𝘏𝘰𝘯𝘯𝘪𝘦? •||• 𝙝𝙮𝙪𝙣𝙝𝙤

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De haber sabido que entraría en su ciclo justo hoy, no hubiera ido al trabajo.

En realidad si lo sabía, pero no estuvo pendiente de su calendario hasta minutos antes que aquel oleaje de calor le recorriera y se viera en la obligación de encerrarse en su estudio mientras lloriqueaba abrazado a la prenda de ropa de su pareja y se revolcaba en su silla con un puchero creciente en sus labios.
Mediante su lazo intentaba contactar con Hyunjin de la forma que fuera, pues tampoco tenía supresores a mano y eso era lo que le tenía preocupado, por no decir que empezaba a perder sus sentidos cuando su pantalón empezó a apretar y la zona posterior empezó a mojarse.

Para su dicha o desdicha, pudo sentir la presencia del Alfa cerca de la puerta, en dónde no perdió el tiempo a levantarse entre tropezones y abrir está casi de golpe.

HyunJin jadeo cuando el estudio de su lindo novio fue abierto, casi como una cámara de gas que lo abrazó y provocó que un gruñido escapara desde su garganta. Sus encías picaron y entonces, sus ojos cayeron sobre el pequeño bultito que tenía al frente.

Minho estaba hecho un desastre, tenía su pequeña carita sudorosa y sus ojitos brillaban en lágrimas debido al dolor que le provocaba no atenderse, sus manos estaban inquietas y su fleco empezaba a enchinarse debido al sudor.

- ¿Honnie?...- Hyunjin expandió sus fosas nasales cuando el mayor se le acercó, percibiendo el aroma del lubricante de su Omega, haciéndole perder estribos de a poco.

- Hyunnie... Hyunnie...- La voz del Omega salía entre cortada, utilizando su tono suplicante mientras sus manos jalaban la camiseta para hacerlo entrar.- Te necesito, quédate conmigo por favor...- Rogó con un puchero.

¿Y quién era Hyunjin para negarse a aquel pedido?

Tomando a su novio entre sus brazos, haciendo que enrollara sus piernas en sus caderas se adentró al estudio cerrando la puerta con el seguro detrás suyo. Su nariz se escabullía por el cuello del pálido, sacándole pequeños suspiros mientras su lengua ubicaba la marca, recientemente renovada ¿Haría daño renovarla una vez más?

Se sentó en el sillón del lugar aún con su pareja en brazos, debido a la acalorada situación empezó a despojar al pelinegro de las ropas que traía encima que lo más probable estuvieran quemando su piel gracias al roce, sacándole pequeños suspiros y gemidos cuando su camiseta rozó contra aquellos botoncitos erectos y sensibles, provocando que algo se encendiera dentro del Alfa.
Sus dedos se escabulleron por el broche del pantalón para poder empezar a retirarlo, jugando con el borde del boxer hasta que se digno a bajarlo permitiendo el precioso cuerpo de su novio descansara un poco del calor, dejándole completamente desnudo.
Sus ojos se encargaron de recorrer cada extremo como sus dedos se paseaban por los glúteos del Omega necesitado, quien se frotaba contra la pierna de Hwang pidiendo más atención.

Sus manos apretaron su cintura y piernas antes de obligar a cambiar la posición, dejando a Lee arrodillado sobre el sillón y el en el suelo, encargándose de dejar mordidas y besos sobre las nalgas del pálido con toda la intención de marcar allí.

Sus palmas se posicionaron en cada una, separandolas y sin vergüenza viendo como aquel anillo de músculo se encontraba mojado. No húmedo. Mojado, chorreando el lubricante del Omega mientras esté se deslizaba por sus muslos. La boca se le hizo agua y sin esperar demasiado su lengua se aproximó. Fresas. Ese distintivo aroma y sabor a fresas de su pareja que lo volvía loco, completamente demente lo que lograba que ahora mismo se encontrarse chupando con desespero mientras sentía como el cuerpo de su lindo novio se retorcía y esos dulces gemidos le hacían música y solo lograban exitarle cada vez más.

- H-Hyunnie... ¡Mgh! Jinnie...~- MinHo sollozaba, sus uñas se enterraban en el cuero del sofá sintiendo como su piel se adhería al material debido al sudor que traía encima. Las lágrimas corrían por su rostro percibiendo como la lengua de su novio se encargaba de contornear su entrada, como aquel caliente músculo entraba y salía sacándole pequeños gritos de por medio que intentaban ser acaparados, obviamente, de una forma no muy exitosa...