Parte 1

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Cuando tienes veintiséis años, eres lo suficientemente mayor como para saber que es una mala idea escuchar detrás de las puertas. Pero... ¿Cuándo eres una cambia-oso con una audición incrementada, y tu nombre surge durante una reunión entre las familias del clan? Tienes que detenerte y escuchar.

Sabía que esta noche había una reunión de los ancianos del clan oso en la oficina de mi padre, pero no me había dado cuenta de que se estaban reuniendo por mí. Me detuve en la puerta de las escaleras del sótano, frunciendo el ceño. Tal vez estaba imaginando cosas. Tal vez no hablaban de mí después de todo.

―Es evidente que Lena va a entrar en celo dentro de un mes o dos ―escuché que dijo Janna Bjorn―. Los hombres están empezando a notar su olor mucho más. Necesitamos resolver este problema.

Un incómodo rubor se apoderó de mi rostro. Bien, así que sí estaban hablando de mí. Me detuve en la cima de las escaleras, con mi vaso de agua en la mano, y quedándome completamente inmóvil, escuchando.

―¿Ella sabe lo que le va a pasar? ―preguntó Minda Tolfson―. ¿Cuán informada está?

Me di cuenta de que eso estaba dirigido hacia mi padre un momento después de que comenzara a rugir y murmurar a través de una respuesta. Dios, qué vergonzoso.

Sabía que iba a entrar en celo. No era estúpida. Tenía primas cambiaformas y había crecido en la comunidad de hombres oso. Sabía lo que significaba comenzar a tener sueños húmedos todas las noches, estar totalmente excitada por cualquier cosa, y mis hormonas estaban fuera de control. Me di cuenta cuando fui a la tienda de comestibles y vacié todo un estante de barras de chocolate.

Simplemente no se lo había mencionado a nadie todavía, porque no había descubierto aún qué iba a hacer.

Entrar en celo significaba que estaba ovulando. Como nuestras contrapartes salvajes, si entraba en celo, eso significaba bebés. Las cambiadoras hembras tienen un sistema reproductor muy vago; solo entramos en celo unas pocas veces en nuestras vidas. Así que, la cambiadora hembra tiene que considerar más que solo sus deseos y necesidades. Si entra en control natal y elige no tener el bebé, existe el riego de que esté "privando" a su ya pequeño clan de otro miembro.

Podía elegir no tener al bebé, supuse, pero... estaba en el limbo en cuanto al resto.

―¿Qué hay de Ramsey? ¿No puede ir alguien y acorralarlo ahora que lo necesitamos? - Escuché a Janna Bjorn bufar.

―Ese chico errante ha tomado una compañera. Una mujer lobo. ―Se mofó de la palabra―. No ha pedido reincorporarse al clan, y no creo que vaya a ser capaz con una compañera como esa.

Intenté no encogerme ante el sonido del nombre Ramsey Bjorn. Intenté, y fallé. Asqueroso Ramsey Bjorn. Odiaba a ese hombre. Él era la causa de mi predicamento.

El clan oso estaba constituido de cinco familias de Noruega que habían emigrado a las montañas Ozark de Arkansas cerca del nuevo siglo. Dado que los cambiadores oso eran raros, permanecíamos juntos.

Mantenemos las viejas costumbres. Antiguos nombres, antiguos hábitos, todo antiguo. Nuestras familias habían crecido entrelazadas, y un cambiador oso sabe exactamente desde su nacimiento con quién él o ella está destinada a casarse. Eso asegura que el Linaje permanezca fuerte y que los árboles familiares no sean muy endogámicos.

Ramsey Bjorn había sido mi prometido desde que nací. Él era el único compañero posible para mí, fuera de nuestros clanes pequeños. Era rubio, alto, arisco, y nunca habíamos sido del todo amigables. En realidad, nunca tuvimos que serlo. Solo se asumía que nos llevaríamos bien una vez que nos casáramos.

No es del Clan - Supercorp AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora