Único

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Las cosas nunca pasan porque sí, siempre hay una razón para todo. Bueno eso es lo que piensa Ferran.

Y por favor que alguien le diga ¿Por qué demonios estaba un chico medio desnudo en su sofá a las nueve de la mañana en un domingo?

Trata de rememorar las últimas 24 horas de su vida. Había ido con Gavi su amigo de toda la puñetera vida a un club, porque al nene le habían roto el corazón.

Hasta ahí todo bien, pero... ¡¿Eso no explica quien demonios es este chico y que hace aquí?!

–Esto solo me pasa a mí... Bien lo primero, ver si el desgraciado de Gavi sigue con vida.–Se dijo a sí mismo para tomar su móvil y marcar a su amigo.

Una... dos... tres.

–¿Hola...?

–¿Dónde demonios estas y por qué hay un chico medio desnudo en mi sofa?

–¿Quién eres?

–Mira, Pablo Martín Páez Gavira no estoy para tus perdidas de memoria por tanto alcohol, habla ya. ¿Estas bien?

–El chico está durmiendo, está bien lo traje a su casa, pero no me dejor ir se pego como sanguijuela a mí.–Respondió una voz más aguda y más madura que Gavi.

–¿Quién demonios eres y qué haces con mi chico?–No eran más que amigos, corrección mejores amigos, al que puedes llamar en caso de un cadáver y no saber donde enterrarlo.

–¿Tu chico? ¡Me dijo que era soltero! L-Lo siento no era mi intención, t-tal vez se le pasaron las copas y...-

–Tranquilo hombre, respira no te mintió solo quería saber si serias un patán.–Ferran por pura bondad no se echo a reír del pobre hombre al otro lado de la llamada.

–Cholerni młodzi ludzie... Wiedziałem, że randkowanie z kimś takim nie jest dobrym pomysłem. (Malditos jóvenes... Sabia que no era buena idea salir con uno.)

–¿Qué?

–Que el chico esta bien, solo bebió mucho anoche, no le hice nada solo lo traje a mi casa para que durmiera ¿Te paso la dirección para que lo vengas a buscar o...?

–¿O?

–O lo llevo yo cuando despierte... No quiero que se vaya sin desayunar, soy Robert por cierto.

–Vale, Robert soy Ferran y esta bien traerlo después, dile que Ferran va a matarlo cuando lo vea.

–¿De acuerdo?

La llamada finalizó, al menos le sirvió para saber que su amigo estaba bien, ahora la cuestión era ¿Cómo llegó ese bonito chico hasta su casa?

Recuerda que en un momento de la noche Gavi había desaparecido, supone que el desgraciado había olvidado que tenía un amigo y se fue con Robert.  Entonces... Ah cierto, fue a la barra para pedir una bebida.

¡Ya lo recordaba!

Era el chico de las bebidas, mierda le vomito encima a noche, por eso esta medio desnudo.

–Ya no vuelvo a tomar Diosisto.

–¿Mmh?–La voz del otro hizo que se saliera de sus recuerdos vergonzosos.

–¿Dónde estoy?

–Hola, bella durmiente.

–¿Ferran?

–¿Sabes mi nombre?–Pregunto sorprendido, y un poco avergonzado él ni siquiera sabía cómo habían llegado.

–Y toda tu vida amorosa y la de tu desconsiderado amigo quien te abandono a noche.

–Ay no, ¿Qué tanto dije?–Pregunto tapándose el rostro.

–Te dormiste en la parte de "Me hice pis en la alfombra del ex de Gavi, debiste ver la cara de Gaspacho era un poema" Por cierto soy Pedri.

–¡Mierda! Lo siento tanto.–Pedri se moría de la risa, realmente fue una noche divertida no lo va a negar. Jamás pensó que estar con un borracho todo tierno y loco seria tan divertido.

–Hombre, tranquilo fue divertido ¿Sabes? No pasa nada.

–Yo... ¿Yo no hice nada raro verdad? Digo no intente sobrepasarme contigo...

–Pff por supuesto que no, Ferran fuiste una masita de pan y risas. Eres un buen chico.

Eso le devolvió el alma al cuerpo, no podría perdonarse el haber intentado hacer algo como eso, el chiquillo era bastante bonito. No quisiera haber jodido una posible oportunidad.

–¿Te invito el desayuno?

–Moría porque hicieras esa pregunta.

Tal vez, las cosas si pasaban por algo.

Borracho Bonito Donde viven las historias. Descúbrelo ahora