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Quizás el destino quiso que terminará mal.

Quizás el destino se equivocó.

Quizás mis sentimientos fueron más grandes que la ley de Murphy.

Quizás debí decirte que tenerte a mi lado lado era lo único que quería.

Quizá.

Quizás...

▪︎■▪︎■▪︎

Cuando te conocí me diste mucho miedo, "¿quién querría estar al lado de un chico sin sentido de la moda con una especie de maldición heredada de su familia?". Pensé.

Pero ese mismo día, también vi que por más miedo que tuviera ibas a tener algún plan para sacarnos de ahí o una "frase que dijo tu papá" para animarme.

Creí...que si estaba contigo iba a estar todo bien...

Ahora niego ese pensamiento.

Fui mordido, arañado, picado, aplastado, atascado, atrasado, maltratado, humillado y más gracias a tu ley de Murphy que de alguna manera me atacaba a mí.

Poco a poco me acostumbré y hasta vi divertido las aventuras que teníamos, al menos ya sé que no hacer si aparecen un montón de llamas con trajes de gala sacadas de una obra de teatro.

Mientras más me acostumbraba a estar contigo y con Melissa, más me acostumbré a verte diferente...

Quiero decir, soy tu mejor amigo, eso marca una gran diferencia. O al menos eso creía.

"Tú y yo somos uno". Me decía.

Tú eres perfecto optimista y yo un perfecto calculador, quizás, ¿no?.

Mientras pensaba en eso mi mente también pensaba en que no solo eras el tipo perfecto para llamar "optimista" sino también un tipo hermoso...

Veamos, tú tienes un cuerpo delgado a comparación del mío, tienes una piel blanca sin broncear que te hace ver como una muñeca de porcelana, tienes un cabello con corte extraño pero de alguna manera te queda bien a ti y hace notar más tu personalidad, ropa sin duda pasada de moda pero practica para toda la adrenalina que tienes que hacer y unos ojos comunes pero extrañamente brillantes y sofocantes.

Tu voz es aguda, tienes que madurarla, pero tu risa es linda al igual que tu sonrisa. Melissa es técnicamente lo mismo que tú, "todo encaja". Pensé.

"No me gustas tú, sino Melissa". Pensé nuevamente.

Dicen que los amigos se enamoran de las chicas que se parecen a su mejor amigo...¿casualidad?...

"¡Nah!"

...Pensé...

Mientras más te miraba más notaba que tú también lo hacías, ¿quizás también te fijabas y comparabas con alguien?, ¿acaso lo hacías con Amanda?.

"No quiero que me compares". Pensé...pero...¿por qué?.

¿Por qué quería que me miraras a mi y a nadie más que a mi?.

Celos como mejor amigo. Tal vez.

Pero "creo que jamás lo sabremos" me dije a mi mismo.

Hasta que pasó, un día me citaron junto contigo y un par de chicos a un lugar algo extraño.

No era una iglesia, pero parecía que si por como se expresaban ante las desgracias actuales, una de ellas era "la homosexualidad".

"No deben de hacer tal acto porqué es pecado, aunque parte de la sociedad lo acepté no deben de dejarse llevar por ella". Dijeron.

Mi sorpresa fue tan grande al punto de que mis pensamientos se nublaron, ¿acaso me gustaba Milo?, ¿esa opción existía?.

¿Por qué no...?

Oh...

Cierto.

No podemos.

Quizás si aceptaba ser bisexual desde hace tiempo mi vida sería mucho más fácil.

Milo...

Aún sabiendo todo lo que pasó, aún sabiendo lo que nos dijeron. ¿Por qué, justo después de esa reunión, te confesaste?.

Efectivamente.

"Todo lo que puede salir mal, saldrá mal".

De por si estabas golpeado por las múltiples veces que no notaste por lo concentrado que estabas, que se te caían tus cosas de la mochila en tus pies haciendo que uno estuviera hinchado...

Ah...

Quizás sabías.

Que era más fácil centrarse en ese pequeño dolor que en el rechazo que te hice ese día.

"¡¿Qué acaso no escuchaste?! ¡Ambos somos hombres, simplemente no se puede!". Dije.

Quizás debí agarrarme la bronca conmigo mismo por mis sentimientos primero en vez de desquitarme contigo.

Al día siguiente en la escuela no fuiste, dijeron que al final se te había quebrado el pie derecho y tenían que ponerte un yeso.

Ese mismo día le pedí salir a Melissa, ella aceptó y desde entonces no nos hablamos.

Quizás podría el destino haberme dado una señal para estar contigo.

Quizás debí consolarte cuando te vi llorando atrás de la escuela.

Quizás debí defenderte por el bullying que te hicieron por salir del closet, aunque al final saliste con Amanda de todos modos.

Quizá...

Quizás.

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¡Aƚҽɳƈιóɳ, ʂҽɳƚιɱιҽɳƚσʂ ҽɳƈσɳƚɾáɳԃσʂҽ! [ Zαƈƙ x Mιʅσ ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora