Genio [Rindou x Souya]/©\+18

única parte

¡¡¡¡+18!!!!

1209 palabras sensualizadas.

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Souya Kawata, un joven japonés, un explorador que busca tesoros atra vez del mundo, es que conocer sobre el mundo, parece ser una de sus mejores opciones, sin embargo... tiene el problema que necesita acostarse con alguien en cada lugar que está, sea mujer u hombre, en verdad no importa.

Solo necesita quitarse el peso de un posible estrés por estar investigando o buscando y no encontrar nada, no quiere decepcionar a nadie y bueno,¿Hay mejor cosa que el sexo para quitar el estrés?

Para desviar el tema de su obsesión ante el sexo, llegando a tener (es solo un talves) hipersexualidad.

—De solo pensar en eso me estoy poniendo duro—murmuro como si nada el Kawata, sin embargo su hermano, Nahoya Kawata, hermano mayor por unos minutos lo escuchó.

—Despues iremos a un burdel Sou, me han dicho que las muchachas ahí son de lo mejor.

—¡Souya-kum! ¡Nahoya-kum! Encontre una lámpara, parece de oro real y es muy antigua, también tiene algún que otro bordado en el idioma del antiguo Egipto—una chica casi mujer de cabellera roja con ojos del mismo color y vestimenta de explorador llamo la atención de ambos gemelos.

—Sera mejor que tu te quedes con eso Souya, talves quieras pedir un deseo al genio—la risa del peli-melocotón se hizo escuchar entre ambos jóvenes contrarios.

El joven de pelos color turquesa soltó un suspiro pesado, ya había visto cosas así que podía creer en que si frotaba la lámpara saldría un genio, y el como buena gente pediría liberal al genio y tener sexo con el(era solo una opción que cruzó por su cabeza y la haría realidad.)

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Después de varias horas entre búsquedas, objetos encontrados que estaban enterrados bajo la arena del desierto, pudieron llegar a dónde se habían instalado, un hotel con habitaciones compartidas, las mujeres por un lado,los hombres por el otro, pero los Kawata tenían su propia habitación compartida, solo para ellos.

Ya en la habitación, se sentó a observar aquélla lámpara, limpió un poco con un pañuelo, se sorprendió al ver salir humo de aquella lamparita.

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Un guapo chico rubio con mechas celestes, ojos violetas, se encontraba sentado en la cama de Souya –que este usaba por ser un hotel–, mirando a este directo a los ojos, Souya los mantenía cerrados dándole un oral a aquel chico/hombre.

El rubio gemía ronco o gruñía ante el placer de la felación recibida en ese momento.

Ahora, rebobinemos un poco, Souya limpio la lámpara eso haciendo un froté, salió Rindou Haitani, un genio de la lámpara, Souya solo pidió dos deseos:
1: que Rindou ya no sea un genio.
2: que este sea su novio para poder coger gratuitamente.

Volviendo a los protas.

Souya posaba ambas manos en el suelo, al igual que mantenía sus piernas un poco separadas para que no duelan y darle un buen, pero buen oral a Rindou. Este gruñía de placer.

—Me liberaste pero ah~ me atas a ti...~—hablo el rubio.

—Tu no sabrías sobrevivir a lo que es ahora el mundo—dijo sacando el gran falo de su cavidad bucal.

Volvió a meterlo empezando a chupar con más intensidad, antes de lo previsto se vio con una cantidad de semen bastante grande, y sabía ¿Bien?, se lo trago y luego mostró la lengua sonriendo levemente.

—En eso tienes razón pero, ¿Para ser pareja no tenemos que sentir algo hacía el otro?

—Actualmente también va primero el sexo, después el romance y la relación está en el sexo, ahora...¿Puedo montar tu polla?

El rubio asintió un poco, ese chico de cabellera enrulada y color turquesa, en verdad que era hermoso, atrevido pero hermoso, y su cuerpo ni hablar, Además es la primera persona que le pide sexo al conocerse, que directo.

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En el momento, Rindou tenía las manos sujetas al respaldo de la cama con una venda en los ojos, lo que hacía que tuviera miedo, por qué había un chico hormonal capaz de hacerle quién sabe que tipo de cosas.

Y siguió buscando alguna pista para saber si estaba en peligro o no, pero eso quedó en segundo plano en cuanto sintió como se subían a horcajadas encima suyo y agarraban su pene.

El peli-turquesa había agarrado el enorme pene de Rindou, lo alineó a su entrada, está estaba lubricada con uno efecto calor...dudo un poco pero al final bajo con lentitud llenándose a si mismo con el miembro duro, grande y grueso del rubio. Hizo los ojos hacia atrás mientras jadeaba.

—Dios mío, ¡Que grande la tienes!—grito un poco emocionado dedicándose exclusivamente a escuchar los ruidos que hacía el rubio por tener la verga en la cavidad apretada de Souya.

Prontamente empezó a subir a bajar dejando que de sus labios escapacen varios gemidos altos y agudos. Los del rubio eran más bajos, jadeos o gemidos roncos y gruñidos de placer.

—Mierda...Souya...estás m-muy apretado.

Su cuerpo ahora estaba más sensible, después de todo, tenía una venda en los ojos quitándole el sentido de la vista por unos momentos.

—Mgh...~ uff~ a-ah...—salia de la boca del genio, talves si podría quedarse con el peli-turquesa— s-suelta mis manos, maldita puta...~—ordeno el rubio.

Talves haya insultado a Souya pero eso solo lo excitaba bastante.

Sin más, desató al mayor, volviendo a montarlo con rapidez pero también tomando su propio miembro e iniciando un bombeo igual de rápido.

Rindou solo observaba calentándose en sobremanera–ya se había quitado la venda–, según el, se había perdido de muchos años sin aquel hermoso, pervertido y caliente algodón de azúcar.

Azotó con la palma de su mano abierta dándole una nalgada al menor, recibiendo como respuesta un jadeo alto.

Vio cómo el chico encima suyo poso la mano izquierda en su pecho y luego fue deslizada a su pezón, no contuvo el gemido saliente de su boca cuando el peli-turquesa lo empezó a pellizcar. Carajo, ese niño si sabía que hacer para calentar a alguien, masturbarse y tocar a la otra persona mientras monta ¿Quien lo hace? Souya Kawata...

Varios minutos bastaron para que el menor se corriera, manchando su propio abdomen, un poco del pecho del rubio y la cara de este. Muy excitante a la vista de Rindou quien sentía su miembro palpitar mucho.

Si avisar, el rubio se corrió dentro del menor.

—¡Que bien se siente, Rindou!

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La noche ya había pasado, fue bastante larga con tantas rondas se sexo, primero le dio un oral, luego lo monta, también se pone en cuatro pidiendo ser embestido, luego¿Simple? Joder, ninguna posición sé había salvado esa noche.

En este momento Rindou recibía un oral por parte del de cabellos turquesas, pero estaba muy profundamente dormido así que no sentía nada, o eso es lo que le hacía saber a Souya. Este por ocurrencia; mordió con delicadeza parte del miembro ajeno.

Escucho un gruñido por parte del rubio, chupó más rápido sintiendo una mano en su cabeza, el mayor comenzó a moverse contra la boca de Souya, prácticamente follandole con todo gusto la boca.

—N-no sabes cuan rico lo mamas—tiro su propio cabello hacía atrás.

No basto mucho para correrse, después de todo se “acababa de despertar".

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Quedó horrible