LA ESCLAVA DEL AMO

PRÓLOGO

KAIE. 

Me siento como una zorra traidora por desear al padre de mi mejor amiga desde que he cumplido la mayoría de edad y cada noche en la oscuridad de mi habitación me toco pensando que es él quien lo hace, pero ahora me he convertido en su esclava y él en mi Amo.

Soy suya para complacerlo manteniendo la boca cerrada o abriéndola para usarla chupando su polla mientras dispone de mí a su antojo.

Bajo sus instrucciones obtendré placer y no hay nada que más me ponga excitada que ver a mi Amo embistiendo cada una de mis entradas o dejándome el cuerpo lleno de marcas por su posesión. Sentirme como su objeto de deseo es lo que más me fascina de esta insana relación.

Mis deseos solo le pertenecen a mi Amo.

Soy esclava de mis fantasías más pecaminosas que mi Señor vuelve realidad cuando entramos a su habitación.

Nuestro acuerdo consta de cinco inquebrantables reglas:

1. El Amo tiene el control absoluto dentro y fuera de la habitación.

2.La Esclava debe complacer todos y cada uno de los deseos de su Señor sin replicar. En caso que la Esclava se niegue a complacer a su Amo, él decidirá el castigo que debe impartirle.

3.Nunca involucrar algún tipo de sentimiento en esta relación o el trato se cancela de inmediato.

4.Queda estrictamente prohibido revelar información confidencial del contrato Amo/ Esclava con personas no implicadas en el acuerdo.

5.No mantener una relación sentimental mientras el acuerdo Amo/Esclava siga vigente.

Llevo tiempo escondiéndole que estoy a punto de casarme con su socio y amigo por lo debo romper nuestro acuerdo para siempre. Sé que cuándo lo haga él va a destrozar al hombre hasta hacer que se arrepienta porque me ha advertido que nadie más puede tocarme porque le pertenezco hoy y siempre y las traiciones se cobran con sangre.