y sin ninguna riña el árbol dejó pasar a la hormiga.
hola primo, -dijo la hormiga,- he venido a invitarte para la cosecha de abejas
genial, y ¿que iremos a ver
es una muestra de nueva miel.La oruga saltaba de alegría, mientras que su primo la hormiga se acercó al árbol para pedirle comunicar a la flor que su primo la oruga lo acompañaría a la cosechas de abejas a ver una nueva muestra de miel.
El árbol comunicó la noticia, y muy rápidamente respondió, -la flor me ha respondido, te sede el permiso con la condición de que regreses antes de la 5.
La hormiga comunicó la buena noticia a su primo la oruga y rápidamente ambos abandonaron el hogar.
La puerta se cerró lentamente, y en un simple clock el tiempo corrió.
Unas horas más tarde la flor recibió un comunicado...-querida tía flor, mi querido primo me ha dicho que quiere ir a reunirse con sus amigos en el bosque de canicas...
La flor al recibir tal noticia, se llenó de dudas ya que su hijo la oruga nunca sale sin un acompañante. Muy preocupada dejó de cosechar y fue a buscar a su pequeño.Llena de dudas fue a la cosecha de abejas a confirmar tal muestra de nueva miel, al llegar al lugar se dio cuenta que aquella muestra nunca existió y que su sobrino la hormiga le había mentido. Asustada y
extremadamente preocupada acudió hacia el bosque de canicas. Al llegar allí uno de sus pétalos se entristeció.
-¿dónde está mi pequeña oruga? - se preguntó la flor.
ya que en aquel bosque nunca se vio a su pequeña oruga.Triste, preocupada, asustada y en plena marchitación, la flor intentó contactar con su sobrino la hormiga pero no obtuvo respuesta...
Horas más tarde se vio entre los troncos de información una pequeña fotito de la oruga desaparecida, todos los medios raizales se comunicaban entre sí, para informar y dar a conocer la foto de la pequeña oruga.
Los segundos se convirtieron en minutos, los minutos en horas y las horas en días.
La flor ya triste cerró sus pétalos, y entre llanto de nubes oscuras una noticia llegó como cuchillo homicida hacia las manos de la flor.
-señora flor, tristemente, desde lo más profundo de nuestras raíces, le comunicamos la noticia que su pequeña oruga, la oruga que sabemos que usted jamás olvidará, lamentablemente fue encontrada sin vida, en lo más profundo del bosque de las hormigas, en un pequeño lago, donde su cuerpo flotaba a medio zambullir, y en su cuerpo se notaba 34 pinchadas.
La flor perdió todos sus pétalos, mientras leía cada palabra de aquel comunicado. Triste y oscurecida miro hacia el cielo tornado de tristeza y de dolor,y dijo.
-Querido hijo mio, perdon, no te pude proteger de quienes tu sonrisa robaron. Si me escuchas quiero que sepas que mi frágil corazón no te olvidará, ni siquiera en mi último suspiro de vida olvidaré tu hermoso nombre, el nombre de mi querido y arrebatado hijo.
Ese hijo de hermoso nombre, al cual le fue arrebatada su luz, está aquí, en presencia de tinta sobre papel.
Es y fue.
Jose Rafael Llenas Aybar
Escritor
Rodolfo Tejada.R.
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FUI LLENAS AYBAR
PoetryBasada en el asesinato del pequeño AYBAR En LA REPÚBLICA DOMINICANA 💫🦋💔 Derechos de autor reservados