Las Hides

HIDES ANTIGUAS

Aponia de Tesalónica

Interpretada por:

Melissa Lindmark

Rasgos:

Vive en el año 1200 a.C. en la península griega y la ciudad de Tesalónica.

Cuando ella era una niña su familia y ella fueron esclavizados y trabajan en una mina, hasta que un día escapa y llega a un santuario donde obtiene una poción que le da fuerza para liberar a toda la Hélade. 

Tranis la Germana

Interpretada por:

Natasha Aughey

Rasgos:

Nacida en una familia de esclavos en Velatri, después de 3 generaciones, su amo, cae en desgracia y ella y su familia es vendida a diferentes patricios, ella, debido a su mala salud pasa de amo en amo, pero sin lugar a donde ir y sin futuro, un mercader de gladiadores la lleva a Roma, será usada como carne de cañón para entretener a la plebe, ¿Pero Tranis será alimento para las bestias, o será ella misma la bestia del Coliseo Romano?...

Idea 1:

Ya en Roma, Tranis está en los aposentos, con las demás mujeres, muchas no pueden conciliar el sueño, pero ella lo hace, aunque apartada del resto; quizás sabe que es la última noche tranquila de su vida, mañana morirá como espectáculo.

Pero una misteriosa silueta aparece, desde una ventana la llama, le lleva comida y le entrega una caja de madera, solo para después desaparecer. Ella abre la caja y dentro ve un recipiente pequeño de barro, que tiene escrito, "para beber antes de entrar al Coliseo"; lo esconde del resto, y duerme, con incertidumbre.

A la mañana siguiente, ella ve como hombres y mujeres, asustados y sin armas son lanzados fuera y devorados, ahí recuerda su caja y va por ella, "Si vas a salvarme, me da igual lo que seas", bebe el contenido y se siente mareada. y cae al suelo, al tiempo que observa cómo se abre la puerta que los llevará hacia la arena.

Con empujones, es sacada, es la última en hacerlo, observa a una enorme multitud, miles de personas vitoreando, el espectáculo es abrumador y varios de los acompañantes de Tranis estallan en lágrimas, un anunciador aparece en un palco y comienza un discurso: "Plebe de Roma, hoy el Gran Emperador Nerón les trae el espectáculo de la muerte, verán a estos infelices ser devorados por las fieras de África, griten y vitoreen por ellos, que los Dioses se apiaden de sus almas; liberen a las bestias"...

Tranis, que aún luce mareada y confundida, yace tirada en el suelo, al tiempo que los demás imploran por sus vidas, algunos tratan de trepar por las paredes, pero los guardias se los impiden, de la gran puerta, entra mugiendo un enorme búfalo; en su espalda exhibe una lanza clavada, la sangre brota de aquella herida y sus ojos lucen rojos de furia, que planea desquitar en contra de los infortunados sacrificios.

Uno de ellos, es pisoteado por el animal, muriendo entre gritos de dolor, otro es corneado y lanzado lejos, su muerte le llegó inmediatamente, el resto huye, corren por todas direcciones, mientras el bovino constantemente les persigue.

Tranis aún está en el frío y arenoso suelo. el bravo animal la ignora, como si en él hubiera algo parecido a la lástima, como si viera en la pobre mujer a un ser que sufre, como él mismo.

Tranis es ajena a todo esto, emite ruidos que revelan su enorme dolor, es incapaz de vocalizar, pero es en su interior donde ocurre lo más interesante.