Never knew.

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Una batalla más. Una batalla más. Eran los únicos pensamientos dentro de la cabeza de Yosaflame. Desde hace mucho que las batallas por esta guerra parecían jamás terminar, al parecer habían llegado a un fin. Esta sería la batalla definitiva al parecer, y la tanta anhelada paz llegaría. O eso era lo que querían creer.
Claro, había docenas y docenas de ángeles mezclados con docenas y docenas de demonios peleando en el campo de batalla, pero siempre había un ángel que siempre destacó más ante los ojos del demonio. Claro, aquel ángel era ni nada más ni nada menos que Sherbet. Siempre destacó más para el ya que Sherbet actuaba como si no estuvieran en medio de una guerra luchando, como si La Paz entre demonios y ángeles existiera, como si ser amigos fuera aceptable.
O incluso algo más.
Aunque hoy, aunque lo quisiera negar, noto que el ángel no estaba para molestarlo continuamente durante las batallas. A decir verdad, genuinamente le gustaba que alguien se preocupara por el, ya sea como amigos, compañeros de trabajo, relaciones de negocios.. pareja. Pero jamás han sido algo. Jamás han sido amigos, jamás han sido compañeros de trabajo, y mucho menos.. eso. Ugh. Le gustaba la atención que recibía por Sherbet, tan.. cariñoso? Tan amable, incluso si era un hijo de perra pervertido que se la pasaba cada dos por tres encimándose a él con comentarios no tan agradables que digamos. A veces la más mínima compañía en tiempos de guerra era buena para no perder la locura.
Yosaflame inconscientemente buscaba al Rubio con su mirada, moviéndose de poco en poco, con un poco de esperanza de verlo. Esta sería la última batalla, la última batalla donde uno de sus bandos ganaría, aunque sea quería verlo una vez más antes de la victoria.
Tomo más tiempo de lo esperado, claro, a este punto ya ni siquiera caminando estaba, si no que corriendo. Estaba desesperado por verlo, una vez más, una vez más. Oh, lord kcalb, ten compasión con el pobre demonio y ayúdalo a encontrar a su amado. Yosaflame estaba siendo asfixiado por El Fuerte olor a sangre que estaba siendo esparcido de manera rápida por todo el aire, humo cubriendo toda la vista, gritos de dolor era lo único que podía ser escuchado ahora mismo. Aunque ningún grito de dolor encajaba con la voz del ángel, eso le daba tan siquiera una más mínima esperanza a Yosaflame. Tal vez no se tendría que rendir tan pronto.. después de todo, estaban en guerra, probablemente Sherbet se distrajo con cualquier cosa más. Claro, claro.. nada de que preocuparse. Nadie iba a salir herido, probablemente. Claro..
batalla definitiva, batalla definitiva. Claro. Paz después de todo esto.. Yosaflame quería seguir buscando a Sherbet, tenía una esperanza de tan siquiera verlo una última vez antes de que la victoria se haya definido. Tuvo que parar de correr por un momento y volver a caminar, buscando vagamente a un ángel de pelos rubios, claro.. siempre iba a destacar a los ojos de Yosaflame. A este punto estaba 100% seguro que había recorrido casi todo el lugar, y nada.. nada de nada, pero.. pero..
ah, ahí estás. ¿Porque estás tirado ahí en un sitio oscuro?
Yosaflame se acercó lentamente al ángel rubio, que finalmente había encontrado. Era claro que era Sherbet, con la bufanda que siempre usaba.. solo que esta vez, estaba más callado que nunca. "sherbet."  Yosaflame hablo primero, con la esperanza de que Sherbet iba aunque sea verlo. Nada. Ninguna reacción. "Puedes dejar de fingir. Te encontré."  Trato de hacer que el ángel hablara, que tan siquiera lo viera, que tan siquiera notara su presencia. Yosaflame podía sentir como todo empezaba a dar vueltas, como si estuviera dando vueltas a máxima velocidad. Un sentimiento que jamás pensó sentir se hizo presente en su pecho, ¿qué era esto? Parecía que alguien lo estaba apuñalando en el pecho. Yosaflame se agachó para poder ber mejor a Sherbet, alzando levemente su cabeza.. mierda.
El único ojo visible de Sherbet estaba cerrado. ¿Porque estaba cerrado? Y.. demasiada sangre. Toda la sangre estaba mayormente en el traje del ángel, con un corte profundo donde.. ugh. Yosaflame no quería ver los órganos de alguien en este instante, mucho menos los de aquel ángel. El olor a sangre que Yosaflame no había notado era mucho más fuerte que antes, tenía sentido, estuvo más perdido en sus pensamientos acerca del ángel que no se había dado cuenta de lo que lo rodeaba. Los sonidos de dolor seguían sin cesar, el olor a sangre era más fuerte por cada segundo, Y el humo seguía presente.
"Ahh.. realmente me hiciste creerlo, ¿no?.. Vamos, deja de hacerte el bromista. No es divertido. Estamos en medio de una guerra, despierta.."
Aquellas palabras tenían un tono de miedo y desesperación. Claro, era idiota tratar de ahora tener la misma esperanza que Sherbet siempre tuvo. Probablemente estar junto a él durante mucho tiempo lo estaba influenciando.. que horrible. Yosaflame siguió moviendo a Sherbet cuidadosamente, para ver si este en cualquier momento iba a abrir su ojo o decir algo. Tan siquiera un quejido, la más mínima cosa para asegurarse cosa que estaba vivo. No se atrevía a checar su pulso ni su corazón, no estaba preparado para verificar su estado vital.
...
Claro. Eran tiempos de guerra, no se podía crear ninguna ilusión o mentira en su cabeza. Era un momento al que tenía afrontar la realidad, por primera vez en tiempos de guerra, quiso crearse la ilusión de que algo iba a volver. Pero las cosas que se rompen, nunca vuelven a existir.
Yosaflame suspiró, con manos temblorosas checo el pulso de Sherbet. Claro, No iba a sentir nada. Era claro, El estaba muerto. Por primera vez en toda su vida, iba a admitir que quería ver aquella sonrisa tan molesta.. al igual que escuchar su voz llamando su nombre.. de aquella manera tan molesta y tan característica.
Ahora solo quedaban las memorias de todos los momentos que pasó junto a Sherbet. La mayoria era siempre Yosaflame tratando mal a Sherbet, pero eran memorias importantes. Yosaflame se levantó, mirando una vez más al cuerpo sin vida de Sherbet. Lleno de sangre, habían muchas sensaciones y sentimientos que estaba experimentando con tan solo haber visto a aquel ángel muerto. ¿Porque se sentía así? Después de todo eran enemigos, ¿no?
Los enemigos se trataban con odio, con desprecio, con violencia. No con apodos lindos, coqueteos, intentos de abrazo.. todo Aquello fue hecho por Sherbet, Yosaflame siempre rechazándolo. Claro.. aunque sea debió haber correspondido algo.. el abrazo tal vez?
Ya no era momento de arrepentirse de cada una de sus acciones dirigidas al ángel, el ya estaba muerto. Jamás volvería. Sus bromas, sus risas, sus coqueteos, sus apodos, sus abrazos, sus "regalos".. nada. Yosaflame se empezó a alejar lentamente del cadaver, la sangre empezando a secarse lentamente. Dándose la vuelta, echándole un vistazo al cadaver antes de alejarse completamente del sitio oscuro donde su cadaver estaba escondido.
Volviendo ya de nuevo al campo de batalla, su perspectiva en cosas había cambiado de un segundo para el otro. Acaso la muerte de un ángel que decía despreciar con toda su alma cambió su manera de pensar?
Odiaba al ángel con toda su alma, claro que lo odiaba. Lo despreciaba, siempre deseo tanto el día de su muerte.. entonces, ¿porque estaba casi llorando del coraje? ... ¿o será tristeza?
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Al ángel jefe le habían sacado un mendigo ojo. UN MALDITO OJO.
Yosaflame deseaba no haber visto aquello, pero milagrosamente, les costó un ojo de la cara (literalmente) terminar aquella guerra. Con las palabras del ángel jefe finalmente abriendo los ojos de Kcalb y Etihw, empezando La Paz y oficialmente terminando la gran guerra.
¿Qué pasará con Sherbet?
... ahora, ¿Porque pensaba en Sherbet en aquel momento? Ya estaba muerto. No hay manera de revivirlo.. ni traerlo de vuelta después de todo. La Paz era oficial ahora, ¿pero qué seguía ahora?
Era claro que Kcalb y Etihw aún tenían que trabajar en su relación, de todas maneras, empezarían el procedimiento de unir mundos. El momento de recoger los cuerpos ya fallecidos en el campo de batalla había llegado, pero claro, Yosaflame se fue directo a recuperar el cuerpo de aquel ángel caído, aquel ángel que siempre lo molestaba pero de alguna manera alegaba sus días con cualquier estupidez que se le ocurriera.
Hecho un vistazo de nuevo a su cuerpo fallecido.. ugh, ¿sus órganos.. en serio necesitaban estar ahí fuera..?
Yosaflame cargo cuidadosamente al cuerpo, aunque supiera que el cuerpo de Sherbet ya no tenía conciencia propia ni vida, quería tratarlo con gentilidad. Como si antes de todo esto, hubiera tenido la oportunidad de cargarlo. Probablemente Sherbet estaría rodeando su cuello con sus brazos.. coqueteándole, con aquella sonrisa tan.. perfecta y molesta. Pero aquello solo serían fantasías de ahora en adelante.
Yosaflame se dirigió al lugar donde acordaron poner los cuerpos, lugar que los dos dioses estaban cuidando. Varios compañeros de Sherbet y Yosaflame estaban también ayudando a limpiar.. Algunos se dieron cuenta de la ausencia de Sherbet, y al darse cuenta que Yosaflame estaba cargando su cuerpo sin vida, fue como 10 apuñaladas en el pecho. Claro, aquella reacción fue más para gente que era cercana a Sherbet.. después de todo, Sherbet aunque sea tenía gente que se preocupaba por él, claro.. en eso se incluía Yosaflame.
Yosaflame dejó lentamente el cuerpo sin vida de Sherbet reposando en el lugar acordado. Viendo la reacción de Etihw al ver uno de sus ángeles más importantes caídos.. fue la mejor reacción. Por más sadico que sonara, Yosaflame quería ver a la culpable de la muerte de Sherbet sufrir por su pérdida, saber que fue su culpa, saber que por toda esta guerra ha perdido alguien importante. Que sintiera casi lo mismo que el.
Yosaflame se retiró de aquel lugar lo más rápido que pudo, iba a ser un día largo.
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Ha pasado 1 semana desde todo el incidente. Si todo ya ha terminado, entonces, ¿porque se siente así? Parece que falta algo en la vida de Yosaflame. Un vacío, algo que necesita ser llenado, pero que jamás podrá serlo. Los días pasaban más lento de lo normal, ahora ángeles y demonios convivían juntos, ¿a Sherbet le hubiera gustado esto? Probablemente. Hubiera amado ver a Yosaflame todos los días sin problema alguno, sin tener que esperar hasta la siguiente guerra o el momento perfecto para escaparse e ir a verlo en su respectivo mundo.
El sentimiento melancólico dentro de Yosaflame se hacía cada vez más obvio. Los días eran más callados de lo normal, unos que otros estaban dándose cuenta de varias cosas en común que tenían y se hacían amigos, como el caso entre Ciel y Lost.. se parecían llevar mejor que nada. Cranber y Rigatona seguían con su rivalidad, pero de alguna manera llevaban un tipo de amistad. ¿Y qué pasa con Yosaflame, el demonio de la mirada melancólica?
Estaba solo.
Completamente solo.
No había manera alguna de llenar el sentimiento de soledad, incluso si estuviera acompañado por miles de ángeles y demonios, se seguiría sintiendo solo. Se negaba rotundamente a socializar con cualquier ángel o demonio, se reservaba para el solo y se quedaba simplemente apreciando la jardinería que tenía el castillo donde vivía ahora.
Incluso Etihw y Kcalb han empezado a hablarse un poco más, entonces, ¿porque es tan difícil para el?
Ni siquiera el mismo sabría la respuesta a aquella pregunta. Yosaflame podía negarlo, podía decir mil veces sin parar "no", podía gritarlo a todo pulmón, podría hacerse creer que todo era falso, pero simplemente hubiera querido estar con Sherbet.
Era claro que Sherbet lo hubiera molestado todo el día, haciendo sus días más ruidosos e hiperactivos, probablemente se hubieran conocido mejor dejando de lado el lado perverso del ángel rubio. Aquel ángel perverso burlón había invadido cada parte de la mente de Yosaflame, antes de dormir, el ángel era lo único en la mente de ese demonio, y al despertar.. solo podía pensar en Sherbet.
Bueno, probablemente era porque no podía dejar de soñar que estaba a su lado. Sintiéndose tan real, tan cerca, como si fuera una realidad que existía en las fantasías más profundas de Yosaflame. El sueño que más destacó para Yosaflame fue en el jardín del castillo, en luna llena, con un cielo estrellado. "Vamos, Yosaf, Pensé que me habías extrañado." Exclamó el ángel burlón, sosteniendo la mano de Yosaflame, obligándolo a ir con el al jardín en medio de la noche. "¿Te molestaría bailar conmigo, bajo este hermoso cielo estrellado?" El ángel pregunto, con su sonrisa burlona de siempre, con aquellos ojos azules que siempre captaban la mirada del demonio, con aquella piel pálida tan perfecta.
Mucho antes de que Yosaflame pudiera decir algo, el ángel lo jaló a una posición de baile, guiando donde deberían ir sus manos. "¿Ves? No es tan malo. Ahora solo queda seguirme el Ritmo." Para finalmente, empezar a bailar torpemente. Casi siempre pisándose uno al otro, Yosaflame estaba sonriendo genuinamente mientras veía atentamente al ángel que era más bajo que el. Bueno, un poco. Pero seguía siendo bajo.
Sherbet no se daba cuenta de la mirada intensa que Yosaflame tenía sobre el, teniendo su cabeza agachada Para asegurarse de no pisarlo y tropezar una vez más. Yosaflame sentía una felicidad genuina de estar con él, de finalmente sostener su mano y pasar una noche a su lado.
"¿Yosaf?" Dijo el ángel, finalmente levantando la cabeza para mirar al Demonio enfrente suyo. "¿Si?" Respondió Yosaflame, finalmente teniendo la oportunidad de decir algo. "¿No sería buen momento para confesar.." si aquello no fuera un sueño, Yosaflame hubiera podido sentir su corazón detenerse por un segundo. "que.. yo.. te odio?" El ángel dijo burlándose de él, dejando a Yosaflame con una expresión de molestia. "Ah.. pero tú eres el que me arrastro a bailar aquí.." Yosaflame respondió con un tono irritante, "Buenoooo.. confieso que yo, Sherbet, subordinado de la diosa Etihw, ¡te amo!" El ángel exclamó, antes de que Yosaflame pudiera decir algo, despertó.
Que idiota fue haber pensado que iba a tener aunque sea una oportunidad en sus sueños. ¿Que fue lo que lo despertó de todos modos?
Dirigió su mirada a la puerta de su cuarto, al ver que alguien estaba ahí parado, buscó sus lentes tratando de ver quién estaba ahí parado. Kcalb estaba parado ahí mismo. "Ah.. lord Kcalb?.." Yosaflame murmuró, finalmente encontrando sus lentes y poniéndoselos. Medio dormido, y aún pensando en aquel sueño que recientemente tuvo. Oh, que tanto anhelaba haber dicho algo.
"Bueno.. uh.. Yosaflame." Kcalb habló, finalmente rompiendo un tipo de silencio incómodo entre ellos dos. "Varios te han visto decaído desde la gran guerra.." Kcalb hizo una pausa, tratando de buscar las palabras correctas para proseguir. Yosaflame estaba confundido, no sabía a lo que venía toda esta conversación. "Y.. muchos aseguraron que era por Sherbet." Sherbet. Sherbet. Claro, tenía que ser Sherbet. "Pero.. Etihw.. Pudo reencarnar a Sherbet." Yosaflame se tensó ante aquellas palabras. "¿Sherbet volvió? ¿Finalmente?.." Yosaflame habló, con un poco de esperanza en aquellas palabras. "Bueno.. um.. no exactamente?.. la reencarnación.. de el.. se llama Froze. Es una chica maravillosa. Pero todo lo contrario a él. Es como.. como tu, por así decirlo." Kcalb le respondió.
"Ah.. ya veo." Yosaflame dijo, fríamente. Pero, una parte de Sherbet había vuelto. ¿No? "Y.. donde está?" Agregó, un poco interesado en aquella reencarnación del ángel. "Con.. los demás.. desayunando. Estaremos ahí la mayoría por si quieres venir." Kcalb dijo, "y sin nada más que decir, me retiro."
Yosaflame vio como Kcalb se retiraba de su cuarto, cerrando la puerta, mientras escuchaba como el sonido de sus pasos se iban desvaneciendo de poco en poco. Yosaflame cerró sus ojos de nuevo, con la esperanza de seguir con aquel sueño. En su mente solo estaba Sherbet, y únicamente el. Pero, no importaba si la reencarnación a él era hombre con su misma personalidad, nadie iba a ser exactamente como el ángel que cautivó su atención.
Perdiéndose en sus pensamientos de nuevo, cautivando lentamente el sueño de nuevo.. "es hermosa, no?" La voz de Sherbet se hizo presente. Ahora estaban en un lugar lleno de flores, Sherbet cargando en brazos a una pequeña chica de el mismo pelo rubio que el y ojo azul. Claro, ella también tenía uno cubierto. Eran casi exactamente lo mismo, con la diferencia de que la chica llevaba 2 colas y un vestido con casi el exacto diseño que el traje de Sherbet. "Ahh.. se parece mucho a mi. ¿No? Y su personalidad.. igual que la tuya.. es como si fuera nuestra hija." Dijo burlesco el ángel, soltando una pequeña risa. Yosaflame no podía decir nada, solo admiraba como aquellos dos realmente parecían padre e hija. De hecho, alguna vez vio a Sherbet no siendo un hombre perverso? Probablemente aquello también solo lo vería en sus sueños, como ahora.
"¿Como se podría llamar? Yosaf. Pensemos un nombre para nuestra pequeña." Sherbet añadió, para reírse una última vez, antes de que de nuevo el sueño terminara. Volviendo a despertar, esta vez cubierto en sudor frío, abriendo sus ojos en cuestión de 1 segundo.
Yosaflame se dio cuenta que se había quedado dormido con los lentes puestos, mierda, esperemos no se hayan roto. . . Aunque, recordando bien, Sherbet fue la razón de porque usa lentes ahora.
Volvió a perderse en su cabeza pensando acerca de Sherbet y lo mucho que cambió sus aspectos de vida, su forma de pensar, su forma de actuar.. todo. Por cada acción que el demonio hacía, parecía que lo estaba haciendo en modo automático, con una mirada vacía sin propósito alguno, con una cara que no expresaba ni el más mínimo sentimiento.

¿Sería feliz si Sherbet hubiera sobrevivido?

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⏰ Última actualización: Dec 22, 2023 ⏰

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