Estaba agotada, mi corazón latía con dolor, mi cuerpo apenas podía soportar el peso y mis pies estaban ensangrentados, pero no podía detenerme. Sabía que si lo hacía, me alcanzaría, y eso significaría el fin de todo.Podía escuchar su respiración y sus pasos apenas a unos metros de mí. Sus risas resonaban mientras gritaba mi nombre.
-"Oh, mi bella niña, mi Violeta, no corras más. No te escondas. Si continúas, me enfadaré y sabes lo que ocurrirá. Ven aquí, hermosa. Acabemos con este sufrimiento, hagamos esto más fácil".
Tropecé con las ramas que se interponian en mi camino en aquel obscuro bosque. Mis rodillas sangraban, y podía sentir su aliento en mi espalda.
Todo se volvió borroso, recuerdos vagos y tristes invadieron mi mente.
De niña, siempre me habían fascinado los libros de misterio, con finales desgarradores e historias intrigante. Nunca imaginé que mi vida terminaría de esta manera.
Pero para entender el final, es necesario conocer el comienzo.