You Belong With Me - Pablo Gavi

15.- Que se dan besos que asco

Estamos viendo el entreno de Neo, Pablo con la capucha puesta para que no lo vean. Mi hermano es muy bueno jugando fútbol sinceramente.

- Este niño va a llegar lejos en el fútbol.- dice cuando Neo marca gol.

- Eso espero. Se muere por ir al barça desde niño.- digo mirando a mi hermano sonriente.

- Yo me encargaré de que entre en la masía.-

- No, si entra será por sus propios métodos. No porque tú les digas a los de ahí que entre Neo.- digo.

- Aún así, seguramente entre.- dice.

Estamos un rato viendo el entreno desde las gradas, Neo todavía no nos ha visto.

Cuando acaba el entreno, nos vamos directos al campo, donde está Neo con sus amigos.

- Bonito entreno Neo.- digo acercándome a él. Está de espaldas y todavía no nos ha visto.

- ¡Gavi!- grita acercándose a Pablo corriendo. Cómo si fueran amiguismos.

- Hola Crack.- dice Pablo cuando se dan un abrazo de tíos.- Te he traído un regalo, pero está en tu casa.- dice.

- La camiseta firmada?- pregunta Neo.

- Si, y algo más también.- dice Pablo.

- Vale, no existo no Neo?- le digo interrumpiendo su conversación.

- Hola Alba que tal?- pregunta mi hermano dándome un abrazo.

- Bien, te he echado de menos bobo.- digo dándole un abrazo.- Vamos a casa?- pregunto.

- Hemos traído el coche de tus padres.- dice Pablo.

- Que bien me cae tu amigo alba.- dice Neo y Pablo se ríe.- Que pasa?- pregunta.

- Que somos novios.- dice y yo le miró con cara de querer matarlo. Neo se queda quieto mientras caminamos.

-Qué os dais, besos y todo eso?- pregunta con cara de asco.

- Si, mira.- dice Pablo y en un instante siento sus labios posados sobre los míos. Es un beso muy corto, pero que para mí dura mucho tiempo.

- Que asco.- dice Neo apartando la mirada.

- Te voy a matar.- susurro a Pablo.

- Te ha encantado.- me susurra.

Llegamos a casa y Neo entra gritando.- Mama que Gavi y Alba son novios. Se han dado un beso!

- Lo sé Neo. Que tal el entreno?- pregunta mi madre cambiando de tema.

Ellos se quedan hablando y yo subo a mi habitación a cambiarme el pijama. Son las ocho y me apetece dormir.

- Me han dicho tus padres que...- dice Pablo entrando a mi cuarto justo cuando me quito el sujetador y me ve de frente. Aunque cierra la puerta rápidamente y yo me pongo roja.- Perdón.- dice desde fuera.

- Se llama a la puerta listo.- le gritó.

- La puerta también tiene un pestillo que yo sepa.- dice riendo.

- Me da igual.- gritó.- Que pasa?- pregunto abriéndole la puerta cuando ya me he puesto una camiseta.

- Tus padres han ido a por comida. Han pedido comida china, como la que te gusta.- dice y yo me tiro en la cama suspirando.

- Estoy cansada.- digo en un suspiro.

- Te voy a dar un masaje.- dice Pablo y no me da tiempo a protestar. Pasa sus manos por todas partes de mi cuerpo, haciéndome sentir tranquila y relajada. Se le da muy bien.